Días atrás dejamos en claro que Joel Embiid se vio prácticamente solo por momentos e hizo demasiado para que Sixers gane pero sin el resultado esperado. Dentro de sus laderos más importantes aparece Ben Simmons. Un jugador con características extrañas para hoy en día.
El australiano de 24 años con sus 2,11 (según la página oficial de NBA) con la movilidad de un base de 1,90 para hacer anotar al resto, fuerte físicamente como si fuera un interno falso y siempre arrancando del perímetro como amenaza para atacar fuerte o bien pasar con elegancia.
Más allá de estas fantásticas habilidades, no termina de engranar en ninguna posición. Es cierto, hoy hablar de posicionamiento en la cancha es casi ambiguo, pero en el caso de Simmons, hay problemas que nunca se llegaron a resolver. El tiro externo nunca fue su fuerte, ni tampoco algo que vaya a mejorar en breve. Apenas 30% en serie regular y 0% en playoffs con números bajos en concordancia a su potencial por físico y capacidad de juego.
Simmons cerró la fase regular con 14.3 ppp, 7.2 rpp, 6.9 app, 3.0 ppp y 1.6 rpp. Buenos números pero lejos de un jugador estelar o como segunda espada para Embiid en este caso. De hecho, son sus peores números globales en una etapa regular. Lo propio para playoffs con solo 11.9 ppp, 7.9 rpp, 8.8 app, 2.3 ppp y 1.6 rpp. Es decir, no es un base puro pero cuenta una altura impactante para semejante capacidad de juego pero sin tiro externo que apoye su juego perimetral. Eso por un lado.
Ante su fortaleza física, Simmons puede llegar a imponerse cerca del aro, pero existe otro problema: la línea de libres. El australiano desbarrancó en playoffs lanzando tiros libres, algo casi insólito para un juego de su calibre y atención. Un terrible 25 - 73, es decir solo 34% en libres incluyendo un juego de 4-14. Por lo tanto, llevarlo a la línea es ganancia pura, sobre todo en periodo de post temporada. De hecho tuvo un magnífico juego en la regular ante Jazz con 42 pts y 12-13 en libres.
El base o alero o armador, como quieran llamarlo estuvo muy dedicado y preocupado por pasar la bola. Apenas aprovechó su semejante físico y porte para pasar ventaja en el poste y anotar. Sin el tiro externo intentó inquietar pero tampoco tuvo efecto. Casi no lanzó de campo en los últimos cuartos en playoffs y tampoco fue a la línea. Como si el pase fuese un arma a utilizar desmedidamente sin contar con semejante potencial para crecer en otras aptitudes.
Todo eso quedó muy notorio en los juegos finales. ¿Estamos exigiendo demasiado o Simmons prefiere ir a lo seguro con lo que mejor sabe hacer? Mejorar ciertas aptitudes lleva un tiempo, de hecho, hubo un tiempo que Simmons se animó desde las esquinas pero sin ninguna continuidad. Hoy la súper estrella es un jugador completo en casi todas las estadísticas. El propio Embiid mostró desarrollo en movimientos, técnica, tiro externo y todo lo necesario para liderar un elenco. Simmons lo sigue muy de atrás sin tener ese mismo carisma pero tampoco sin calibrar a distancia y peor aún si comienza a mostrar falencias yendo a la línea.
¿Se comenzará a poner en duda su potencial? ¿Será motivo de traspaso? ¿Se lo contará como parte del proceso para la siguiente temporada? Sixers viene dando muestras de sus intenciones de campeonato pero sigue quedándose corto más allá de Embiid. Para tener más chances hay que arriesgar, mejorar y buscar recursos para completarse. Simmons tiene todo para convertirse en esa maquinaria ofensiva con su capacidad de juego notable más su físico y talla.
Por ahora parece lejos de ese resultado, ya sea por conformismo, no arriesgar o ir a lo seguro. Los jugadores crecen a pasos agigantados, y más si entrenan todo su potencial y lo distribuyen al punto de mejorarlo en cada aptitud. Simmons está perdiendo en ese terreno sin muestras de certeza dentro de todo lo que podría dar. Un extraño caso...
José Fiebig
@Josefiebig
FeFe 28/06/2021
Simmons al ser un manejador de pelota que carece de tiro externo, mal porcentaje de libres y una velocidad de desplazamiento moderada, no ofrece garantías en el puesto de base. Esto es por varias razones que la nota ya señaló en buena medida: no genera una amenaza perimetral para la defenza rival, es muy fácil esperarlo "hundido" en la llave. Por la misma razón, si consigue progresar con peligro hacia el aro, es muy fácil secar su ofensiva haciendole faul. Y por otro lado su velocidad de desplazamiento no alcanza a equiparar a la de los guardias rivales, por lo que suele dejar huecos defensivos frente a contraataques y ataques rápidos del otro equipo. Son varias las razones para que NO juegue más de guardia y se acomode a la idea de jugar de alero, dónde puede ser más productivo si modera un poco su tendencia a armar juego y mejora mucho sus porcentajes de libres y aunque sea un poco los de triples.
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