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Daga directo al corazón


Cuatro décimas de segundo en el reloj
. En la Liga Nacional Argentina o en cualquier otra competencia FIBA, ese tiempo sólo alcanza reglamentariamente para cachetear el balón porque se considera que es imposible ejecutar un lanzamiento con tan poco. En la NBA, las cosas no son así. Y los creadores del básquetbol-espectáculo saben un poquito más del asunto.

En la liga estadounidense toda fracción de segundo superior a las tres décimas contempla que se tome la bola e inmediatamente se lance. En ese caso, no se considera el reloj agotado.

Los Lakers estaban prácticamente muertos, enterrados. Habían ido siempre arriba y hasta llegaron a sacar 16 de renta en el tercer cuarto. De pronto, el apagón que había sido de San Antonio les nubló el horizonte y un lejano doble desde 7 metros de Tim Duncan desató la algarabía. Los Spurs festejaron en el banco de suplentes como si hubiese sido un gol en la final del mundo. Y fue algo parecido.

La ecuación, con 4 décimas de segundo y la pelota a los Lakers era simple: que no la agarre Kobe Bryant. Entre el doble de Duncan y la reposición pasaron dos tiempos muertos. Y ni Kobe ni Shaq ni Malone recibieron. Gary Payton sacó desde el costado izquierdo para Derek Fisher que venía desde la línea de foules lanzado. Así como le llegó la bola, corrido de atrás por Emanuel Ginóbili se dio vuelta en la misma acción y la tiró...

¿Es necesario decir que la embocó? ¿Que fue a tiempo y, por tanto, en regla? ¿Que los Lakers demostraron una vez más por qué son candidatos y siempre tienen un plus de ventaja, también llamado suerte? Por supuesto que es necesario. Los Angeles ganó con suspenso y demasiado sufrimiento un partido que manejó con autoridad, con oficio, durante 45 minutos. Fue 74 a 73, puso la serie 3-2 a su favor y ahora puede definir en casa el sábado.

Ese tiro de Fisher sobre la chicharra fue una daga en el corazón para San Antonio. La derrota lo pone en situación límite y en una empresa casi utópica como ganar en el Staples Center ante un rival agrandadísimo. Los angelinos están en una oportunidad inmejorable de lograr lo que sólo siete equipos consiguieron en playoffs a 7 juegos: dar vuelta un 0-2. Además, le cortaron otra racha a los Spurs. El domingo habían sido los 17 ganados en racha. Anoche fueron los 17 ganados seguido en el SBC Center. La desgracia, para los quinieleros que si quieren pueden agregar el 9 de 17 en libres del local (52,9 %).

Aunque superior desde la línea (los Lakers tuvieron 6 de 13, con un 46,2 %), San Antonio falló cinco consecutivos en la primera mitad que le hubieran allanado el camino tan sinuoso que tuvo que recorrer. En los 24´ iniciales Los Angeles dominó gracias a su más del 50% de cancha y a una defensa férrea que se mantuvo en todo el trámite.

Un juego de rachas negativas favoreció a la visita, que supo paliar esos malos momentos con inteligencia. Sólo en el final se complicó. En cambio, San Antonio nunca le encontró la vuelta. En verdad, a excepción de los últimos seis minutos, jugó como un equipo sin alma, al que no le interesaba (o no tenía noción de) la parada que se estaba disputando.

Balones divididos en el suelo eran siempre recuperados por Los Angeles; mala administración de las ofensivas; una desidia patente. En suma, como si las dos derrotas en el Staples Center hubieran cambiado totalmente la situación de dominador y dominado. El campeón no pareció Spurs, sino Lakers.

El tercer cuarto marcó lo peor de San Antonio. Su oscuridad total. La visita sacó 16 de luz gracias a un aporte equilibrado. Pero se destacó entre la nebulosa un tapado: Devean George. El alero terminó con buenos porcentajes y 16 tantos y ayudó a su equipo descomprimiendo la presión sobre Kobe, que igual anotó 22, con baja efectividad (11/27 y 5 pérdidas).

A esta altura hay que decir que ninguno de los dos capitalizó las pérdidas del rival. Como partido, dejó bastante que desear pero el final suplió todo lo anterior. Por carga emotivo e incertidumbre y vaivenes.

San Antonio se vino de a poco con algo más de ofensiva de Tony Parker (no es el mismo de los juegos 1 y 2), que logró 15 puntos con un flojísimo 7 de 23 de cancha (1/5 triples) y 6 asistencias. Y recargó el ataque sobre su estrella. Llegó a estar a dos pero Los Angeles se alejó nuevamente y parecía que nunca podría estar al frente.

Con menos de dos minutos por jugar, Tim Duncan presagió lo que luego ocurriría casi en calco. Le pasaron la bola poco más atrás de la línea de faltas, se elevó y en el aire esquivó la mano de O´ Neal, rearmando el tiro que fue derecho al tablero y, de ahí, al fondo de la red. Terminó con 21 tantos, 21 rebotes pero 7 pérdidas.

Los Spurs pasaban a ganar tras un 7-6 inicial. Estaban 69 a 68. Que ampliaron a 71-68 luego de que Manu Ginóbili robara una pelota, se la pasara a Parker y el base convirtiera en transición.

Ginobili terminó con 8 puntos en 26 minutos. Convirtió 4 de los 8 intentos al aro, sin triples ni libres, tomó 7 rebotes, dio 3 asistencias y recuperó 3 balones. Su déficit estuvo en las faltas ofensivas. Hizo 3, que se cuentan como pérdidas. Su equipo tuvo 18 contra 15 de los Lakers. Pero tal vez la mayor bronca que todavía esté masticando, a pesar que no había nada que hacer, fue el tiro en la cara que le metió Fisher y que sentenció la historia.

En desventaja, Los Angeles jugó rápido y la puso abajo para Shaq, que metió el doble. El pívote bajó por primera vez en la serie los 20 puntos (tuvo 11), pero trabajó arduo en defensa (11 rebotes). San Antonio no capitalizó un ataque y Bryant pidió la cortina de Malone. Se desmarcó sin que Robert Horry saltara a su encuentro y puso los dos puntos que revirtieron las cosas a 72-71.

De allí en más es cosa conocida. Quedaban 11 segundos y Spurs repusieron. Hubo una falta dada a Ginóbili pero como Los Angeles todavía no estaba sobre el límite debió sacar desde el costado. Manu pasó a Duncan y éste clavó un tiro desde casi 7 metros en suspensión y para atrás. Todo fue festejo y locura. Parecía que estaba ganado. Pero no.

El bombazo de Fisher acalló todas las aspiraciones de San Antonio. Apagó las luces del éxito y ennegreció definitivamente el panorama. Los Spurs no tienen otra que ganar en Los Angeles para forzar un séptimo partido. ¿Podrán?

Síntesis:

San Antonio (73): Parker 15, Bowen 8, Turkoglu 8, Duncan 21 y Nesterovic 2 (FI); Ginóbili 8, Horry 0 y Brown 11. DT: Gregg Popovich.
Los Angeles (74): Payton 5, Bryant 22, George 16, Malone 7 y O´ Neal 11 (FI); Fisher 8, Medvedenko 2, Rush 0 y Walton 3. DT: Phil Jackson.

Parciales: 18-24, 35-42 y 53-62.
Jueces: Crawford, Forte y Garretson.
Estadio: SBC Center (San Antonio).
Serie: 3-2 Lakers.

Partidos para hoy:

DETROIT (2) - NEW JERSEY (2)
MINNESOTA (2) - SACRAMENTO (2)

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COMENTARIOS (2)

Quilmeño 14/05/2004

se puede ejecutar un tiro en 4 decimas de segundo? o los arbitros largaron mas tarde el reloj... igualmente mas alla de eso lo de fisher fue increible

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milo 14/05/2004

Me parece que el partido de anoche dejo en claro que tanto San Antonio como Los Angeles son los mejores equipos de la nba yo soy seguidor de mi indiana y espero que nos toque enfrentarnos contra los Lakers para ver el nivel que tiene el este comparado al oeste

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