Unión volvió a jugar el primer cuarto como lo hizo en el juego inaugural de la serie final. La intensidad defensiva y las posibilidades de correr en algunos momentos, pero principalmente, para jugar lo más cerca del cesto posible, le dieron la posibilidad de despegarse en los números en los primeros diez minutos del encuentro y de comenzar a marcar cierta tendencia ante un rival que caía en su falta de efectividad.
Esa fue la tónica principal del juego, con un equipo santafesino que marcó un 55 por ciento en tiros de campo, contra un pobre 29% del bando de Bahía Blanca. Además, el Tatengue, con 6 puntos de Leonardo Lema en ese tramo, ganó la lucha en la zona interna con 14 puntos en la pintura, ante los ocho de un rival que con los 10 puntos de Heinrich se mantuvo activo, aunque con poco juego en su ofensiva.
En el segundo cuarto, se produjo la reacción de Villa Mitre en el juego, con un buen trabajo ofensivo, mejorando sus números en los lanzamientos de campo, con una buena efectividad en esos diez minutos en pruebas de larga distancia, algo que no había ocurrido en el juego uno. Con un 4/6 en ese período del partido y con conversiones más cerca del cesto rival, el bahiense fue trazando su levantada en el encuentro.
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Con un 8 a 2 en puntos en la pintura, Villa Mitre se encaminó a un 25 a 19 con el que finalizó el segundo cuarto, para bajar la brecha e incluso, pasar al frente en los números, aunque por breves pasajes. El equipo de Bahía Blanca terminó abajo en el marcador del primer tiempo, pero con expectativas de poder dar vuelta la historia por lo hecho durante el segundo cuarto del partido.
Con el tanteador 41 a 37, inició la segunda mitad del juego y lejos de mantener Villa el envión del cierre de la etapa anterior, fue nuevamente Unión el que tomó la posta y volvió a escaparse en los números. De esa manera, el campeón de la Conferencia Norte retomó el control del partido, sin brillar en su ataque, pero partiendo otra vez de atrás para adelante en su juego.
El equipo dirigido por Ponce volvió a ser un equipo dominante, aprovechó el aporte de su banco de suplentes (36-16) en los tres primeros cuartos e hizo de su rotación una marca registrada para mantener su juego. Entre Lema, Di Pietro y Bertona manejaron el ataque de Unión, con 13, 12 y 11 puntos respectivamente, con Gastón otra vez tomando protagonismo en pasajes importantes del partido.
Y en el cuarto final, ocurrió lo mismo que en el primer juego. Unión se encargó de manejar el ritmo de cara al desenlace del segundo, jugando por momentos ante una zona que propuso Villa Mitre para detener la efectividad ofensiva de su rival, pero que no se tradujo a la hora de su ataque, ya que los bahienses le permitieron al Tatengue solo 16 puntos en ese segmento decisivo, pero los de De Tomasi marcaron 13 unidades.
En ese contexto, Unión aprovechó ese momento y fue torciendo la balanza a su favor y dejando sin opciones a un rival que tuvo solo momento en el partido, pero que no logró mantener a lo largo de los 40 minutos. De esa manera, los de Santa Fe se encaminaron otra vez a una victoria que se concretó por 86 a 73 y que dejó la llave 2-0, pensando en el juego tres que se jugará el miércoles.
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Juan Pablo Casas
Pick&Roll
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