Luego de una dura derrota frente a Francia, con un bajísimo nivel de acierto en los tiros, Gregg Popovic metió mano en el equipo e incluyó a Holiday y a Booker por Lavine y Green, en búsqueda de mejorar ese aspecto. Justamente, el equipo se vio beneficiado de un arranque frenético, con posesiones cortas, directas y una gran precisión.
Obviamente Irán no cuenta con muchas herramientas, su jugador emblema es Hamed Haddadi que tuvo experiencia en la NBA pero que ya cuenta con 36 años. Por lo tanto, esa energía que implementó Estados Unidos en el inicio, se los llevó por delante. No obstante, gracias a tres rebotes ofensivos (2 de Haddadi) lograron acercarse en el marcador 8-7 cuando Lillard estaba muy acertado desde el perímetro anotando dos triples.
Sin embargo, a medida que transcurrió el tiempo del cuarto, la ventaja se incrementó exponencialmente. El movimiento de pelota de Estados Unidos creció mucho en comparación al último partido y eso lo demostraron las 7 asistencias que cosechó todo el equipo en esos minutos. Un punto para tener en cuenta es que el periodo terminó 28-12 a favor del equipo de Popovic, y más allá de la ventaja en el propio puntaje, en la cancha se visualizaba una diferencia ofensiva y defensiva enorme. Y considerando que contra Francia los jugadores estadounidenses habían mostrado cierta dificultad física, poder sacar tanto dominio de entrada fue un plus para ellos.
El segundo cuarto es donde se terminó de quebrar el partido, porque uno creería que con la rotación, el equipo americano disminuiría su rendimiento; pero todo lo contrario e incluso, marcaron puntos 11 de los 12 jugadores de la plantilla. Damian Lillard con 18 puntos, 6 triples y 3 asistencias es el que verdaderamente manejó los hilos de Estados Unidos. Mientras que en Irán solo se mostraban como armas ofensivas Haddadi, que llegó a los 11 puntos y 4 rebotes, y Rezaeifar, un tirador que sumó 10 tantos.
De todas formas, los problemas de Irán también se trasladaron a la defensiva. No lograron detectar los cortes hacia las canastas, los cambios en defensa, los bloqueos; y es por eso también que los jugadores estadounidenses tuvieron tanta facilidad para anotar, más allá del talento propio. Es por eso, que la diferencia al irse al descanso fue de 60 a 30.
Una cuestión que se vio en el partido contra Francia, es que Estados Unidos se vio muy afectado por cometer muchas faltas en pocos minutos. Pero en este caso, solo cometió 16 faltas, por lo que Irán no pudo aprovecharse tampoco por ese lado. No obstante, Irán tampoco es que le propuso un partido físico.
Quizás se esperaba que después de la paliza que habían sufrido en la primera mitad, iban a volver del entretiempo con una mentalidad de emparejar el partido desde el choque, pero no fue así. Lillard y Durant estuvieron muy participativos a la hora de armar el juego para que Booker y Holiday, ambos llegando a los 8 puntos, pudieran finalizar por dentro y extender la ventaja poniendo un parcial de 70 a 32 a mediados del cuarto.
Si bien la ventaja cada vez fue creciendo más a favor de Estados Unidos; este fue el cuarto donde mejor pudo defender Irán. Logró bajarle el ritmo al partido, cuestión que parece ser el punto débil de la Selección de Popovic, y pudo materializar puntos en ataque con combinaciones de Haddadi, Rezaeifar y Jamshidijafarabadi, quien fue el goleador de su equipo con 5 puntos en el cuarto. No obstante, todo ese esfuerzo no sirvió de mucho debido a que se fueron al final del partido perdiendo 82 a 43.
Con una diferencia tan grande, donde literalmente Estados Unidos metió el doble de tantos que su rival, el final del partido fue una anécdota. Popovic probó con una formación de tiradores dándole minutos a LaVine, a Middleton y a Tatum al mismo tiempo. Igual, esta búsqueda constante del triple es algo que ya está en el ADN de este equipo.
Estados Unidos tiró 37 dobles con un acierto del 62%, pero también tiraron 39 triples con un acierto del 49%. Claramente no se tomaron buenas decisiones en Irán, perdieron 23 pelotas en todo el partido. Pero Estados Unidos también ha incrementado su defensa después de la derrota con Francia; terminaron el encuentro con 10 tapones y 10 robos, algo que no se da prácticamente nunca.
Lamentablemente para Irán, el esfuerzo no pudo prevalecer sobre el talento de Estados Unidos y se terminó comiendo una paliza de 54 puntos, sentenciando sus posibilidades de acceder a la siguiente fase. Mientras que Estados Unidos va a jugarse la clasificación contra la República Checa de Satoransky ya que ambos conjuntos tienen una victoria y una derrota.
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Tomás Ordoñez
Pick&Roll
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