Gabriel Piccato, luego de su paso por Libertad de Sunchales y Regatas de Corrientes en Liga Nacional, encabezará el cuerpo técnico de La Unión de Formosa por sexta temporada. Entre sus principales logros, se encuentran el ascenso a la máxima categoría en el 2009 y el subcampeonato en la Liga de las Americas en el 2012.
El entrenador santafesino encabezó durante un mes los trabajos previos al debut contra Gimnasia de Comodoro Rivadavia. Desde la eliminación en octavos de final del Súper 20, contra Quimsa el 10 de noviembre, el elenco formoseño no volvió a ver acción oficial, más allá de un amistoso de preparación con caída por 95 a 103 frente a San Martín de Corrientes.
¿Cómo fueron estas largas semanas de entrenamiento de cara al debut en la Liga Nacional?
No es lo habitual entrenar en esta Liga porque generalmente se compite mucho más de lo que se entrena, pero todos estamos muy concientizados de que hay que aprovechar cada práctica porque sabemos que es como una segunda pretemporada. La competencia nos dio esta posibilidad de tener un tiempo para ajustar aquellas cosas que son mejorables. Sabemos que después, y sobre todo tras el receso, va a ser sólo competir, así que fue muy productivo todo este tiempo.
Quiero destacar la predisposición de los jugadores porque a ellos les gusta más competir que entrenar, pero realmente pudimos aprovechar al máximo todo este tiempo.
Más allá de la eliminación del Súper 20, ¿qué balance hacés del rendimiento de La Unión en la competencia?
Creo que el Súper 20 nos dejó en claro que somos competitivos. Nos hubiese gustado haber pasado ese playoff, pero enfrentamos a un rival de jerarquía y el que gana en una eliminatoria es porque es mejor. Lo que podemos sacar en claro es que somos competitivos y que debemos mejorar en ciertos aspectos de juego. En lo global, el saldo es positivo.
¿Pudieron definir una identidad de juego en esta primera competencia? Se vio a La Unión apostando mucho a la intensidad defensiva y al contraataque o a las posesiones cortas.
Siempre está el intento por imponer un estilo de juego, eso siempre está en construcción. Podríamos decir que sentamos las bases para el desarrollo de ese estilo. Personalmente creo que esta segunda pretemporada, por así decirlo, nos ayudó mucho a afianzar esas bases. Con la experiencia vivida, fundamentalmente sabemos lo que sí hacemos bien y lo que tenemos que mejorar.
En la mitad de la competencia tuvieron la baja de Chaz Crawford por motivos extradeportivos. ¿Cómo fue para el grupo suplir esa ausencia? ¿Tienen pensado hacer algún refuerzo interno?
Creo que fue un buen ejercicio la adaptación inmediata. Cuando en un equipo sucede una baja, cualquiera sea, tenés que ejercitar esta adaptación que es vital en toda competencia y más en la Liga Nacional, porque es una competencia difícil, con muchos partidos y el cambio es permanente. La baja de Crawford tiene que ver con la situación económica del país y teníamos que tomar una decisión. Estamos ahora buscando un posible reemplazante pero el mercado, con el dinero con el que contamos, no ofrece por ahora opciones que sean tentadoras. Trataremos de potenciar lo que sí tenemos y seguir viendo en el futuro qué nos ofrece el mercado.
Hoy es el debut del equipo de la Liga de Desarrollo y, como vos decías, la Liga Nacional es un torneo largo. ¿Vas a tener los ojos puestos en ese plantel para que tengan minutos de prueba?
Siempre uno está atento a aquellos jugadores que puedan emerger de categorías formativas. De todas formas, me parece que La Unión está viviendo esta temporada una transición y una reestructuración en lo que es su reclutamiento. Se está empezando de cero, entonces hay que tener paciencia. Va a ser una nueva oportunidad para jugadores más jóvenes.
En lo deportivo, y si bien estamos en el mes de diciembre recién, hay clubes que ya apuntan a mantener la categoría y otros al campeonato. ¿Para qué pensás que está La Unión?
Si bien todavía no lo profundizamos con el equipo, porque el establecimiento de las metas se da con el transcurrir de los partidos, como idea nosotros habíamos pensado que el octavo lugar es un piso. Si nos ponemos a ver lo que pasó en este Súper 20, podríamos prever que ese es un buen objetivo a alcanzar. A partir de ahí, tenemos que crecer lo que más podamos y lo que la Liga nos permita también. No es sola una cuestión de deseo: hay que tratar de hacer lo mejor, sacar el máximo potencial que tenés y van a haber otros 19 equipos que se van a oponer eso.
Volviste al equipo para disputar otra Liga Nacional. ¿Cómo te sentís en lo personal para esta nueva temporada y cómo encontraste a la institución y al básquet formoseño después de tantos años sin entrenar a La Unión?
La verdad es que estoy muy contento por volver ya que me unen muchas cosas a Formosa; cuestiones de índole individual muy fuertes. Tengo un cariño especial por esta provincia, porque crecí también profesionalmente. Fue mucho tiempo en el que transcurrí en Formosa.
También estoy contento porque vi un mejor lugar, lo que habla de la madurez dirigencial por un lado, encabezado por Mario Romay, y también que los entrenadores que estuvieron ayudaron mucho al crecimiento. Esto es muy bueno reconocerlo. Siempre me pone bien que los lugares crezcan y mejoren, independientemente de los entrenadores que estén. Cada entrenador aporta el conocimiento necesario para que evolucione y eso ayuda a los que vienen después. Ha crecido mucho como franquicia y también como estructura.
Nota: Fernando Brovelli (@ferbrovelli)
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