Después de haber dado pasos seguros a lo largo de las últimas temporadas, el bando de barrio Alta Córdoba vuelve a colocarse en una definición, tal como había ocurrido en la 18/19 e intentando dar un paso histórico. El rival será el durísimo Quimsa y por el bunker “albirrojo” saben que la tarea no será para nada sencilla en la final al mejor de cinco juegos y con la ventaja de localía a favor de La Fusión.
Si bien la cabeza de Lucas Victoriano y compañía está puesta en la llave que comenzará el próximo martes, daremos una pequeña vuelta para conocer el camino del equipo cordobés a lo largo de la temporada. Y esta historia comenzó con el armado de un plantel con nombres fuertes, comenzando con el entrenador Victoriano, quien llegaba desde Regatas de Corrientes para ponerse al frente de un equipo que tendría como premisa luchar nuevamente por el título.
A partir de allí, el plantel se fue conformando y los refuerzos comenzaron a llegar, con Tayavek Gallizi a la cabeza, seguido por las vueltas de Nicolás Romano y Gastón Whelan, sumándose a las confirmaciones de Nicolás Copello y Federico Elías, más la continuidad de Martín Cuello.
Ya el equipo generaba grandes expectativas y eso se plasmó con el inicio del Torneo Súper 20, que se jugó en gran parte en la ciudad de Córdoba y el equipo “glorioso” marcó superioridad y se quedó con ese primer título de la temporada derrotando en la final a Gimnasia de Comodoro Rivadavia, otro de los conjuntos que se había anotado en la previa como serio candidato.
Con el comienzo de la fase regular de la Liga Nacional, inició la segunda parte del objetivo cordobés. De todas formas, Instituto no la tuvo fácil y debió sobreponerse a situaciones difíciles por no poder contar en gran parte con el plantel completo.
Contagios de Covid y cuestiones personales, además de lesiones, llevaron a La Gloria a sobreponerse a una seguidilla de juegos sin tener a todo su material en cancha y con problemas para Victoriano por no poder trabajar con todos sus jugadores, pese a contar con mayor potencial con las llegadas de Luciano González y Mariano Fierro, más el arribo de Anthony Vicens.
Instituto pareció entrar en un momento de irregularidad, algo que llevó a reagrupar piezas y a recuperar terreno en una tabla de posiciones que comenzaba a tener a Quimsa como dueño absoluto.
A pesar de este mal pasaje en la temporada, Instituto comenzó a recuperar soldados y a escalar nuevamente, con una idea clara clasificar de manera directa a los playoffs. Ya sí con equipo completo, el conjunto cordobés demostró ser un plantel largo y con muchas variantes en casa posición, algo que se reflejó en cada presentación hasta la misma semifinal.
Con un Nicolás Romano como gran abanderado y líder, Instituto fue escalando y yendo de menor a mayor en la fase regular, se acomodó en los primeros lugares y en la etapa de postemporada, se encargó de superar sus etapas y de acceder a la definición de la 2021/22. Como lo dijo el propio Victoriano: “Este equipo siempre quiso más y se sobrepuso a los momentos difíciles” y de esa manera se mentaliza en lo que será el comienzo de las Finales el próximo martes.
Juan Pablo Casas
Pick&Roll
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