¿Que clase de fenómeno crearon en Sombor? Un pueblito en el Norte de Serbia apaleado por la guerra, siendo parte de la República Federal de Yugoslavia en su entonces y ahora Independiente con un campeón NBA.
La cultura Serbia y el básquet van de la mano. El juego de inteligencia es un factor agregado para todo basquetbolista criado allí, y en este caso puntual adherido a un cuerpo de 2;11 a la inversa del jugador que se pide actualmente: atlético, veloz, con un súper tiro externo y volcador.
Jokic sigue casi la contraria a esa versión pero su inteligencia hace que el resto de su cuerpo y su talento lo sigan de tal forma que sean todo uno en modo NBA. Sus números desbordaron cualquier registro posible en playoffs y en las mismísimas finales. Un escándalo tras otro casi sin transpirar.
De hecho la definición se pareció más a una definición del 2000 que del 2023 por sus formas, velocidad, juego y ejecución además de los porcentajes. Jokic representa lo más slow motion posible pero es poesía a la vez. Su capacidad de resolver en segundos con la bola, dónde pasar, cómo hacerlo, generar con facilidad de frente y a seis metros con la bola bien arriba y ejecutando de tres cómodo e incómodo, no importa dominando también esa faceta.
Jokic recibe, te lleva con el posteo, ya sabe adónde quiere ir y de qué forma. Su movimiento de pies asombra, lo maneja como un arte, va pintando la ofensiva y te deja parado. Uno a uno resuelve, lo atrapan y sabe que hacer, rebotea con timming, la pasa como un base y se despliega dando pinceladas.
Es una extraña mezcla del básquet moderno y el jugador de otras épocas jugando por momentos en pausa y en velocidad ultra a la vez. Toma la bola, va, viene, ejecuta con el aro, siempre el pase por sobre todo, lírico, simple y a la vez espectacular. Una mix de Fiba y NBA que dió gusto para hinchas del básquet de todo tipo.
Un niño en el cuerpo de un hombre grande. No gesticula, no celebra de manera ridícula, no juega para el espectáculo ni para sus números. Disfruta de sus formas, se divierte con su hija en la cancha, con sus hermanos, vuelve a casa , se sube a la carreta y anda con los caballos metido en su mundo luego de deslumbrar con su inteligencia.
Un fenómeno no propio de la NBA pero muy NBA a la vez. La simpleza y la espectacularidad con el básquet en su cabeza. Simplemente Jokic.
José Fiebig
@Josefiebig
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