Si un jugador estaba esperando Quimsa para su vuelta, ese era Brandon Robinson. El escolta brilló en la pasada Liga Nacional, fue una de las claves por las cuales el santiagueño llegó a estar primero y metió una final en el Final Four de Comodoro. Además de ser estandarte en el inicio de la Champions League hasta la final. Lógicamente que era necesario esperar por su vuelta.
El torneo de Robinson fue casi de maravilla. Cerró con 20.8 ppp, 5.8 rpp y 4.0 app en los nueve partidos disputados. Su punto ofensivo más alto fue ante Franca (27 pts, 2 reb, 2 asist) en fase de grupos. Un gana partidos, el jugador de las pelotas claves y más difíciles en cada partido.
Su nivel se incrementó notablemente, y de hecho fue clave en las instancias finales. Ante Mogi Das Cruces se despachó con 23 pts, 4 rebotes y 4 asistencias, mientras que en el segundo partido aplicó casi un triple doble (13 pts, 7 reb, 11 asist).
Además su calidad se vio reflejada en la serie ante San Lorenzo. Determinante para el 1-0 en Boedo con sus 25 pts, 10 rebotes y 4 asistencias, Quimsa lo extrañó en el segundo partido y cerró con una semana de lujo. Tomó ritmo desde su llegada de México (jugó para Astros de Jalisco) y tras una primera parte muy floja, aportó 12 pts, 6 rebotes y 3 asistencias para reaparecer en escena como el Robinson al cual nos tenía acostumbrado.
La puntada final la dio en Uruguay. Cargó la muñeca y su importancia creció por minuto. Mejoró sus porcentajes a distancia, tuvo pasajes individuales de gran importancia (sobre todo en el segundo cuarto cuando Flamengo pasó al comando).
Cerró con 11 pts la primera mitad y mucho por descargar aún de su muñeca brava. Con lapsos en el tercer periodo pero indudablemente lo mejor para el final. Dos bombazos seguidos para pasar al frente, triples con convicción, firmeza y esa determinación de un goleador de raza. Bombazo para el +6 en el final y libres para ponerle la firma. El as en ofensiva, el MVP.
José Fiebig
@Josefiebig
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