Los Denver Nuggets habían jugado su último partido de la temporada pasada el 27 de abril. Se trató del quinto y último juego de su serie de primera ronda ante los Golden State Warriors, que ese día ganaron 102-98 y sellaron la serie por 4 a 2.
La semana pasada, un poco menos de seis meses después, el equipo de Colorado hizo su debut en la 2022/23 con una derrota ante el Utah Jazz y anoche disputó su segundo encuentro, ante los mismos campeones defensores que les habían abierto la puerta de salida. Esta vez la victoria fue para Denver, aunque hay algo que no cambió.
Como si ese medio año no hubiera trascurrido, Nikola Jokic comenzó esta campaña con el mismo nivel que lo llevó a conseguir el premio al MVP por dos años consecutivos; parece ser una máquina sin freno.
En la victoria de anoche el Joker volvió a sumar un triple doble, producto de 26 puntos (6/11 en dobles, 1/2 en triples, 11/11 en libres), 12 rebotes y 10 asistencias en 34 minutos de acción. Fue el número 77 de su carrera, lo que lo posiciona como el segundo pivot en la historia con más triples decenas, detrás del histórico Wilt Chamberlain, quien ostenta el récord de 78.
No se descubre nada diciendo que la importancia y ascendencia de Jokic en los Nuggets es vital, y los números lo demuestran: Gracias a sus 10 pases gol, los Nuggets anotaron 24 puntos con un alto porcentaje de cancha: 10/15. Y como si esto fuera poco, protagonizó la jugada que termina dándole la victoria a Denver (1-1), cuando parecía que los Warriors estaban encima.
Con 15 segundos en el reloj, Jordan Poole interceptó un pase de Bones Hyland, quien había sido atrapado en una esquina, y pone a su equipo a solo u punto de distancia (123-124).
Sin embargo, cuando todavía el Chase Center estaba en punto de ebullición como consecuencia de la sorpresiva conversión que les daba chances de ganar el partido, Jokic tomó el balón – sin siquiera dejarlo picar – y sacó un pase de salida de fondo que recorrió toda la cancha; del otro lado estaba esperando Bruce Brown, quien volcó el balón y le tiró un baldazo de agua fría a todo San Francisco.
Más adelante, el serbio capturó el rebote tras el yerro de Klay Thompson y le puso cifras definitivas al encuentro desde la línea. “Esto es un equipo, y él es un gran jugador. Lo que lo hace ser así es que hace mejor a sus compañeros”, declaró el técnico Michael Malone después del partido.
Denver es un equipo renovado para este año, porque realizó movimientos en su platel, y porque tiene de regreso a Jamal Murray y Michael Porter Jr. Lo que es una constante tiene nombre y apellido: Nikola Jokic.
SebastiánCiano
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