Si bien existen campañas públicas mundiales que van en contra de ello, todavía se encuentran estereotipos corporales en el ambiente deportivo. uno de los espacios más excluyentes y exclusivos que presenta la cultura mundial. Nadadores con espaldas enormes, gimnastas pequeñas, maratonistas flacos y lanzadores robustos. Al básquet, la imagen que mejor lo describe es la de un jugador, varón generalmente, muy alto, con gran capacidad de salto, y probablemente de tes negra.
¿Qué pasa en el ambiente basquetbolístico con los estereotipos corporales? En una encuentra realizada a jugadores y jugadoras de más de 10 años, ha arrojado un porcentaje alarmante respecto a la influencia que presentan los medios de comunicación en la carrera de los deportistas: el 86,5% coincide con que lo hacen de manera negativa cuando exponen sus cuestiones corporales.
Los y las deportistas no se vinculan solamente con los medios de comunicación a la hora de hacer deporte, también están presentes en sus carreras entrenadores/as principalmente, pero también en muchos casos, psicólogas/os y nutricionistas, que acompañan y apuntalan los proyectos en muchísimos ambientes deportivos.
Este año la NBA premió a Nikola Jokic como el MVP de la temporada, y, lejos de demostrar sus hazañas deportivas (salvo los medios especializados), se han viralizado imágenes del físico del jugador serbio de niño, luciendo caracteres “poco deportivos”, y remarcándolos en comparativa con la actualidad. Si bien puede ser “motivador” ver como “progresó” y se convirtió en la figura más significativa de la competencia más importante del básquet mundial, no hay que dejar de remarcar la exposición a la que pusieron su imagen, comparándola y haciéndola pública con diversas intensiones. El 62,2% de los/as encuestados/as consideran que no deberían realizarse este tipo de comparaciones en los medios de comunicación.
“Separar el peso corporal con el estado físico de la persona permite entender que el peso es una medida absoluta que no diferencia masa adiposa de masa muscular. Es muy importante además considerar que en muchos casos se aspira a llegar a pesos en los cuales la masa muscular es escasa en función del esqueleto, la cual es necesaria para mover la estructura y hay que ser claros al explicar que esto condiciona la salud de la persona si quiere bajar de peso sacrificando masa muscular”, comentó Mailén Pellegrino, nutricionista deportóloga y ex jugadora.
“Las comparaciones en general no son buenas, mucho menos las corporales, ya que hay que entender que cada deportista es un sujeto en particular, y en función de eso trabajar para potenciar su confianza, su actitud, su capacidad de visualizarse concretando metas deportivas. Las generalizaciones en cuanto a lo estético (muy alto, muy flaco) para determinado deporte terminan perjudicando la actitud para desempeñarse en el mismo, muchas veces generando condicionamientos”, agregó Victoria Funes, psicóloga deportiva.
Pese a que el biotipo de jugador/a de básquet se basa principalmente en la altura, el 68% de las personas encuestadas negaron que ésta sea determinante a la hora de practicar un deporte. Pero también ha sido el factor común entre las frases negativas que han escuchado de entrenadores/as o personas vinculadas a la captación a la hora de describirlas. El otro factor que pareciera ser excluyente para poder realizar este deporte es “la gordura”, quien va asociada directamente con la lentitud. “El objetivo del Plan Nacional Formativo es elevar la talla que tanto nos complica a nivel internacional, que todas tengan la oportunidad de mostrarse y poder brindarle estando lejos o cerca las herramientas y fundamentos básicos para poder desarrollarse, sin dejar de trabajar y detectar a todas las jugadoras, por más que no tengan la talla requerida”, respondió González, colaboradora de la Selección Femenina, respecto al proceso de selección de niñas entre 13 y 17 años, con preferencia de más de 1,70 metros, organizado por la CAB.
“Creo que no hay un rango de estatura para vincularse con el juego. En formación, no hay rendimiento ni selección, sino de ampliar el juego. Hay que enseñarles a todos todo, tener el mayor bagaje técnico que se pueda. Si tienen más condiciones, hay que permitirles que sigan desarrollándolas, no limitarlos”, retrucó Alejandro Pepiche, entrenador y formador.
En cambio, Lali González acepta que “hay varios biotipos dependiendo de las posiciones, no creo que haya uno solo. Buena talla y un cuerpo preparado físicamente bien en todos sus componentes, es el que más estamos viendo”.
“Los clubes no están en condiciones de seleccionar, sino captar la mayor cantidad de niños/as que puedan, y darle un valor agregado a la enseñanza y a la motivación permanente para que se mantengan dentro del deporte. Deberían hacer un trabajo muy importante en cuanto a la captación”, agregó Pepiche.
No existe una gran vinculación en el básquet con las personas “petisas” y “gordas”. Pero, para el 83,8% de los/as encuestados/as, el factor estético no debería influir en el rendimiento deportivo. A la hora de justificar esta negativa, la mayoría apunta a que la estética no interfiere en la técnica, que lo que lo hace es el entrenamiento y la dedicación que se le pone al aprendizaje. Entre los que respondieron que sí influye, estos dicen que puede afectar a niveles metabólicos o de rendimiento a futuro.
“Actualmente no se usa el somatotipo (composición corporal en base al predominio de masa muscular, longitud o masa adiposa) para evaluar la composición corporal del atleta, si la antropometría, ya que es mejor compararla con las referencias de composición corporal de cada deporte, y cada posición en el campo de juego, si es un deporte en equipo. De esta manera se puede trabajar en adaptar la masa muscular y la masa adiposa para optimizar el rendimiento. Esto puede llegar a hacer una diferencia en rendimiento comparado con otros atletas que no estén en su condición física ‘ideal para ese deporte’”, destacó Pellegrino.
“En algunos deportes particulares, tener un porcentaje graso y muscular bajo puede colaborar con el rendimiento en velocidad: es bastante la diferencia en rendimiento, siempre hablando de época de competencia deportiva. Sin embargo, si hablamos de ‘gordura estética’ es también mucha la percepción subjetiva del/la atleta en función a cómo se ve. Puede tener un porcentaje de masa adiposa adecuado, tener un buen rendimiento deportivo y que el espejo no le devuelva la imagen que quisiera tener, por eso es importante la educación constante y prestar atención en estos casos particulares”, remarcó la nutricionista.
A la hora de buscar un parecido físico con jugadores/as destacados/as, entre las respuestas aparecen nombres como Facundo Campazzo, comparándose por su altura, por su posición, o por su precisión de pases. La altura aparece como factor común en la mayoría de las comparaciones, ya sea más altos, o más bajos. La agilidad parece ser otro factor fundamental, altamente vinculado con la altura y la contextura física. Entre los/as jugadores/as de referencia elegidos/as como rápidos/as, se encuentran Meli Gretter, el mismo Campazzo, Andrea Boquete y Stephen Curry. Entre los menos flexible, Jokic, Luis Scola o Shaquille O'Neal.
“La imagen corporal se construye la infancia, en el momento en que cada niño/a comienza a advertir los movimientos de su cuerpo y su interacción con el entorno. Esto permitirá poder internalizar su funcionalidad y desarrollar los movimientos. La imagen corporal es la manera en la que se ve y se imagina a sí mismo una persona”, argumentó Funes.
“La imagen corporal está muy influenciada por los patrones de perfección impuestos desde lo social (publicidades, redes sociales, figuras públicas). Las comparaciones son dañinas, en cuanto que es muy difícil hacerlo sobre la base de exactamente las mismas variables”, sumó Gabriela Matlega, psicóloga especializada en infancia.
“Una mala concepción de la imagen corporal afecta directamente a su autoestima, confianza, motivación y autoconocimiento. La evaluación clínica de los deportistas a nivel psicológica es fundamental para descartar trastornos del estado de ánimo (depresión y/o ansiedad) y trastornos de personalidad, que influirían es su desarrollo deportivo”, concluyó Matlega.
El deporte en su concepción empírica siempre ha alabado a los cuerpos musculosos, adjuntándoles hombría, fuerza, velocidad, capacidad y resistencia, estandartes fundamentales para ser de la elite olímpica. Los años fueron pasando y el acceso a la actividad deportiva se diversificó. Esto hizo aparecer un sinfín de cuerpos que se corrieron de la norma, dando récords, rompiendo barreras, venciendo estereotipos corporales perfectos y demostrando con números y rendimiento, que lo importante no es lo que se ve, sino lo que se puede hacer. Será momento de reivindicar el esfuerzo, sin apostar a la comparación corporal como único modo de defender al talento.
Otros datos de la encuesta:
Las personas encuestadas fueron deportistas o ex deportistas de más de 10 años. Los mismos fueron divididos en rangos etarios de 10-15, 16-20, 21-30 y 30 o más. También las respuestas vinieron del 86,5 % varones y 13,5% mujeres.
El nombre con más referencia física fue Facundo Campazzo, seguido por Luis Scola. Entre las mujeres no hubo una que se repitiera, y en algunos casos hasta no pudieron identificarse con ninguna jugadora en particular.
El rango de edad que más ha recibido críticas por su aspecto físico fue el de 16-20 años. Entre los de 21-30 años se encuentra el mayor número de quienes creen que el aspecto físico puede ser determinante para el rendimiento.
Las y los profesionales que colaboraron con esta entrevista son: Lali González, entrenadora de Rocamora, colaboradora de la Selección Femenina CAB. Alejandro Pepiche, entrenador y formador de entrenadores. Mailén Pellegrino, nutricionista deportóloga y ex jugadora de básquet. Victoria Funes, psicóloga deportóloga, trabajó para diversos deportistas de alto rendimiento. Gabriela Matlega, psicóloga especializada en infancia.
Sol D´Amato
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