Esta victoria permite a la Selección Española finaliza en el séptimo puesto y con menos derrotas que el futuro campeón, al que ha derrotado. El intrascendente partido fue un trámite sin mucha historia, un choque en el que se lució un espectacular Pau Gasol: 37 puntos con 14/16 tiros de dos y 9/13 tiros libres
Ciertamente, la Selección Española no jugó con la intensidad de otros días, siendo algo más blanda en defensa y teniendo más dificultades en ataque, pero enfrente estaba China, un conjunto débil que al contrario que España ha acabado donde le correspondía (o incluso por encima). De este modo, el partido fue asequible, casi un trámite con victoria asegurada.
Pau Gasol culminó un torneo magnífico con otra exhibición, comiéndose a Yao Ming (sólo 14 puntos) en defensa y anotando 37 puntos en ataque gracias a un casi infalible 14/16 en tiros de campo y 8/11 tiros libres, bien acompañado por los 20 tantos de Jorge Garbajosa, el único acertado en el tiro triple, verdadera cruz durante todo el torneo. A destacar también el papel de José Manuel Calderón, que repartió seis asistencias y dio orden al juego español.
Este claro triunfo español supone la séptima plaza, pero sobre todo significa la certeza de finalizar el campeonato con menos derrotas que el campeón, bien sea Argentina o Italia, y si Lituania no bate a Estados Unidos en la lucha por el bronce, como la selección con menos derrotas. Incluso, sólo los bálticos podrían superar su número de victorias (6) e Italia y Argentina, igualarlas.
Sítensis
China (76): Liu (3), Fanguy Zhu (4), Li (16), Mo (4) (x) , Ming (14) (x) (FI) Chen (-), Yunsong Zhang (-), Guo (11), Jinsong Zhang (-), Yi (8) (x), Menke (5) y Du (11).
España (92): Calderón (2), Navarro (9), Jiménez (-), Gasol (37), Garbajosa (20) (FI) Iturbe (-), Comas (3), Reyes (6), Yebra (2), Dueñas (7), Fernández (2) y De la Fuente (4).
Parciales: 21-25, 32-42, 50-65.
Arbitros: Chiti (ARG) y Dovidavicius (LTU).
Estadio: Helleniko Sports Complex ante unos 8.200 espectadores.
Grecia se impone a Puerto Rico y acaba quinta (85-75)
Puerto Rico ha ascendido cuatro plazas en el escalafón del baloncesto olímpico respecto a su última comparecencia en los Juegos, en Atlanta´96, aunque la despedida de Atenas 2004 añadió una derrota contra los anfitriones, Grecia, a su palmarés.
La selección puertorriqueña sabe competir, siempre ha sabido, y sus resultados en competición internacional rara vez son decepcionantes. Todo lo contrario, la selección boricua es casi una garantía de estabilidad porque siempre alcanza la parte de los torneos en la que, si hay suerte, puede acceder a logros importantes.
En contraposición a esa buena predisposición para jugar aparece un factor clave para los antillanos: la motivación. Cuando disponen de objetivos, de metas, rinden incluso por encima de sus posibilidades. En el momento en que los resultados les vetan la presencia en la zona caliente, bajan por debajo de su verdadero potencial como equipo.
En Atenas, quizás porque era el último encuentro olímpico de José ´Piculín´ Ortiz, dieron la cara y buscaron la victoria, pero sin fortuna. No fue el día de Puerto Rico, los griegos rebosaban motivación y ganaron sin demasiados aprietos, con la típica relajación de última hora que los antillanos aprovecharon para colocar un resultado tranquilo en el adiós de un maestro, ´Ortiz´, a la bandera de los cinco aros.
Síntesis
Puerto Rico (75): Arroyo (12), Ayuso (14), Hourruitioner (10), Fajardo (9), Santiago (7) -cinco inicial-, Ortiz (13) (x), Casiano (5), Hatton (5) y Ramos (-).
Grecia (85): Spanoulis (7), Chatzivretas (17), Diamantidis (7), Kakikuzis (20), Papadopoulos (15) -cinco inicial-, Alvertis (-), Papalukas (6), Zisis (6), Papanikolau (2) y Tsartsaris (5).
Parciales: 15-25, 36-44, 56-66
Arbitros: Homsy (CAN) y Aylen (AUS).
Estadio: OAKA Indorr Hall ante unos 14.500 espectadores.
Fuente: EFE
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