Bahía no tuvo grandes porcentajes en sus lanzamientos de tres puntos, pero aún así, a través de esa vía mantuvo su ofensiva siempre activa y fue el arma que le dio soluciones desde el inicio del partido. Esto ocurrió en los primeros diez minutos y se extendió a lo largo de todo el juego, incluso cuando Instituto llegó a tomar ocho puntos de diferencia (13-5) sobre la mitad de ese primer segmento.
Con mucho movimiento dese el banco de suplentes para ambos equipos, pero con mayores resultados desde los números para los bahienses, el equipo dirigido por José Luis Pisani anotó un 6/14 de larga distancia para comenzar a desnivelar el marcador a su favor. De esa manera y con 9 puntos de Filippa, el equipo visitante se fue arriba en los números por 20-24 al término del primer cuarto.
En el segundo, Instituto siguió sintiendo el castigo de Bahía de tres puntos, aunque con baja efectividad (9/25-36%), aunque la Gloria supo siempre que podría marcar diferencias en la zona interna con penetraciones y rompimientos. De esa manera, el equipo cordobés (20-8 en la primera mitad en ese sector de la cancha) fue encontrando algunas soluciones, intentando tener mayor movilidad de pelota hasta llegar a esas definiciones.
Martín Cuello fue fundamental en ese tramo del partido, logrando 9 puntos en el segundo cuarto y siendo factor desequilibrante en ese trabajo de penetraciones y salidas rápidas para llegar al cesto bahiense. De todas formas, este pasaje no pudo levantar en los números a Instituto, que se fue al descanso largo abajo nuevamente en el tanteador, ahora por la mínima 40-41.
A la vuelta de los vestuarios, Bahía fue encontrando otras respuestas de sus jugadores peleando y llevando el juego más cerca del cesto cordobés y, aunque se siguió alimentando de algunos triples, ese tramo del partido mostró por primera vez variantes para la visita. El tridente Filippa, Levy, Ruesga (12 puntos cada uno) tomó un gran protagonismo, con 26 puntos totales en los primeros tres cuartos, mientras Pacheco y Martín siguieron haciendo su aporte.
Con esos argumentos Bahía pudo mantenerse al frente en el marcador, pese a algunos momentos de Instituto que le dieron la posibilidad de equilibrar los números en el partido. Sobre el cierre de ese cuarto, el conjunto visitante logró tomar otra vez una leve ventaja que lo dio un pequeño soplo de aire para entrar a los últimos diez minutos arriba en el marcador 67-71.
En el cuarto final, apareció el mejor repertorio de Instituto en el partido, lo que sirvió para dar vuelta una historia que no era favorable para los cordobeses. Con un Gastón Whelan muy derecho en su trabajo de conducción y en el aporte de puntos (11 unidades en los últimos diez), más el desequilibrio que marcaron Cuello y Rassean Davis, con 7 puntos y 13 puntos, respectivamente.
Justamente, el extranjero terminó siendo de lo más desequilibrante del equipo cordobés, sobre todo porque marcó diferencias en un momento difícil del partido para Instituto y porque le dio al local mayor control de su juego interior (54 puntos totales en ese sector para los dirigidos por Ginóbili).
De esa forma, dándole mayor rotación de pelota a su juego ofensivo y corriendo en varios pasajes de ese cuarto final, la Gloria fue sellando los números y consolidando la fortaleza de su localia, no sin tener que pelear otra vez para sacar adelante un partido muy duro frente a un rival aguerrido plagado de juventud.
Juan Pablo Casas
Pick&Roll
DEJA UN COMENTARIO