A veces, es difícil explicar que un equipo que gana por 25 puntos no juega bien. Lo cierto es que Quilmes hizo lo necesario para quedarse con la victoria, aprovechó en parte, las ventajas que Independiente dio y con dos cuartos de buen juego (el segundo y el último) líquido el partido. Entre la ausencia del “búho” Arenas y la incorporación de un nuevo americano (Deon Harper) los piquenses hicieron lo que pudieron (y mal)
El arranque fue favorable a la visita que sacó ventajas de 2-7 a los 2 minutos con Carusso y Saúl bombardeando desde el perímetro pero las respuestas por el mismo medio de Cavaco y Farabello igualaron rápidamente. El partido pintaba para bueno, con alto goleo, pero mágicamente los jugadores equivocaron los rumbos y las imprecisiones y apresuramientos se hicieron dueñas del encuentro. Quilmes se llevó el parcial por dos (20-18) porque Independiente sufrió con las 7 pérdidas en el cuarto. Además, el local lanzó para 8/19 de cancha mientras que la visita sólo tiró 5/10.
En el segundo cuarto, el equipo de Oscar Sánchez logró el quiebre que buscaba con el ingreso de Pablo Gil, pero esta vez, lo dejó a Cavaco en cancha y el que salió fue, primero Farabello y después Ibarra. El escolta bahiense le dio 11 puntos en el parcial y el reingreso de Daniel Farabello le dio lo que su técnico quería: “hacelos jugar Chiche”, dijo el “Huevo”. Y cumplió ya que regaló cuatro asistencia seguidas (tres a Ebong y una a Gil) y Quilmes se fue 14 puntos arriba (44-30). Independiente perdió la línea y entró en el juego que no le convenía. Buscó sin suerte desde el perímetro (1/8 en triples) al tiempo que el Pivot Ingram (4 puntos) era bien defendido. La aparición de Deon Harper no trajo nada de bueno para los de Plá.
Quilmes salió con Ebong, Arce por Boozer, Farabello de base junto con Gil y Cavaco en la media cancha, en el inicio del segundo tiempo. La misma formación que sacó la diferencia en el segundo parcial. Estaba Claro que lo quería liquidar enseguida. Pero no ocurrió. El cuarto quedó igualado en 21 porque se volvió a apresurar el local (cinco pérdidas) y no tuvo juego interior ya que entre Farabello, Cavaco y Gil hicieron 19 de los 21 puntos del cuarto. Independiente eligió no tirar mas de tres puntos (1/3 en el parcial) y volcó su juego a la pintura (6/15) para emparejar la lucha. En los últimos pasajes del cuarto, el “huevo” mandó a la cancha a Fabián Horvath, un cambio que le dio muchos réditos al equipo.
Para el final, la diferencia de 14 era tranquilizadora y con los dos bases en cancha (Horvath y Farabello) se vio lo mejor de Quilmes en la noche. El reingreso de un olvidado Boozer le puso el broche. Es notorio como mejora el juego de Ebong con Boozer al lado, algo que no lo consigue con Arce. Con buen juego interior en ofensiva y correcta selección de tiro, la diferencia siguió ampliándose. Para el final, quedaron los ingresos de los pibes como regalo, algo que en Quilmes no pasa muy a menudo. La imagen final fue la que se especulaba: amplia diferencia y la certeza de que un equipo luchará por entrar al super cuatro, y el otro penará en los últimos puestos.
Síntesis:
Quilmes 97: Ibarra 5, Farabello 13 (8 asistencias, 5 recuperos), Cavaco 17 (6 rebotes), Ebong 22 (9 rebotes) y Boozer 8 (fi), Gil 22, Arce 5, Horvath 3, García Merlo 2 y Gagey 0. DT Oscar Sánchez
Independiente 72: Saúl 12, Carusso 12, Grant 10, Centeno 5 y Ingram 16 (12 rebotes) (fi) Davico 3, López 0, Alemano 0, Migliori 4, Harper 4, Leduc 4 y Mohedano 0.DT Marcelo Plá
Parciales: 20-18, 44-30, 65-51.
Pablo Tosal
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