Con el triunfo del domingo, los Pistons puso la serie 3-1 y se colocó a una victoria de convertirse en el mejor equipo de la NBA y de paso romper con el dominio que desde 1996 establecieron los equipos de la Conferencia del Oeste.
En los cuatro partidos que se han disputado hasta ahora Detroit ha dominado tanto en el aspecto físico como el estratégico al quinteto angelino, que hasta ahora ha sido incapaz de contrarrestar el planteamiento de su rival.
La estrategia del entrenador de Detroit, Larry Brown, hasta el momento ha sido muy exitosa, pues no centra su atención defensiva en Shaquille O“Neal y Kobe Bryant, lo que ha resultado además de sorpresivo muy efectivo.
Otro aspecto que también ha sido clave es el físico, pues Detroit ha basado su éxito tanto en la postemporada como en la campaña regular, en una pegajosa marca y en el contacto físico que poco a poco va minando a su oponente y a no dejar que su rival piense y haga sus tiros de manera cómoda.
Mucho se podrá decir que el resto del plantel californiano no ha respondido, ya Gary Payton, Karl Malone ni los demás integrantes del quinteto angelino han podido ayudar a que su escuadra gane en este serie.
Por otra parte, la arrogancia está siendo estragos en las filas del equipo angelino, pues si bien Detroit los ha dominado de manera convincente en toda la serie, jugadores como Bryant no ha dejado de declarar que Lakers no ha dado lo que de ellos se espera.
Este afán de demeritar el trabajo del oponente no sólo puede ser un acto de soberbia, sino que podría ser un indicio de la división existente en este equipo, donde el duelo de vanidades ha hecho mella en este plantel.
Si Lakers no logra ponerse de acuerdo, si Bryant sigue empeñado en ser el que más destaque y por ende el héroe del equipo, el plantel californiano difícilmente podrá remontar en esta confrontación ante un conjunto que ha demostrado ser, ante todo, compacto y unido.
Kobe Bryant reconoce que su baja ofensiva se debe en gran medida a la defensa de Tayshaun Prince
El escolta estrella de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, volvió a reconocer que no estaba tirando bien a canasta y que de nuevo la defensa de los Pistons de Detroit, y en especial el alero Tayshaun Prince, habían hecho un gran trabajo.
”Estoy tirando muy mal, pero la verdad es que la defensa me fuerza a hacerlo en mala posición y Prince tiene unos brazos muy largos, difíciles de superar“, explicó Bryant, que anotó 20 puntos, pero falló 17 de los 25 tiros de campo que hizo. ”La defensa de los Pistons no te hace ninguna concesión“.
Bryant explicó que cuando pasó el balón a otros compañeros tampoco anotaron los puntos que el equipo necesitó y ahí estuvo otro de los factores de la derrota.
”No estoy poniendo excusas, pero al final nos faltó de nuevo la consistencia en el apoyo de todos“, valoró Bryant.
La estrella de los Lakers se enfrentó verbalmente con el entrenador Phil Jackson cuando le recriminó por seguir haciendo tiros a canasta en lugar de pasar el balón y luego recibió una falta técnica por protestar una decisión del árbitro contra Gary Payton.
”Lo de la falta técnica fue algo ridículo por le fui a comentar el por qué le había pitado la falta a Payton“, comentó Bryant. ”Lo de Jackson son cosas normales entre jugadores y entrenador“.
Bryant reconoció que la derrota reflejaba que los Pistons habían hecho de nuevo el trabajo y su equipo no actuó de la misma manera.
”Honestamente creo que no estamos haciendo nuestro trabajo, aunque salimos al campo con más espíritu de lucha y buscando el triunfo que no llegó“, señaló Bryant. ”Somos conscientes que estamos al borde del abismo y que necesitamos ganar el quinto partido“.
Fuente: EFE y Espndeportes
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