Boca no quedó lejos de los primeros ocho pero sus vaivenes fueron en exceso. Desde un excelente arranque hasta una mitad con pocas luces, intentó de remontada en el cierre pero sin el éxito esperado. Buenos nacionales con experiencia para sobresalir pero extranjeros que no funcionaron. Pasajes de muy buen basquet y otros en el cual el equipo lució perdido y sin ideas.
Una localía fuerte, llegó a festejar afuera pero en cuenta gotas. Funcionó colectivamente pero careció ofensivamente, lo cual lo dejó con menos chances de las habituales para conquistar una mejor posición y pelear de lleno en el top 8. Contó con encuentros de calidad en defensa pero siempre con el debe en algún apartado para no dar el salto de calidad.
Boca finalizó décimo en las posiciones. Una marca de 13-13 que marca sus notables altibajos, puntos altos por momentos y otros donde no tuvo estabilidad de juego ni ofensiva. Un par de juegos más que Olímpico, a medio juego del octavo Regatas y lejos de San Martín, séptimo en las posiciones. Contó con una fuerte localía (9-4), le costó festejar afuera (4-9) sobre todo por la carencia en ataque con la cual contó (77.9 ppp), aunque fue de los mejores en ideas atrás (77.8 ppp) para sobrevivir e ilusionarse en la parte alta.
Boca tuvo un muy buen rendimiento de local. Si bien la ofensiva no fue justamente lo que sobresalió (80.0 ppp con 29% en triples), el equipo fue generalmente consistente en su andar colectivo y defensivo (76.7 ppp). No contó con rachas extensas de victorias pero generalmente logró dominar a sus rivales y sacarlos de sus promedios habituales, mientras que en las caídas perdió el foco atrás generalmente.
Si bien comenzó perdiendo con Comunicaciones, luego entabló tres victorias seguidas a su ritmo con un goleo repartido, donde Boccia, Aguerre y Flor fueron estandartes absolutos. No pudo ante Ferro en un juego de errores adelante pero ante Estudiantes tuvo su mejor producción (9-18t3, 43 reb y 23 asist con +113).
Generalmente fue consistente, pasó bien la bola (20.8 app) y tras caer ante Instituto volvió a encarrilar tres triunfos en fila. Sufrió por su eficacia pero ganó su recobre, desde lo colectivo fluyó para sonreír nuevamente. La pasó mal ante San Martín pero dejó la vara alta ante Bahía con sus 94 pts, 42 reb y 27 asist
Como visitante tuvo muchos altibajos. Boca sorprendió con su arranque positivo afuera en los primeros tres partidos (2-1). Doblegó a Obras y luego Libertad manteniendo su calidad defensiva pero las falencias adelante (75.8 ppp con 30% en triples) le costaron caro. Trató de sostenerse atrás pero su perímetro funcionó menos, también el pase extra (14.8 appp) y la relación con las pérdidas (14.6) no fueron positivas.
Tres derrotas seguidas con una muy dura ante San Lorenzo en el cierre, aunque contó con mejores sensaciones en su paso por Córdoba tras perder al filo con Instituto y levantar vuelo en ofensiva ante Atenas. Enero y casi todo febrero fueron el derrumbe del equipo en números y defensa. Llegaron cinco caídas en fila con 15.5 pérdidas por juego, el perímetro muy torcido y los rivales aprovechando las falencias.
Llegó un juego histórico ante Platense con apenas +37 de valoración (57 - 48), dejó pasar su chance ante Bahía y fue aplastado por Comunicaciones (93 - 60 con 17% en triples, 13 asist y solo +60). Así y todo cerró con una sonrisas en Concordia. Tuvo una grata versión en ambos costados, pasó mejor el balón y festejó para al menos tener un alivio fuera de casa.
El xeneize tuvo un extraño comienzo de temporada. Sorprendió como visitante, mostró del principio sus rasgos defensivos pero pronto acumularía una caída en casa. De a poco subió su nivel en general, logró ensamblar como conjunto para quedar 5-2 con 75.0 ppp en contra y tres goleadas incluidas (Atenas, Libertad e Hispano) hasta principios de diciembre. Le costó sostener ese nivel y también encarrilar victorias seguidas.
Cayó en su primer bache, sobre todo ofensivo que le costó cerrar partidos y tener regularidad. Boccia (14.1 ppp, 4.1 rpp, 2.6 app) y Flor (13.1 ppp) fueron los mejores adelante pero con muchos jugadores de rol sin tan altas producciones ofensivas. Perdió 4 de los siguientes 5 partidos (en tres de ellos no superó los 70 ppp ni el 24% en triples). Agregó a principios de enero a su plantilla a Washington (6.4 ppp, 3.9 rpp) pero respondió poco adelante.
Ante Atenas y Estudiantes levantó todos sus porcentajes, volvió a ganar pero su inconstancia hizo que no mantenga ese nivel. Aguerre (12.3 ppp, 38% en triples, 5.6 rpp) acompañó sumado al laborioso Sandes (9.0 ppp, 6.4 rpp, 3.6 app) pero pocos con facultades ofensivas en general. El cierre de enero y principio de febrero fue el peor momento. Cuatro derrotas seguidas, tres de ellas sufriendo 88.0 ppp en contra y peor ante Platense (57 - 48 con +37 de valoración simplemente). Se unió un mal andar colectiva, pérdidas y ofensivas sin éxito.
Mejoró en los últimos ocho encuentros, sobre todo en casa además de festejar en Concordia. La pasó mal en Bahía y sobre todo en Mercedes (93 - 60) y sus vaivenes fueron moneda corriente. En los últimos tres encuentros subió sus números, tuvo otro ritmo para vencer a Argentino, flaqueó atrás ante San Martín y elevó en grande su tarea ante Bahía, siendo lo último de este xeneize de momentos.
José Fiebig
@Josefiebig
XENEIZES 14/07/2020
Boca merece estar arriba siempre. Buena Noticia....se fue Guillermo Narvarte. La elección del técnico será fundamental. Jugadores hay. Renovaci+on a la mayoría. Una base nueva, un pivot y vamos Boca.
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