Goleo al máximo de dos equipos que tuvieron la capacidad de encontrar por diferentes vías la capacidad de romper los cercos defensivos propuestos por sus rivales en un partido en el que las defensas no lucieron, pero en el que las ofensivas marcaron el camino de la primera mitad. De esta manera se desarrolló el primer cuarto, en el cual, tanto Quimsa como Peñarol hicieron alarde de sus efectividades, jugando buenos ataques y desequilibrando con gran rotación de balón.
Esa rotación fue la que abrió los caminos en ambos costados de la cancha, mientras Tabarez fue el que tomó la posta de los primeros ataques visitantes, seguido después por Johnson, y centrando en la rotación de su banco muchas de las soluciones. Así, Peñarol se escapó en los números (70 por ciento en lanzamientos de campo en el primero cuarto), llegando a tomar su ventaja máxima de 2-9, pero Quimsa con un 0-9 logró sobreponerse, aunque fue la visita la que se quedó con el período inicial 27-31.
El segundo cuarto comenzó con un 5-0 para Quimsa que le dio la ventaja por la mínima en el juego (32-31) con poco más de un minuto jugado y manteniendo en ese período un nivel que le permitió mantenerse siempre en juego en un partido de trámite muy parejo. Tan equilibrado fue que en esa primera mitad se cambiaron doce veces el liderazgo en el marcador. Ambos conjuntos siguieron manteniendo la intensidad ofensiva, castigando en varios pasajes con su juego interior (28-24 en pintos en la pintura) y las defensas sufrieron esos ataques.
Robinson, Miller y Romero Fernández pasaron a ser los líderes del trabajo sobre el cesto rival y de esa manera, volviendo a mover la pelota y tratando de encontrar las mejores opciones en sus ataques, por momentos, sin desesperarse, Quimsa pudo tomar una leve ventaja sobre el cierre del segundo segmento. De esa manera, el local tomó la máxima que pudo en el juego, que fue de seis puntos (55-49), pero un doble de Johnson para Peñarol sobre el final del primero tiempo selló los números 55-51 en la primera mitad.
El retorno de los vestuarios mostró un juego casi calcado a lo del primer cuarto, alto goleo y defensas prácticamente inexistentes, aunque el comienzo del tercer cuarto tuvo más errores y faltas de efectividad con dos equipos que se fueron reacomodando de a poco en la cancha. Se reacomodaron, volvieron a castigarse nuevamente con penetraciones y juegos de cortinas para dejar a los anotadores lo más cerca del aro rival, algo que pareció ser una constante en el partido durante los cuarenta minutos.
Por este motivo, los primeros treinta minutos se fueron con un 42 iguales en puntos en la pintura y, a pesar de la intensidad del juego, seis pérdidas por lado (algo que demostró la poca eficacia de las defensas). Dos equipos con propuestas similares y con elementos anotadores que ya empezaban a presentarse con incontrolables para sus rivales, fueron los denominadores comunes del juego.
Nash definitivamente se hizo cargo del ataque de Peñarol (25 puntos hasta ese momento), lastimando cada vez que se lo propuso a Quimsa, mientras que Robinson asumió gran parte de la responsabilidad de las ofensivas de la Fusión, apoyado en Miller, ambos con 19 unidades. De esa manera, el encuentro siguió siendo de trámite totalmente parejo, incluso en el último cuarto.
Y tan parejo fue, que Quimsa y Peñarol mantuvieron sus porcentajes de campo equilibrados (55 por ciento por lado) y el trámite del juego fue llevando de un lado para el otro el liderazgo en el marcador y las chances de uno u otro no estuvieron definidas hasta el cierre de los cuarenta minutos. Fue tan así que con el 80 a 79 con que dieron inicio los diez minutos finales fue una clara muestra de lo que deparó el cuarto definitorio.
Ninguno de los dos podía despegarse se manera significativa en el tanteador. Entre la igualdad y uno o dos puntos se mantenía la historia. Robinson ya era el comandante de cada ataque santiagueño, mientras que Nash lastimó y lastimó cada vez que se lo propuso en la vereda del frente.
A todo esto, las defensas siguieron ausentes y el partido se mantuvo como un show de ataques en un marco de igualdad absoluta. En algún momento del cruce, Quimsa pudo despegarse a cuatro puntos, después de dos libres de Robinson (94-90 con casi cuatro minutos por jugar), pero Juan Pablo Cantero no estaba dispuesto a que esa brecha se mantuviera y marcó un triple para dejar las cosas a un solo puntos.
Pero el local tuvo más opciones para tomar pequeñas distancias en el partido, tal vez, un poco más ordenado y aprovechando algunos detalles del juego, tales como libres fallados por la visita y falta de efectividad sobre el cierre del segmento final, además de dominar la lucha rebotera 36 a 28. Otra vez Quimsa tomó una ventaja de cuatro (101-97 con 1min11seg por jugar), pero otra vez desde larga distancia, el equipo marplatense bajó a la mínima.
El juego seguía sin decisión, pero Robinson, con otro doble, alejó a La Fusión levemente y así el partido fue transcurriendo entre las situaciones para cada lado y el intercambio de puntos, hasta que finalmente Quimsa pudo tomar una diferencia final que no le dio chances a Peñarol en el juego. Un 107 a 102 que con nueve segundos no le dio ningún tipo de posibilidades a un equipo visitante que peleó y batalló hasta el final, incluso, pudiendo ser el ganador de un juego en el que los ataques superaron ampliamente a las defensas.
Crónica: Juan Pablo Casas (@JPabloCasas)
Fotos: prensa Quimsa
Tienes razón, fui a la cancha a ver ganar a quimsa con relativa comodidad y me llevé una sorpresa, lo que mejoró es impresionante, es más, en un momento pensé que se lo llevaba peña porque no perdía efectividad y la intensidad con la que defendía era increíble. Ganamos porque venimos derechos y Robinson es de otro planeta. Saludos, vamos la fusión!!!
Realmente cuanto mejoró Peñarol. Felicitaciones. Aguante Quimsa. Esta temporada le pegamos con los extranjeros.
ResponderRomero y Miller son muy buenos bajo el tablero. Robinson es de otro planeta. Ravenel cuando está derecho tambien castiga de 3 lo cuál obliga a marcarlo afuera tambien. Hay equipo.
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TODAVIA ESTAMOS ACA 01/02/2020
Hasta hace muy poco, estos partidos los perdíamos, mínimo, por 20. La mayoría del resto los perdìamos por 15. No estamos mal. Ganemos los que hay que ganar, con no estar mirando "si X pierde con Y y Z gana por 23 contra Fulanete, se produce un quintuple empate y el descenso lo juegan por la tòmbola de Montevideo", me conformo.
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