Después de una derrota en el partido inaugural, el local consiguió cinco triunfos consecutivos que lo posicionaban en la cima del Grupo D. Nunca se había enfrentado contra Boca, quien debía ganar sus dos presentaciones restantes contra San Lorenzo para continuar con aspiraciones de ingresar a la segunda fase del Súper 20. El equipo de Boedo no contaría con Dar Tucker por una molestia muscular que no le permitió disputar la fecha pasada contra Bahía Basket.
Los dos quintetos iniciales, integrados por nueve jugadores nacionales, intentaron resolver las primeras ofensivas con posesiones cortas o ataques rápidos. El primero que sacó provecho del permanente ida y vuelta fue Boca, quien corrió la cancha con Adrián Boccia y se apoyó en Martín Leiva en defensa, que incomodó todas las penetraciones del elenco azulgrana.
Fue el mismo pivot de la visita quien consiguió dos conversiones consecutivas para provocar la primera rotación de relevos en San Lorenzo. Desde el banco apareció el aporte en el poste bajo de Esteban Batista, quien comenzó a pesar sacando faltas cerca del aro y sumó sus tiros libres a las bandejas que podía conseguir Nicolás Aguirre.
A pesar de la paridad, los últimos 2:30 del primer cuarto Boca contó con todo la jerarquía y el goleo de Adrián Boccia para tomar una ventaja de tres posesiones. Castigando los espacios que le dejaba el rival de media distancia y con anotaciones de contraataque, el alero xeneize llegó a la docena de puntos para establecer un pasaje 14-4 y que su equipo se lleve el parcial por 28-21.
El comienzo del segundo capítulo fue errático para ambos equipos, a los que les costaba concretar sus oportunidades dentro del perímetro. Los dirigidos por Guillermo Narvarte supieron conservar la intensidad defensiva y la fluidez a la hora de pasarse la pelota en ataque para conseguir dos triples abiertos que estiraron la diferencia a doble dígito (35-22).
Ante la presión de su rival, San Lorenzo comenzó a quedarse cada vez más sin ideas cuando tenía la posesión. Facundo Muller probó con distintas variantes en su quinteto en cancha, pero sus jugadores no lograron consistencia en el traslado ni puntería externa (0/8 en triples en el cuarto). Sin poder anotar de campo en los últimos cinco minutos y con sólo 7 tantos en el pasaje, vio como Boca se alejaba a partir de nuevos dobles en la pintura de Martín Leiva y dos tiros libres que decretaron el 28 a 44 del primer tiempo.
La puntería de Matías Sandes estiró la máxima a la vuelta del entretiempo (51-30), que tuvo la mala noticia de la lesión de Justin Williams. Sin su presencia el local perdió peso en la lucha rebotera (llevaba 11 tableros en 14 minutos) y tuvo que apostar al perímetro para volver a mover su marcador. Precisamente desde la base, con la agudeza de Nicolás Aguirre para saber por donde romper o cortar, fue que el equipo de Boedo comenzó la remontada.
Con el paso de los minutos, Boca comenzó a sentirse más incómodo en sus posesiones. La presión defensiva de su rival lo obligaba a forzar lanzamientos o quedaba ahogado por el reloj de 24 segundos, sumando seis pérdidas en este tramo. Para más, la efectividad de Luciano González volvió a darle anotaciones consecutivas para que el anfitrión se acerque a nueve (52-61) de cara a los diez minutos finales.
Los dos equipos sumaron desde el arranque en el cuarto decisivo, que no tuvo respiro salvo las infracciones acumuladas por ambos lados. Agustín Caffaro le dio energía y goleo al azulgrana, pero los dirigidos por Guillermo Narvarte no cambiaron el libreto: jugaron posesiones largas con paciencia y se beneficiaron con las caídas de sus internos en las cortinas directas.
Facundo Muller probó con un quinteto con un solo interno para achicar el margen contra su rival, pero jamás pudo encontrar la regularidad desde 6,75 (2/8 en este parcial) y el reloj se aliaba con la visita. Boca disfrutó los recursos de Matías Sandez para lastimar cerca del aro y un triple de Adrián Boccia terminó por decretar el 79-70 definitivo. De esta manera, el xeneize tiene la chance de generar el triple empate en el grupo junto a Gimnasia de Comodoro Rivadavia y San Lorenzo, siempre y cuando derrote nuevamente al elenco de Boedo en la Bombonerita el viernes.
Síntesis:
San Lorenzo (70): Aguirre 14, González 20, Mata 5, Piñero 3 y Williams 7 (F.I.); Batista 8, Caffaro 4, Vildoza 2 y Fjllerup 7. DT: Facundo Muller.
Boca Juniors (79): Konsztadt 6, Flor 4, Boccia 20, Sandes 20 y Leiva (X) 9 (F.I.); Aguerre 8, Larry 3, Sansimoni 6, Gargallo 3 y Facello. DT: Guillermo Narvarte.
Parciales: 21-28, 28-44 (7-16), 52-61 (24-17), 70-79 (18-18).
Árbitros: Juan Fernández – Alejandro Ramallo – Alejandro Zanabone.
Estadio: Polideportivo Roberto Pando, San Lorenzo.
Crónica: Fernando Brovelli (@ferbrovelli).
Que poco interes genera esta LNB. Ayer me puse a ver lo que podria ser un buen partido... El ultimo campeon con sus "lideres" que juegan con una displicencia total, no transmiten nada, no escuchan al entrenador, pareciera que todo les da lo mismo... muchachos por que no copian algo, no digo todo, porque es dificil, pero... lo vieron a Luifa hace muy poco con 39 años lo que empujaba a los pibes. Hagan eso si no tienen mas ganas de jugar, potencien al resto. Cosa similar pasa en Boca, ayer gano, pero en mas de una oportunidad los jugadores solo transitan el partido como esperando la bocina final. Es por esto que los procesos largos no prosperan en este pais, Manu, Duncan, Tony; mas ganaban; mas querian ganar. Un visionario Gonzalo que la vio venir..... Argentinida (mediocridad) al palo!!!!!
ResponderNo me gusto la actitud ni gestos de Müller anoche, quedándose displicentemente sentado en el banco mientras su pivot Williams se retorcía de dolor en la pistal Otra, todos erraron y mucho, tbn con un muchas pérdidas de bola, SIN EMBARGO solo sento en el banco a uno, quitándole la confianza. ASÍ NO FACU !!!
ResponderCuántos partidos ya perdió San Lorenzo en este ciclo ?. Y contra Peñarol no fue por la bomba de Mata, era otro para atrás. Parece un equipo cansado de fin de temporada, Vildoza ,Fjellerup, Gonzalez, Cafaro muy lentos, con esa edad, debieran salir disparados en cada ataque. Pésima la rotación del DT. Repetitivo con la misma receta de jugar a lo que le salga a Aguirre y Mata. Mediocridad por donde se busque. Los dirigentes quieren ser más protagonistas que los DT, jugadores y los procesos. Así nos va.
ResponderEra hora. San Lamento, un equipo cansado y sin ideas. Entregaron el partido prácticamente desde su inicio. Los ex Instituto, solo mostraron camiseta nueva. nunca vi errar tantos lanzamientos a los jugadores de los dos equipos. Desde zona tres, menos que menos. Creo, de ser así, que éste año nuestra Liga inscribirá otro nombre como el campeón. Capitulo aparte para Martín Leiva. Con los años que tiene, mostró todo el corazón de siempre. Felicito a Boca por vencer a los ganadores de todo. Saludos al mundo del básquet.-
ResponderBien muy bien ganarle a los cuervos cosa de que alguna vez muerdan el polvo. Con que poquito si se hicieran bien las cosas dirigencialmente se le podria pelear la liga y no ver como la ganan ellos Pero con alifraco al frente y con narvarte de dt no da ni para soñar de que la cosa cambie.. Bien Boccia , bien Sandes y de a poquito Leiva se va acomodando. Que les paso a Flor y Gargallo se ponen de acuerdo para jugar para tan mal porque peor imposible Y que trucker el viernes tampoco pueda jugar......jejeje Pobre basket Pobre Boca.
Responder
Fin de ciclo 24/10/2019
Tinelli no es tonto. Para ser campeón de todo necesitás 4 americanos fuertes. Este año hay 1 solo (Tucker). Equipo de transición barato en dólares para un país igual. 5 jugadores y cuerpo técnico nuevos. Justo este año que Vildoza y Fjellerup con Gonzalo García, estaban para grandes cosas. Otra vez al banco con 10 min en cancha como mucho. Penka y Marcos jugando 35 min, llegan a fin de año rotos. Y Tucker ya se rompió. Técnico nuevo salva su cabeza sin nada raro, jugando con los 3 ex Instituto. No hay juego colectivo, no hay marca, no hay dinámica, un equipo para pelear el 4° puesto. Lástima. Da igual ver a San Lorenzo que a cualquier otro. Bajen el precio de las entradas.
Responder