Agustín Cáffaro es uno de los tantos argentinos que, sin actividad al menos hasta octubre en la Liga Nacional (LNB), decidió irse al exterior y a la Liga Metro de Uruguay, la segunda división de ese país en la que confluyeron varios coterráneos con el objetivo de seguir en acción dentro de una cancha y, también, tener ingresos económicos.
En el caso del pivote santafesino de 25 años que fue subcampeón del Mundial de China con Argentina en 2019 su destino fue Urupán de Pando donde ocupará ficha de extranjero y, en una entrevista que brindó a Pick&Roll recalcó que llegó a un club con el que comparte “el objetivo de seguir progresando”.
Y agregó: “El objetivo es pelear por esos dos lugares que hay para lograr el ascenso. Me da un poco de ansias y tengo muchas expectativas. Sé que voy a estar en un rol distinto al que venía teniendo esta última temporada y está bueno para poder pulir ese costado de mi juego”.
- ¿Cómo te surgió la posibilidad de ir a Urupán y por qué la aceptaste?
-Cada tanto nos escribimos con Esteban Batista y un día me tiro que había una posibilidad en Uruguay. La verdad venía con la cabeza metida en entrenarme porque me queda una temporada más en San Lorenzo y no lo había pensado, pero se me estaba haciendo cada vez más larga la vuelta de la Liga Nacional y en todo ese tiempo no pude hacer nada con oposición.
Así que hable con Carlos Prunes y evaluamos las posibilidades. La única salida que tenía, por los tiempos estimados para la vuelta de la LNB era esa. Y no lo dudé mucho. Necesitaba volver a entrenar contra alguien y en equipo. Y volver a jugar y a agarrar ritmo de juego.
- ¿Qué sabías antes del club y del Metro y qué te sedujo?
-Por lo que pude ir averiguando y conociendo es un club que tiene casi 100 años pero que ha evolucionado mucho en el último tiempo. Tiene gente atrás con muchas ganas de seguir creciendo y tienen ganas de jugar la liga uruguaya.
Del Metro sé que es una liga en la que se juega fuerte. También sé que elevó mucho el nivel por la situación en la que estamos viviendo. Así que me pareció un combo ideal para este momento. Voy a tener la competencia que necesito y estoy en un club con el que comparto el objetivo de seguir progresando.
- ¿Qué objetivos tenés en lo individual y colectivo?
-Colectivamente, como dije antes, el objetivo es pelear por esos dos lugares que hay para lograr el ascenso. Ya estuvimos charlando con el entrenador y con la gente del club y no se percibe esa presión de ganar o ganar que existe en algunos lugares.
Pero tenemos equipo para estar arriba y lógicamente vamos a hacer todo lo posible para conseguirlo. En lo personal es una oportunidad para seguir progresando en esta meseta que se creó por la pandemia. Se me abre una puerta qué tal vez en otro contexto no se me hubiera abierto y quiero usarla para seguir avanzando.
- ¿En cuánto influyó la decisión de irte a Uruguay el hecho de que en Argentina no hay LNB al menos hasta octubre?
-La situación influyó en un 100%. Cómo respondí antes tengo contrato por un año más en San Lorenzo. En una situación normal terminábamos en junio julio y en agosto estábamos entrenando. O si la fecha de inicio hubiese sido septiembre no podría estar acá.
Dadas las condiciones, y sin una fecha 100% cierta, decidí después de charlarlo con la gente del club buscar una salida de dos o tres meses hasta que todo vuelva a la normalidad. Y si la LNB empieza en octubre o noviembre cómo está previsto, terminaría con Urupán y me reincorporaría a San Lorenzo.
- ¿Cómo te preparas para tu primera incursión en el básquet fuera de Argentina?
-Me da un poco de ansias y tengo muchas expectativas. Sé que voy a estar en un rol distinto al que venía teniendo esta última temporada y está bueno para poder pulir ese costado de mi juego. También está bueno poder empezar a vivir la experiencia de ser extranjero.
A pesar de que estoy cómodo en la LNB y voy a poder jugarla al menos una temporada más, quiero dar un paso a Europa en un futuro no tan lejano. Tengo que seguir preparándome y trabajando para que se dé, pero lo tengo en mente. Así que esta bueno para aprovecharlo también de ese lado, ya que a pesar de estar tan cerca y en una cultura tan parecida a la nuestra ya no estoy en mi país.
- ¿En cuánto influyó tu desempeño individual y en lo colectivo en el Mundial para en tu carrera?
-Pienso que influyó mucho. Mi llegada a la Selección Argentina y todo lo que pude vivir el año pasado hizo que me sienta realizado porque trabajé mucho para ganarme ese lugar. Pero lo que más me hizo sentir es que cuanto más trabaje más puedo lograr. Si me duermo o me relajo, pierdo. Soy consciente de lo que se logró grupalmente e individualmente el año pasado.
Sé que es inmenso y difícil de superar, pero es algo que va a estar conmigo toda la vida y no me lo va a quitar nadie. Tengo 25 años y siento que tengo mucho por trabajar y progresar, por ende trato de concentrarme en eso, en seguir avanzando y alcanzando los objetivos que tengo por delante. Es mi forma de estar tranquilo y de saber que, llegue donde llegue, el día de mañana no me voy a reprochar nada.
Emir Diamante
Pick&Roll
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