John Thomas se golpea el pecho, estira su camiseta y lo grita con la tribuna. Hugo Luna se abraza con su cuerpo técnico, después con su mujer. Julián Mendia arranca la loca carrera y se confunde entre la maraña de compañeros que salen disparados desde el banco. Ganó Rosario Basket, ganó Sportivo América, que en definitiva en este caso es lo mismo.
La mala racha de cinco derrotas ya es historia, así como el invicto de Echagüe de Paraná, que se extinguió en el Carrillo tras dos emotivos suplementarios. Parece exagerado el festejo para la que al fin y al cabo es sólo una victoria de fase regular. Sí. Pero habrá que comprender el contexto de la lucha para poder estar en cancha en la temporada y también el golpe a golpe de las derrotas contundentes en los primeros juegos, cuando parecía que nada alcanzaba.
Por allí hay que encontrar la razón para las caras de alegría, para los abrazos y las fotos tras el juego. Así como se sufre en la caída, hay que disfrutar la victoria y trabajar para seguir mejorando, pero con una sonrisa. Pero antes hubo un partido, que fue cambiante, que atravesó momentos frenéticos, otros densos, y un final extendido en el que dividieron miserias y méritos hasta que el martirio de la línea de libres los obligó a desempatar.
Hugo Luna achicó la rotación, concentró los minutos de conducción en Matías Stival, apostó a Giarraffa como tirador, Dubois como balance y Meinero y Thomas como internos. La movida le dio resultado para comenzar a generar conexiones ofensivas, aunque penó en defensa, donde le sigue costando.
Echagüe leyó bien el pick and roll para la caída de Zalio, mientras que Oprandi fue base desde la zona pintada para abastecer a un implacable Moreno (23) que ocupaba bien los espacios que regalaba el local y así Echagüe abrió una brecha. Mientras los fantasmas de los primeros tiempos adversos revoloteaban, el DT rosarino pidió minuto y fue con McGee de pivot y Dubois de cuatro. Entre los cambios de defensa y el corazón de los ingresados, hubo una clara mejoría, en contraste con un Echagüe que debía recurrir a los relevos para darle descanso y cuidar las faltas de los titulares.
Los entrerrianos tienen un quinteto más que respetable, pero están cortos de personal (Gaynor todavía no pudo debutar) y el recambio se siente. Rosario Basket sacó ventaja.
Esta vez los altibajos de rendimiento locales se encontraron con un adversario que sufría males similares y por eso el partido caminó de manera inexorable hacia el final cerrado. Primero fue Mendía anotando por un lado y Carnovale con la respuesta, después Thomas y Meinero ganando cerca del cesto y la contrapartida de Zilli y compañía.
Lo tuvo Rosario Basket en el cierre del tiempo regular, pero entre un doble fallado y una falta no sancionada, llegó el tiempo extra. Lo tuvo Rosario Basket en el suplementario, pero entre una ventaja dilapidada y un triple de mitad de cancha que no entró (Giarrafa hubiera ganador el partido y el cuatriciclo), llegó el segundo período extendido.
Lo tuvo Rosario Basket con un Thomas que apareció en el momento clave, pero Meinero metió la falta a nada del final y Carnovale tuvo los libres para ir al tercer tiempo extra. Al Negro le falló la puntería en el segundo lanzamiento y desató la alegría de todo el equipo local.
SÍNTESIS
ROSARIO BASKET 96: Matías Stival 17, Federico Giarraffa 7, Thiago Dubois 7, Andrés Meinero 19, John Thomas 23 (fi), Mauro Gauna 0, Julián Mendia 15, Sharwyn McGee 8, Francisco Zuccali 0. DT: Hugo Luna
ECHAGÜE 95: Ignacio Fernández 13, Alan Moreno 23, Agustín Carnovale 26, Bruno Oprandi 6, Laureano Zalio 5 (fi), Alejandro Zilli 8, Charles Parker 0, Gerónimo Rosso 8, Gonzalo Romero 6. DT: Oscar Bonell.
ESTADIO: Rodolfo Carrillo (Sportivo América)
ÁRBITROS: Maxi Cáceres, Guillermo Grondona y Iván Andereggen
PARCIALES: 19/24, 37/41 y 51/59
fuente: EL CIUDADANO WEB DE ROSARIO
DEJA UN COMENTARIO