No le quedaba otra que recuperarse. Era a matar o morir. Las derrotas ante Atenas (previsible) y Andino (inesperada) lo habían dejado en una posición incomoda al equipo de Fernando Duró, que lucha por meterse en el Top 4. Por eso salió con todo a ganar el partido frente a Regatas, que perdió su quinto al hilo después de largar con seis triunfos consecutivos.
En una partido muy malo, Boca supo cerrarlo mejor. Campana, que no había anotado en los primeros tres cuartos, metió nueve en el último y fue decisivo para que su equipo alcanzara la máxima ventaja: 56-47 a los tres.
Cuando Pichi salió por un fuerte choque con Gabini, los de Duró se quedaron sin variantes ofensivas y permitieron que Regatas se acercara de la mano de Iglesias (8-12 de cancha). Un triple de Stanic lo definió.
El primer tiempo fue de lo peor del torneo. Pérdidas al por mayor -17 entre ambos-, una escasa efectividad (1-9 en triples para el local y 2-8 para los de Oroño) y hasta una violación por cinco segundos de Haslett, que no pudo sacar un lateral fueron el reflejo de los errores que se sucedieron a montones en los 20 iniciales.
A Boca, que no tuvo a Watson por lesión, le costó demasiado ganar los puntos. Stanic falló en la conducción (cuatro pérdidas), Allen no podía con el canadiense Martín Keane (siete rebotes) y Deveaux mostró una alarmante falta de actitud que enojó mucho a Duró. Sólo Calderón, que si tuviera más confianza desde el banco sería determinante, le daba soluciones al Xeneixe. Los nicoleños aprovecharon la situación y con el aporte de Pasquinelli (siete tantos) se mantenían al acecho. Pero la escasa, aunque suficiente, aparición del talento de Pichi le dieron el triunfo a Boca.
Juan Ballesteros “Diario Olé”
Boca (69): Stanic 7, Cocha 14, Deveaux 8, Allen 9, Calderón 12 (fi), Campana 9, Guaita 9, Sandes 0 y Sartorelli 1. DT: F. Duró.
Regatas (63): Iglesias 18, Haslett 0, Gabini 12, Keane 16, Aw 5 (fi), Alba 0,
Malara 3, Pasquinelli 7 y Fernández 2. DT: L. Oroño.
Parciales: 16-14, 25-26 y 46-47.
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