• 21-11-2024
  • Buenos Aires, 15°C

Los pibes dejaron la vara alta

Los pibes elevaron la vara en este 2021 a nivel internacional. Tanto el plantel U16 como el U19 compitieron de gran manera en sus respectivos torneos mostrando a nivel individual y colectivo los recursos y la calidad necesaria para meterse de lleno entre los mejores. Contaron con herramientas propias del básquet moderno, versatilidad de sobra, juego asociado, tiro de tres en casi todos sus jugadores y competitividad plena ante lo mejores.

FIBA AMÉRICAS U16

Siempre que Argentina va a un FIBA América, el objetivo pasa por su competitividad, clasificar al Mundial y ver si puedo llegar a un podio considerando el potencial fuerte de Estados Unidos y Canadá como emblemas de cada categoría menor en América. Argentina no solo estuvo a su altura, sino que por momentos hasta logró superarlos con su dinámica, estilo de juego, defensa y recursos. Un segundo lugar en América para una camada muy prometedora.

Argentina llevó un elenco sumamente alto, versátil y todos con capacidad para anotar y ser útiles desde su lugar. Giovanetti con sus 2,01 imponiéndose desde el perímetro más Prome con sos 2,02 como ala pivot y dañando cerca y lejos del canasto. Respaud y Peral en la base, la fineza de Bocca y Pérez más la calidad de Sinigoj sumados a centros que respondieron como Lomello y López más Zanotto cuando estuvo sano. De hecho se generó la aparición de Iván Pratto siendo 2007 con sus 2,08 y mostrando su herramienta externa casi naturalmente.

El albiceleste mostró su potencial desde el minuto cero. Se impuso ante Canadá 81 - 70 equiparando los tableros, la energía física y demostrando su buen caudal de gol externo. Más allá de ceder la primera mitad, corrigió errores en la conducción, supo desnivelar, correr la cancha, animarse y ganar en un cierre formidable de soluciones e intensidad atrás.

Tras dar ese golpe, el panorama quedó sumamente claro. No dudó ante Brasil, rival al cual había vencido años atrás en la final Sudamericana con mucha holgura y volvería a repetir con creces. De nuevo Bocca a todo motor y un conjunto bien motorizado en ideas, velocidad, juego asociado y bien abierto. Los internos dañando con sus caídas, quizás una marca zonal muy marca en vez de personal pero dando resultados (habrá que ver a futuro como sigue dicha historia). Argentina goleó a Brasil y comenzó a encaminarse.

Todo siguió igual. Argentina goleó a México con ciertos altibajos pero con potencia en su conducción, un elenco que mostró muchas fortalezas físicas para desnivelar, gol en los externos y su defensa dando una gran mano desde la primera línea y reboteando con éxito. Llegó Chile para buscar el pasaje al mundial. Mucha tensión y ciertas dudas que Argentina disipó en un aplastante tercer cuarto (36 - 5) para dejar todo en claro y obtener el boleto que fue a buscar.

Obviamente Argentina fue por más. Se encontró con un rival incómodo como Dominicana al cual nunca pudo dominar, salvo en el segundo cuarto donde sacó diferencias. Nuevamente peleó desde su defensa, y fue Giovanetti quien explotó con su capacidad anotadora, tiro externo y pasajes determinantes. Prome lastimó con su movilidad, doble y foul para lugar anotar el doble ganador y festejar tras el 76 - 74 y llegar invicto a la definición ante Estados Unidos.

Argentina fue con toda la ilusión. De hecho inició 20 - 11 al frente pero no tuvo el combustible suficiente para aguantar el envión del rival. Cedió en el juego, le costó profundizar, correr la cancha y perdió el rebote. Argentina nunca dejó de jugar, de hecho aplicó 23 asistencias más allá de la derrota pero con la frente alta luego de un enorme torneo mostrando (y con la ausencia de Tiago Drocezesky) las variantes, recursos, altura, juego y versatilidad para dar que hablar.

MUNDIAL U19

Otra camada de interesante perfil para darle continuidad a lo hecho años atrás. Quedó apenas segundo cediendo ante Brasil pero mostrando otro modo de juego, versátil con sus aleros grandes y anotadores más los bases polifuncionales y físicamente el equipo apto para competir de buena manera. Argentina quedó muy cerca de una semifinal más allá de terminar en una octava posición que dista de lo realizado y que dejó buenas sensaciones sobre todo desde lo individual pensando a futuro.

Un equipo liderado por Juan Fernández, el ala pivot de 2,05 con experiencia internacional, y de hecho, con un mundial entre sus filas (U17 en 2018). Un equipo casi sin pivots pero largo físicamente, con aleros de poder para anotar, defender arriba, rebotear y correr más bases veloces y con gol en sus manos. Un elenco fuerte para pelear y una banca colaboradora para dar descanso a los iniciales.

Argentina dio el primer aviso. Ganó un partido increíble ante España 69 - 68 luego de estar 20 pts abajo en ciertos pasajes del primer tiempo. Salió del pozo, mejoró defensivamente, aprovechó todos los vaivenes de su rival, emergió con altos rendimientos como Azpilicueta y resolvió un partido inesperado por el dominio europeo en el comienzo.

Dicha victoria aclaró el panorama de Argentina dentro del grupo. Fue contundente ante Corea 112 - 74 corriendo bien la cancha, dominando el rebote, sabiendo como atacar con un lúcido juego colectivo y empezando a desplegar su juego atlético con Rodríguez y Corbalán explotando sus virtudes para despacharse con la goleada. Llegó Francia con el dominante Wembanyama y cayendo en las redes de los galos. Argentina sin gol externo, pocas ideas, no corrió la cancha y quedó totalmente confundido con el correr de los minutos cediendo 89 - 52.

Llegó uno de los grandes momentos del torneo. Argentina enfrentó en octavos a Turquía, un equipo sin tantas virtudes pero siendo sumamente peligroso por su velocidad y un par de individuales fuertes. Argentina cerró arriba el primer tiempo, cedió la iniciativa en el tercer periodo aunque Corbalán se vistió de héroe para levantar el juego en los últimos minutos y con el bombazo del campeonato de tablero y a la carrera llegando a la línea del triple para el 76 - 74 final.

Luego de semejante festejo y victoria, la cual tuvo una enorme repercusión en redes (hasta el cuerpo técnico de Argentina en la mayor lo celebró), llegó Serbia. Un elenco sin una enorme supremacía pero con una de las futuras estrellas Nikola Jovic. Un juego parejo, con rachas para ambos, Argentina con un juego diferente y Fernández como centro de toda ofensiva (33 pts, 15 rebotes) yéndose apenas 42 - 36 abajo al vestuario. Argentina nunca apareció en variantes, siempre al filo pero sin lucidez del perímetro y pasando menos la bola. Serbia ajustició en un cierre apretado dejando sin el sueño de semis a los pibes.

El cierre pegó duro por las semis que no llegaron. Argentina quedó muy lejos ante Lituania cayendo 107 - 81 tras un inicio furioso de los europeos careciendo de soluciones y menos en defensa. Levantó su nivel Méndez como artífice en la derrota, el diezmado Copes apenas pudo acompañar y Fernández hizo lo que pudo. Ante Senegal ocurrió lo mismo. Argentina desgastado, no pudo ganar cerca del canasto, sin fineza con el tiro externo, los bases sin rendir y un octavo puesto que no hablar en su totalidad del gran torneo del equipo y sobre todo del avance e intenciones en su básquet moderno.

Muchos chicos dieron un paso al frente. Fernández con sus laderos Rodríguez y Corbalán como ejes y centros de los flashes, sumado a pasajes de Méndez, la calidad por momentos de Díaz más la energía defensiva, velocidad y con versatilidad a pleno más allá de que otros jugadores quedaron en deuda para acompañar en dicho despliegue. Así y todo, otra muestra de la idea y lo como meterse de lleno en el nuevo básquet para competir. Habrá que pulirlo, buscar otro tipo de interno, reforzar la idea y la calidad en el perímetro pero vamos encaminados.

José Fiebig

@Josefiebig

COMENTARIOS (0)

DEJA UN COMENTARIO