Boca cambió su imagen, dejó el cansancio atrás y metió un puntazo con valor agregado en la final ante Quimsa. Ganó de visitante, levantó su intensidad, soltó su ofensiva y emergió de la manera que quería luego de una dura derrota inicial en la serie. Más allá de la falta de Mainoldi, su banca rindió, extendió los buenos momentos y tuvo un temple necesario en el final, muy parecido a lo sucedido en Córdoba en el quinto partido.
La defensa sobre Robinson. Si bien en ambos partidos Boca logró desactivarlo, fue mucho más notorio en el segundo encuentro. Boca encontró en su defensa el eje para emparejar el partido y llegar a un final mucho más equilibrado. Mata volvió a tomar al escolta foráneo, hubo trap sobre él esperando que suelte la bola en todo momento. Su escasez de puntos es uno valores altos que maneja Boca para quedarse con la serie.
La baja rápida de Anderson y el protagonismo de sus internos. Una de las figuras de Quimsa apenas jugó 17 minutos por irse en faltas en el partido. Sin dudas fue bien aprovechado por Boca en el resto del partido. Ya desde la serie ante Instituto, Barber y Traylor tomaron mayores decisiones, soltaron al perímetro y anotaron con cierta continuidad. Sus apariciones le dieron otra fuerza a la ofensiva del xeneize para el perímetro tenga ciertos espacios.
Balbi y Schattmann como ejes absolutos. No es ninguna novedad que ambos son determinantes y Boca aspira a contar con ellos en gran nivel para tener esperanzas de campeonar. En el primer juego Quimsa supo sacarlos de juego, generar pérdidas y que no puedan anotar. Todo varió en el segundo encuentro, donde Balbi tuvo ciertas libertades, anotó cuando puedo e hizo jugar. Ni hablar Schattmann cono un cierre impactante sumado al triple demoledor con marca saliendo del rulo.
Ante un elenco como Quimsa en ofensiva, la intensidad propuesta será letal. Boca logró bajar 14 puntos de su habitual 87.4 ppp al santiagueño. Nada mal indudablemente. Supo controlar mejor a Baralle y que el resto no responda ni se salga del molde a lo largo del compromiso. Boca cuenta con un equipo solvente y rápido para defender y lograr que el rival no logre recuperarse. Lo logró ante Instituto y de igual manera ante Quimsa.
Las variantes como gran respuesta. Sin dudas tiene un duelo muy complejo Boca por la calidad de Quimsa en sus respuestas, aunque las cosas cambiaron. Una gran serie viene teniendo Juan Guerrero desde su rebeldía, juego y eficacia pudiendo reemplazar y darle cierto descanso a Balbi. Tucker fue más agresivo con el aro, respondió en otras facetas y se impuso físicamente tras un primer juego muy flojo. Mata lo propio con su defensa y todo lo que genera abierto en ataque. Un elenco compacto cuando se lo propone, y eso que la ofensiva no apareció por completo.
¿Lo podrá sostener en casa?
José Fiebig
@Josefiebig
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