Intensidad

• 11/06/2004
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La palabra intensidad es la que mejor define a estos Detroit Pistons que tienen en jaque al poderoso Los Angeles. Detroit no luce, pero mata. Ha sido notablemente superior en los tres partidos de la serie final y por poco no está hoy día con una ventaja de tres a cero. Anoche le dio una paliza ejemplar a Los Angeles, venciéndolo por 20 puntos y dejando a la franquicia multicampeona con su total más bajo de anotación en una final de liga, tras el 88-68 del marcador.

Sólo algunos números pueden reflejar lo que Detroit le está haciendo a Los Angeles. Por caso, dominó los rebotes (59 contra 39) y nunca estuvo abajo en el tablero. También tiró mejor pero, increíblemente, no fue eso un gran factor. Las claves hay que buscarlas por la ejemplar defensa del equipo de Larry Brown, con una presión asfixiante y una entrega que no se habían enfrentado los Lakers en los playoffs.

Porque Detroit ha demostrado ser la horma del zapato de Los Angeles. Lo tiene maniatado con defensa y muchas ganas de triunfar. Sus jugadores no dan por perdida ninguna pelota. Así lo demuestran dos acciones del tercer cotejo. Arriba en el último cuarto por 14, Lindsey Hunter se tiró al piso entre dos Lakers para recuperar un balón y pasarle al intratable Richard Hamilton, que anotó con falta incluida.

Otra no menos situacional: pase de media cancha a Shaquille O’ Neal y anticipo del veterano Elden Campbell, que corrió la cancha sólo con sus más de 2,11 metros y, tras pase de Hamilton, volcó la pelota en contragolpe. La jugada currió a principios del cuarto período y dio a los Pistons una ventaja de 18 puntos.

Todo fue cuestión de actitud. Detroit nunca ha bajado los brazos a excepción del suplementario en Los Angeles. Y ha obtenido su premio. Además de defender de forma excelente, también atacó inteligente. Apoyado en sus dos pilares que mantienen un gran nivel.

Richard Hamilton terminó con 31 puntos, seis rebotes y tres asistencias y Chauncey Billups volvió a jugar un gran partido como cerebro del equipo al conseguir 19 puntos, con tres asistencias y dos rebotes.

Pero no estuvieron solos. El alero Tayshaun Prince secó a Kobe Bryant y aportó 11 puntos con seis rebotes. También el pivot Ben Wallace y el alero Rasheed Wallace se combinaron con 21 rebotes -11 y 10, respectivamente- y siete y tres puntos, para ser de nuevo los hombres decisivos en el apartado defensivo de los Pistons, que superaron a los Lakers con 59 balones capturados bajo los aros por sólo 39 para el equipo angelino.

Para hacer más claro el pésimo partido ofensivo de Los Angeles forzado por la defensa local, los 68 puntos es la peor marca en toda la historia de los 560 partidos que los Lakers han jugado en la fase final del campeonato de liga desde que se estableció el reloj.

“La gente pensó que íbamos a salir hundidos por lo que sucedió en el segundo partido, pero somos un equipo con carácter y clase”, declaró el base Billups. “Estamos listos para seguir luchando por el título”. Lo que se dará el domingo en el Palace de Auburn Hills con el cuarto partido. Si vencen, los Pistons tendrán oportunidad de lograr el anillo en su casa, ya que el quinto juego será también en el Palacio.

El banco de suplentes local, encabezado por Corliss Williamson (seis puntos), aportó 17 tantos. Los Pistons tuvieron un 40,8 por ciento de acierto en los tiros de campo; el 33,3 de triples y el 70,0 desde la línea de personal.

“La clave de nuestro triunfo estuvo en que tiramos muy bien a canasta en los momentos decisivos y un 40 por ciento de acierto para nosotros antes los Lakers es algo fantástico”, subrayó Larry Brown.

Lo de los Lakers, mejor ni hablar. “No hay nada que objetar al triunfo de los Pistons, sencillamente nos barrieron en el campo y nunca supimos reaccionar”, declaró Bryant, que anotó sólo cuatro de 13 tiros de campo. “Como es lógico al estar abajo en la serie la presión ahora se coloca de nuestro lado”.

“Shaq y Kobe no pudieron hacer su juego de ataque y les tocó tirar desde muy lejos por lo que no pudieron ser efectivos ante la defensa de los Pistons”, explicó Phil Jackson. O´Neal encabezó el ataque con 14 puntos, pero sólo anotó 7 de 14 tiros de campo y falló los dos tiros de personal que hizo, mientras que Bryant con un solo punto anotado en la primera parte, aportó 11 para ser los dos únicos jugadores que superaron dobles dígitos.

El resto de los jugadores de los Lakers, que tuvieron un 36,5 por ciento de acierto en los tiros de campo, siguieron sin poder superar la barrera de los 10 puntos en los tres partidos disputados. Ni Gary Payton, con seis puntos (2 de 7 tiros de campo) y el alero Karl Malone, lesionado en su rodilla derecha, que aportó sólo cinco puntos, fueron factores positivos para los Lakers, que se ven en una situación comprometida.

“Lo primero que tengo que decir es que el equipo jugó un gran baloncesto, pero también que me sorprendió la manera como lo hicieron los Lakers”, declaró Brown. “Soy un admirador de los Lakers, pero tal vez la lesión de Karl Malone les restó intensidad”. Ahí estuvo la clave. En esa última palabra. Esa que define las ansias de gloria de uno con los impedimentos de otro. Y que podría ser decisiva en el desenlace.

Síntesis:

Detroit (88): Billups 19, Hamilton 31, Prince 11, Rasheed Wallace 3 y Ben Wallace 7 (FI); Hunter 2, Williamson 6, Campbell 5, Okur 2, James 0, Ham 2 y Milicic 0. DT: Larry Brown.
Los Angeles (68): Payton 6, Bryant 11, George 8, Malone 5 y O’ Neal 14 (FI); Medvedenko 3, Walton 4, Rush 8, Fisher 9, Cook 0 y Russell 0. DT: Phil Jackson.

Parciales: 24-16, 39-32 y 63-51.
Jueces: Callahan, Crawford y Garretson.
Estadio: The Palace of Auburn Hills (Detroit).
Serie: 2-1 Pistons.

Fuente: Espn Deportes y NBA.
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