Pabellón Santiago Martín, San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, España. Miércoles 10 de enero de 2018. Restan 7.22 en el tercer cuarto. El capitán, con la número 5 en la espalda, penetra, consigue el doble y además saca la falta personal. Un verdadero golazo. Los compañeros se acercan a levantarlo, pero él se queda en el suelo, gimiendo de dolor. El año comenzaba muy duro para los embajadores argentinos en Europa. ¿Qué hacía cada uno en estos momentos? Lucio Redivo estaba tratando de escapar del descenso en Bilbao, Delía ya estaba en Murcia jugando la Champions League, Gabriel Deck encaminaba a CASLA hacía el titulo en la Liga de las Américas, Luca Vildoza compartía con Garino ya en el Baskonia, Brussino recién llegaba al Herbalife Gran Canarias luego de su paso por la NBA. Laprovittola comenzaba a adueñarse del juego en Badalona, Fjellerup todavía estaba en Bahía Basket y la 20 seguía siendo transpirada en la ciudad de San Antonio.
Lo más recordado de este día lamentablemente fue lo acontecido en el estadio conocido como “la hamburguesa”. Esa tarde, el Iberostar Tenerife recibía al Gaziantep turco por Champions League. Horas más tarde se confirmaba lo esperado. Nicolás Richotti había sufrido “la rotura del ligamento cruzado anterior y del ligamento colateral interno de su rodilla derecha y (para agregar al combo), fractura no desplazada de la meseta tibial posterior, sin aparente lesión aguda del menisco.”
Este era el parte médico oficial del club. A cualquiera le hubiera pasado por la cabeza bajar los brazos, rendirse o incluso pensar en el retiro. Pero con un solo comentario puedes saber lo que le pasaba por la cabeza al capitán. “¿Qué es una raya más para un tigre?” No se hable más. Fin de la cita diría Rajoy.
Su padre, en ese momento dirigiendo a Hispano Americano, desde Buenos Aires porque debían enfrentar a Boca Juniors, le dedicó un tweet. “Los golpes que te da la profesión fortalecen el espíritu de la lucha, y vos sos un gran luchador. A recuperarte pronto hijo. Los mejores días son los que vendrán.” A más de 10 mil kilómetros de distancia, en la ciudad que lo acoge desde 2010, Nicolás salía sin poder pisar, con dos asistentes ayudándolo rumbo al vestuario.
“Mi papá y los seres queridos se lo tomaron mal, fue un palo bastante duro, difícil de digerir y encima para ellos más estando allá, a la distancia. Se les hace complicado vivir todo. Él siempre ha estado positivo al lado mío, apoyándome durante este tiempo”
“Deberá esperar entre tres o cuatro semanas para que se enfríe la rodilla y recién allí podrá intervenirse quirúrgicamente. Serán 10 meses de recuperación.”afirmaban los médicos.
“No sentí desesperación en ningún momento, siempre tuve las ideas muy claras. El día que volviera me tenía que sentir bien, debía cumplir bien los plazos de recuperación para no tener recaídas ni nada. Con calma y la mentalidad justa.” Reconoce hoy, diez meses después.
Pasaron 20 días. El 30 de enero Richotti salía en muletas luego de haberse operado. “En febrero estuve 14 días con muletas y luego con fisioterapia para poder trabajar la poca musculatura que me había quedado.”
Mientras tanto, su equipo caía frente al Madrid de su compatriota, Facundo Campazzo, por la Copa del Rey, que quedaría luego en manos del Barcelona, en una apasionante final vs el merengue (92-90). La selección argentina era derrotada en Olavarría a manos de Uruguay, con un imparable Bruno Fittipaldo.
En el mes de marzo, se empieza a leer las frases “Gabriel Deck fue elegido”. Fue elegido MVP de la Liga Nacional. Fue elegido mejor sub-23. Fue elegido Mejor Jugador Nacional. En el mismo momento y en las Islas Canarias, “me sacaron los puntos y empecé a potenciar la pierna, haciendo trabajos de piscina, con mucha cautela y sin correr ni nada.”
A comienzos del mes de abril, Marcos Delía clasificaba a la semifinal de la Champions League, dejando en el camino al Karsiyaka de Turquía, luego de unos violentos episodios que sucedieron cuando estuvieron en ese país, a punto tal que el director general del club pediría a la FIBA la expulsión del equipo turco directamente. Lucio Redivo era elegido jugador de la jornada 27 en España.
“En Abril, poco a poco, ya podía aumentar el ritmo y los trabajos de gimnasio.”
El mes de mayo nos encuentra con Gabriel Deck campeón de las Ligas de las Américas. Nuevamente, fue elegido MVP. Laprovittola era el jugador del mes con el Joventut. El Bilbao de Redivo se iba al descenso luego de caer en el clásico vasco y UCAM Murcia perdía 77-75 en el Final Four frente al AEK griego, despidiéndose de la Champions.
“Empecé a correr y a trotar de a poquito en mayo, iba aumentando a medida que pasaron los días.”
En junio ya empezaba el mundial de futbol. Argentina clasificaba agónicamente con el gol de Marcos Rojo frente a Nigeria. Campazzo y el Real Madrid eran campeones de la ACB frente al Baskonia de Vildoza y Garino. El dólar daba un salto que impediría a muchos clubes argentinos mantener a sus extranjeros. San Lorenzo se consagraba campeón de la Liga Nacional. No podía ser de otra manera. Gabriel Deck fue elegido MVP. Argentina vencía en San Juan a Panamá en la que fue la primera ventana que estuvieron los jugadores de Euroliga.
“Acá empezaron las cosas más divertidas. Le metimos carga, con entrenamientos en pista y con pelota.”
La vuelta ya estaba encaminada. “Los siguientes días fueron lo mismo, pero con algunas recaídas que me hicieron frenar y descansar unos días. A lo largo de los 10 meses hubo muchos altibajos en la recuperación. Sin embargo, uno tiene que estar con la cabeza alta y ser positivo”
La semana previa
“El entrenador me dijo que, si todo marchaba bien, ese iba a ser el partido indicado. Traté de tomarlo con naturalidad, seguir entrenado, seguir integrándome al equipo, probando cosas nuevas dentro de la cancha, probando la rodilla.”
Sábado 17 de noviembre. Mismo estadio. Paliza del Tenerife al Valencia. 311 días después. No es el mismo equipo de antes, tiene un compañero nuevo. “Desde el primer día que el Tenerife tuvo interés en mí, me mandó mensajes diciendo que venga al equipo, que iba disfrutar jugar al básquet aquí, qué es una institución de altísimo nivel. Desde que llegué tuve su apoyo. Me ayudó mucho para conectarme con el equipo.” Nicolás Brussino, con pasado en la NBA y jugador de selección nacional, fue enviado desde Cañada de Gómez para cometer la falta restando 1.26 y ser sustituido dándole un abrazo a su compatriota que no es solamente suyo, no era el abrazo de dos jugadores, sino que en Brussino estaban todos los argentinos que deseaban verlo de nuevo en el parqué. El público se pone de pie. La hamburguesa arde, el partido se reanuda.
“Es algo difícil de describir. Se me pasó por la cabeza el tiempo de sacrificio y de trabajo a la sombra, fue una sensación muy linda. Una alegría inmensa de volver a estar adentro de una cancha, volver a ayudar, volver a sentirme un jugador de nuevo”
Valencia maquilla el resultado con un doble para ponerse 95-65 abajo. Ataca Tenerife, la recibe el capitán, Niang se presenta en el eje para hacer la cortina, Richotti penetra y consigue el doble. Explota el pabellón. Sin miedo. Con la calidad intacta. Exactamente de la misma forma en la que se lesionó en enero, pero en la otra canasta.
“Por suerte ya el partido estaba encaminado, todo era una fiesta. Traté de disfrutar el momento y que, si me tocaba tirar o jugar alguna, hacerlo con confianza. Por suerte la que me tocó la pude meter.”
Nota: Bruno Giardini (@CbaBasquet) - Pick&Roll
Foto: ACB photos
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