Para los estadounidenses, en particular, y el mundo del deporte, en general, hoy fue un día que buscarán olvidar pronto. La primicia de TMZ sobre la muerte de Kobe Bryant fue un baldazo, fue entrar en un estado de shock. La NBA, horas más tarde, se encargó de darle unas merecidas palabras. Pero también se esperaba la suspensión de los ocho encuentros de hoy, aunque eso nunca pasó.
Fue la gran yerro de la NBA y se lo recordará por años. La imposibilidad para muchos amigos, ex compañeros y rivales de digerir un acontecimiento de este tipo era algo más que previsible. Las lágrimas, la emoción, los recuerdos y sensaciones encontrados en cada uno de ellos. ¿Era necesario realmente someter a jugar a los equipos en un día totalmente devastador para el básquet y el deporte en general?
Se sobreentiende que detrás de toda la estructura de la NBA, hay muchos patrocinadores que disponen mucho dinero para cada juego. También es entendible que las cadenas de televisión tienen una grilla que respetar (además de los millones invertidos para la transmisión). También es creíble el cuento de que los equipos ya se encontraban en la ciudad y que en el caso de que se suspendiera habría que hacer toda una movida para recuperar ese día perdido. Pero realmente, ¿era necesario?
¿Tantos años en los que Kobe Bryant enseño valores humanos de otro mundo para qué? Para rendirle cuentas de esta forma. Es una falta de respeto total por parte de la organización. Creo que la sensibilidad se la olvidó. O acaso no bastó con ver a LeBron James llorar en el aeropuerto al enterarse del trágico accidente de Kobe. ¿Era necesario hacer ir a los jugadores a las canchas y ver esos rostros tristes por la pérdida de un gran basquetbolista, pero aún mejor ser humano? ¿Dónde quedaron los sentimientos por el otro? Pasaron vergüenza enfrente de todo el mundo. Y los jugadores tuvieron un día traumático que difícilmente se olviden. Tyson Chandler (compañero en la selección de Estados Unidos) rompió en llanto, jóvenes como Trae Young y Devin Booker también conmovidos, atletas experimentados como Kyle Lowry y DeMar DeRozan en un abrazo que habló del dolor que sienten.
Párrafo aparte para los jugadores y los equipos que lograron dar el homenaje que se merece la NBA: en algunos casos violando el reloj de 24 segundos y en otros casos agregando también la violación de los ocho segundos para pasar la mitad de cancha, en honor a Kobe. También gesto más que agradable para las franquicias que se tomaron unos minutos para dedicarle unas palabras al difunto jugador. Es de elogiar también la actitud de Mark Cuban, quien junto con el resto de la comisión directiva de Dallas Mavericks decidieron retirar la camiseta número 24 para que nadie más la utilice. A eso se sumó el rookie de Miami Heat, Tyler Herro, quien expresó su deseo de que “el número 24 se retire y no sea utilizado por ningún equipo de la NBA”.
Los jugadores y los equipos estuvieron a la altura de darle el merecido respeto y descanso a Kobe Bryant, como así también brindarle las fuerzas a Vanessa Bryant y sus otras dos hijas, quienes atraviesan las horas más difíciles. La asociación, en cambio, cometió uno de los errores más graves de la historia. Uno imperdonable y que será recordado.
Juan Ignacio Alburquerque
@JuaniA10
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