El partido arrancó como se tienen que jugar estos encuentros y en esta instancia de grupos donde el margen no es demasiado grande. Al inicio del cuarto se vio una paridad entre ambos equipos pero con estilos muy diferentes. Estados Unidos mostró un juego muy directo e individual, sin mucho movimiento de pelota, pero sí con mucho pick and roll entre Damian Lillard y Bam Adebayo para sacar de la pintura a Rudy Gobert e incomodar al pívot de los Utah Jazz.
El problema del equipo de Popovich que va a tener a lo largo de los Juegos Olímpicos van a ser las faltas. En los primeros dos minutos cometieron tres faltas, dos de ellas de la mano de Lavine, condicionándose de cara al resto del partido. No obstante, es cierto que el arbitraje del brasileño Guilherme Locatelli fue bastante riguroso.
En mitad del periodo, el tablero marcó 9-8 a favor de Francia, quien generó un juego asociado muy interesante para encontrar sin marca constantemente a un Evan Fournier acertado que terminó con 8 puntos y un 50% en tiros de dos. Sin embargo, el poder individual de Estados Unidos es tan increíble que con un Durant (7 puntos) que se encendió unos minutos y un Adebayo (6 puntos) muy dominante en ese juego de pick and roll lograron dar vuelta el resultado y mandar a Estados Unidos al frente 22 a 15.
Francia salió al segundo periodo como un huracán. Presionó la mitad de cancha de Estados Unidos y emparejó el partido con intensidad. La sociedad Fournier-Gobert comenzó a dar frutos, aunque fue cuando Popovic puso a Draymond Green de pívot. 21-24 llegó a ponerse el equipo de Vicent Collet antes de que Estados Unidos devuelva el golpe.
Jrue Holiday, quien entró desde el banco, fue la clave para que su equipo se vuelva a levantar, no solo por los 4 puntos que convirtió, sino también por la presencia defensiva que tuvo sobre Fournier y por las 4 asistencias que repartió.Otra cuestión en el conjunto francés es la poca participación de jugadores importantísimos como Batum y De Colo.
El alero de Los Ángeles Clipper no convirtió en todo el partido, y si bien repartió 4 asistencias, de él se espera que sume en el marcador y tire desde la esquina, pero solo tomó dos tiros. Y Nando De Colo no se lo ve en esa versión dominante que mostró en el Mundial de China en 2019; solo convirtió 4 tantos, repartió 2 asistencias y perdió 2 pelotas.
Francia se fue al descanso perdiendo 45 a 37; y su verdadero problema no fueron los tiros de campo (47%), incluso superaron a su rival en ese aspecto. La cuestión fueron los tiros desde el perímetro, en toda la primera parte hicieron 1 triple de 11. Mientras que Estados Unidos convirtió 6. Además, el equipo de Popovic está matando al equipo de Collet en las transiciones hacia la ofensiva.
El verdadero tema no está en la facilidad de meter puntos a través de esa vía, sino que al volcarla de forma espectacular y sin defensa, la confianza de los jugadores americanos crece. Y cuando sucede eso, se termina el juego.El entretiempo a la Selección francesa le vino como anillo al dedo. Lograron diagramar la estrategia nuevamente y Vicent Collet demostró como un detalle puede cambiar totalmente el partido.
Con tres bases (De Colo, Fournier y Heurtel) más dos pívots (Gobert y Poirier) logró desbaratar la ofensiva de Estados Unidos. La principal virtud fue la bajada en la velocidad de juego. Ya que el técnico francés tomó nota de que en las transiciones, Estados Unidos sacaba ventaja.
Por supuesto, el principal factor de Francia para poder adelantarse en el marcador en el tercer cuarto fue que entraron los tiros. En toda la primera parte convirtieron un triple, en estos diez minutos convirtieron 5. Nando De Colo comenzó a mostrarse protagonista llegando a los 11 puntos debido a que el equipo de Popovic concentró mucho su defensa en la pintura.
Fournier directamente dirigió el tercer periodo llegando a los 22 puntos. Si bien, Poirier solo convirtió tres puntos, el valor de su entrada se justifica con la cuarta falta que le sacó a Durant rápidamente.Estados Unidos no logró en ningún momento encontrar ese juego ofensivo. Quizás lo físico le jugó una mala pasada.
Lillard, Booker y Middleton no se los vio de la mejor manera. El que sí demostró ser un jugador fundamental fue Draymond Green, que en un momento donde Estados Unidos no encontraba una jugada ofensiva, él siempre encontró un hueco y llegó a las 4 asistencias. Con estos factores, Francia terminó el tercer cuarto ganando 62-56.
En la última parte del partido, sorprendentemente, Estados Unidos salió a jugarlo más con espíritu y garra que con talento. Adebayo emparejó ese juego brusco que le propuso Gobert en el resto del partido. Sin embargo, los partidos se ganan con puntos y buenas decisiones; eso es lo que hizo Evan Fournier durante todo el partido. Paradójicamente, con un triple del base de Boston Celtics Francia se puso en cabeza 76 a 74; y si bien Estados Unidos tuvo tres triples seguidos para ponerse en ventaja, los fallaron todos.
Con un resultado de 83 a 76 , Francia venció a las superestrellas de la NBA. La última vez que Estados Unidos había perdido un partido en los Juegos Olímpicos había sido contra Argentina en Atenas 2004, rompieron una racha de 25 partidos invictos. En el básquet ya se dio un batacazo, y por lo que se vio en los juegos amistosos, el equipo de Popovic está lejos de su mejor versión.
Tomás Ordoñez
Pick&Roll
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