Obras fue un equipo lleno de confianza en el primer cuarto del juego, con un sólido trabajo en ofensiva, pero dando lo mejor en defensa, desde donde cerró las vías de conversión de un Instituto tuvo muy baja efectividad de campo, culpa de esa gran tarea defensiva del local (9/27-33 por ciento). Ese fue el primer fundamento usado por el conjunto “rockero” para empezar a despegarse en los números.
Gregorio Martínez buscó rápidamente opciones desde su banco de suplentes, en donde encontró esas repuestas (10-3) y se sintió cómodo para atacar el cesto rival, incluso desde larga distancia, sin ser ese su fuerte (3/5 en el primer cuarto. De esa forma, el equipo local fue ensanchando la brecha y despegándose hasta tomar once puntos de ventaja, que terminó sellando en nueve en los primeros diez minutos (23-14).
En el segundo cuarto, Obras siguió el mismo camino, que fue tan positivo en los primeros diez minutos, plantándose muy bien en defensa y bloqueando las ofensivas de Instituto, que buscó la forma de mover la pelota, pero siguió con poca efectividad en el costado ofensivo, por momentos ante la zona propuesta por el local. El equipo dirigido por Sebastián Ginóbili sólo tuvo en las ganas y fuerza de Gastón Whelan (8 puntos en el primer tiempo), los más destacado de ese período.
Sin embargo, esto no alcanzó para el equipo cordobés y Obras fue tomando mayor confianza a medida que el juego avanzaba, llegando a tomar quince puntos de ventaja en el comienzo del segundo segmento (29-14) y encontrando en Pedro Barral y en Fernando Zurbriggen (ambos con 10 puntos en el primer tiempo) soluciones en el ataque. De todas formas, lo mejor del local seguía en el costado defensivo (le permitió un 33 por ciento en lanzamientos de campo a Instituto en la primera mitad y un 2/12 en triples).
Instituto, que perdió el primer tiempo 42-30, tuvo un mejor comienzo de la segunda mitad, con un parcial de 2-8 en los primeros dos minutos, bajando la diferencia a seis puntos (46-38). Cuando pareció el renacer de la visita en el partido, fue el dueño de casa el que apostó por momentos a una defensa zonal y en otros a la individual, pero cualquiera de las opciones siguió complicando a los cordobeses, que a esa altura ya buscaban soluciones individuales lejos de algún esquema colectivo.
Después de eso, Instituto nunca logró salir de la sombra en su juego y el Tachero siguió marcando diferencias, pese a ese mejor comienzo de ese tercer cuarto por parte de La Gloria y, a partir de allí, nuevamente todo volvió a ser del anfitrión. Con una ráfaga demoledora de 11-3 tras ese momento positivo del equipo cordobés, Obras volvió a despegarse y a torcer la historia a su favor, pensando en los últimos diez minutos.
En el cuarto final, con el marcador 66-49 para el local, Obras mantuvo la intensidad en un alto nivel, dejando expuestos errores de un Instituto que nunca pudo volver al juego y que padeció su falta de efectividad desde el inicio mismo del encuentro (22/62-35% total). Con su defensa como bandera principal, el local sólo se encargó de mantener bloqueado a Instituto y de manejar el trámite hasta el final.
Con Zurbriggen y Barral (21 y 17 puntos totales, respectivamente), los de Martínez fueron cerrando la historia a su favor, con buena efectividad en lanzamientos de campo (29/61-47 por ciento totales) y una tarea certera de larga distancia (12/23-52 por ciento), llevando el juego a un final sin complicaciones y con una diferencia categórica de 92-69 con la que Obras corta una racha de cuatro derrotas consecutivas.
Juan Pablo Casas
Pick and Roll
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