Australia logró hacer su juego en ambos costados. Contuvo bien a Durant, la bola pasó poco por el alero y los oceánicos con ritmo y eficacia (Ingles 2-2t3) sumado a Mills como estandarte y batallando bien en los rebotes. Estados Unidos errático, sin volumen de juego y abajo 11 - 6 en el score.
Nuevamente las presencias de Exum y Thybulle fueron claves en ambos lados, Australia cosechó una ventaja de +8 ante la irregularidad de su rival y supo cerrar a favor el pleito. Presionó arriba, pasó bien la bola, generó espacios y aparecieron los triples. Ni Tatum ni Lillard dieron el visto bueno, Goulding con otro bombazo vía una asistencia y Australia cerró 24 - 18 con mucha solidez el primer cuarto.
Estados Unidos tuvo un periodo similar al de España. De menor a mayor, con enormes problemas en ofensiva pero unos últimos minutos de lujo para dar el salto luego. Australia manejó casi todo el periodo, Landale y Kay como variantes claves cerca del canasto, pasando y defendiendo su pintura (33 - 25). Estados Unidos incómodo, sin acelerar y a la expectativa pero sin brillo.
Australia aceleró, Mills con un par de conexiones con Exum y Thybulle más las segundas opciones y tener una inesperada ventaja de +15. De ahí en más los americanos se activaron, como si hubiesen escuchado algún tipo de alarma para reaccionar. El colectivo funcionó, contaron con rebotes ofensivos, Tatum y Booker con sendos triples, Durant activo para jugar y desequilibrar sumado a Holiday en la conducción. Australia cayó en un bache peligroso, perdió el control y sufrió un 16-4 para apenas cerrar 45 - 42 la primera mitad.
El tercer cuarto fue nuevamente el factor para quebrar el partido. Estados Unidos tomó todo lo realizado en esos últimos minutos del segundo periodo y los ratificó con creces. Lillard y Holiday fueron claves desde la claridad de juego, Adebayo con un trabajo de rol vital más la movilidad y el gol de Durant otra vez. Australia se desconectó, perdió toda su calidad de juego y sufrió el partido.
Llegaron los triples, motion en todo momento y Estados Unidos con un monumental 12-0 pasó a comandar +9 y quebrar con cierta anticipación el partido. Australia necesitó de un Mills inspirado para salir del pozo, el base pasando y lanzando, Landale colaboró (59 - 53) pero no hubo la misma energía ni intensidad. Booker (9) en un pasaje letal yendo fuerte al aro y lanzando, Lavine se sumó con un volcadón de juego de las estrellas, Green como relevo, Holiday como clarificador y Estados Unidos arriba 74 - 55.
El daño ya estaba hecho. Estados Unidos se adueñó por completo del partido, y le alcanzó con ciertos pasajes más el reloj para ganar sin problemas. Middleton y Tatum con sendos triples, una defensa mejorada sobre los tiradores oceánicos y sin que pueden generar espacios para el tiro externo.
Una ventaja sin retorno en 3m30s (84 - 61) y Australia perdido y caído en el partido. Mills tiró del carro pero fue imposible, Ingles nunca prevaleció como en el primer cuarto y Estados Unidos controló hasta el cierre el partido. Buenos pasajes de Lavine con su explosividad, agresividad en defensa más Holiday desde la conducción para resolver el partido y meterse en otra final olímpica.
José Fiebig
@Josefiebig
DEJA UN COMENTARIO