El preámbulo del juego tuvo dos caras distintas: la hegemonía temporal de San Lorenzo como consecuencia de un comienzo de ensueño: marcó un parcial 7 a 0 gracias a los lanzamientos de Marcos Mata y a las embestidas del talentoso Darquavis Tucker. La rotación de balón fue un arma que apabulló a Argentino de Junín durante los primeros cinco minutos. La reacción juninense fue tan silenciosa como el verdugo que pretende matar a su más acérrimo oponente.
García en sociedad con Wiggins y Black dieron la cara por el equipo y comenzaron a acercarse en el marcador (poner marcador). Luego, el Cuervo logró escaparse a través de Tucker y la intromisión en el juego de Meyinsse. La base administrada por José Vildoza tuvo legitimidad, pero el constante asedio del rival hizo tambalear el bloque de poder del ex Libertad de Sunchales, por eso el Penka Aguirre saltó a la cancha y, de esa manera, García apeló a una doble base. El partido se estabilizó y San Lorenzo acudió a Donald Sims para alejarse en el tanteador y dejar el partido 24 a 17. En ese momento entró en una desconcentración que no se vio en otros partidos.
La mano caliente de Sims siguió su marcha en el segundo cuarto y, a partir de ahí, para Argentino de Junín fue el hombre más buscado de la noche. En ofensiva, Nico Aguirre se apoderó del cuartel general sanlorencista y optimizó cada incursión del local en el ataque. Por su parte, Argentino de Junín, con un ataque desprolijo y con arrestos individuales de por medio, generó dolores de cabeza a los dirigidos por Gonzalo García.
En defensa, la marca personal resultó sumamente redituable en los primeros minutos del partido y en algunos tramos del segundo cuarto. El perímetro de San Lorenzo estuvo imbuido en una suerte de laguna fruto de la marca de juninense y es ahí donde apareció Jerome Meyinsse para poner las cosas en su lugar. Daniel Maffei no encontró soluciones en ninguno de sus internos para apagar la lucidez encendida del ex Atenas.
En este cuarto, San Lorenzo marcó un parcial de 23-14, siendo esta la mayor diferencia que estableció durante los primeros minutos. Los puntos en ofensiva obtenidos por Argentino de Junín fueron a partir de arrestos individuales de Wright, Wiggins y las apariciones de un ascendente Gastón García. El partido requirió de la experiencia de Juanchi Cangelosi (apenas 1/6 en tiros de campo) que si bien es cierto elaboró jugadas para alimentar el juego interno, no fue productivo desde la línea de 6,75.
Durante el complemento, crecieron las figuras de Sims y Meyinsse. Vildoza estuvo más fino desde la administración del balón y el juego fluyó a un nivel de excelencia digna del actual líder de la Liga Nacional. El trabajo sucio realizado por Mathias Calfani debajo de los cestos fue interesante, de hecho ahí San Lorenzo marcó importantes diferencias en comparación con Argentino; mientras los de Capital Federal tomaron 42 rebotes en todo el juego, los bonaerenses alcanzaron 34.
Esto indicó la importancia del cerco reboteador para el máximo aprovechamiento de las transiciones en ataque. Promediando el tercer cuarto, San Lorenzo estableció una máxima de 25 puntos hasta que el pelotón conformado por Guido Mariani, Gastón García, Nick Wiggins y Juan Cangelosi achicaron la diferencia a 13 unidades. Nuevamente, el Cuervo de Boedo tuvo el desafío de mantener el resultado y evitar las desconcentraciones que hubo en el primer tiempo. La reacción juninense fue notoria y el partido quedó 79 a 67 a favor del conjunto de Gonzalo García.
¿Porqué San Lorenzo ganó el juego? En primera instancia, tuvo la complicidad de la floja defensa de Argentino de Junín, la potencia de Meyinsse, el volumen del juego expuesto en el Set Play, la efectividad de Donald Sims en triples y en libres (en la temporada lleva 92%). Los visitantes jamás fueron consistentes en la faz defensiva y si lo hicieron, hubo mérito del ataque azulgrana. Si bien, Maffei planteó un esquema de juego que favoreciera a Guido Mariani y a Wiggins, no hubo paciencia para la elaboración de juego y no aprovecharon, en su totalidad, los 24 segundos.
Ramiro Garaffa
Pick&Roll
Edu 17/01/2019
cangelosi, menos mal q te fuiste
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