El FIBA Américas U16 tuvo su lógica en materia de clasificados, el campeón por un lado, y con Argentina como integrante de ese grupo selecto. Un torneo que lo tuvo, por lejos (muy), a Estados Unidos como equipo sobresaliente.
El resto de los seleccionados con varios pasos por detrás desde lo físico, intensidad, defensa y capacidad de resolución. Argentina se metió en la discusión aún con muchas falencias adelante, pero con interesantes pasajes atrás y varios destacados desde lo individual.
Argentina contó con la base que obtuvo el subcampeonato sudamericano. Mostró ciertos jugadores interesantes desde lo individual, problemas ofensivos y muchos baches pero con buen material. Retocó ciertas piezas, sobre todo desde la conducción. La baja de Arias obligó a tener a Torriani como hacedor de juego, aunque todo varió con la presencia de Tyler Kropp, el norteamericano nacionalizado argentino quien le dio otra vuelta al equipo en diferentes planos. Las nuevas caras apenas aportaron y no lograron hacer demasiado pie en los juegos.
El elenco de Fernández mostró intensidad defensiva, ganó cerca del canasto con sus aleros más Prato pero tuvo pocas variantes confiables. Salvo el excelente cierre de torneo de Sarmiento (un utilitario con todas las letras), los chispazos y rebeldía de Dominé y el intento de conducir con otro vértigo de Martínez, el equipo quedó corto para darle descanso a los jugadores de mayor calidad y minutos. Scola con excesivos altibajos, interesante potencial pero lejos de explotar y quedando a la mitad de sus buenas intenciones a distancia y cerca del canasto.
A diferencia de torneos anteriores, un seleccionado menor no hizo oda al triple. Venimos con experiencias de elencos que abusan del tiro externo como si fuese el elixir para todas las ofensivas. Hoy el triple es esencial y marca la diferencia, pero el equipo U16 apenas lo tuvo en consideración dentro del básquet moderno que se aplica, llamativo para una edad con la visual puesta en la NBA y sus formas.
De hecho fue el peor equipo tirando de afuera del torneo (21% con solo 4.3 encestados), lo cual suena a muy poco pensando en los ajustes del rival a futuro en un mundial. Dominé y Torriani sacaron la cara en ese apartado pero con poco éxito, y sin jugadas para los tiradores, que en realidad no había en concreto salvo el escolta de Quilmes. Decidió colocar un elenco más alto como opción (Scola y Minzer juntos), sin la búsqueda masiva externa, con un cuatro y cinco más adentro que afuera.
Más allá de eso, encontró en su front court lo mejor del equipo. Prato lideró al equipo en eficiencia de juego y puntos (14.7 ppp con 54% en dobles). El interno hizo sentir su talla, jugó bien de frente, aplicó a distancia un par de triples claves, tuvo carácter y bancó en defensa. Sin dudas un centro de excelencia más el inmenso juego ante Dominicana (28 pts, 25 rebotes, 5 tapas). El punto más alto del equipo en la competencia.
Kropp fue la gran aparición del equipo. Un cuatro fuerte físicamente, con mucho timing atrás liderando en rebotes (10.5 ppp siendo el cuarto mejor de la competencia) y con 1.6 en bloqueos. Por momentos determinante adelante, aún sin un tiro externo confiable pero adaptable y sin perder de vista sus 2,04. Minzer fue la tercer espada adelante, con un comienzo de dudas y errores pero un final sumamente alentador de toda su calidad en juego, dribbling (por momentos demasiado), gol y desequilibrio.
Torriani fue la otra carta interesante. Mucho desparpajo, capacidad de gol pero la bola demasiado en sus manos. Tuvo que generar juego, cuando queda claro que su comodidad pasa por el tiro y la posición de escolta. Así y todo terminó con 2.7 appp, lideró cuando fue necesario pero con demasiadas determinaciones justamente por dicho cambio. Interesante y a trabajarlo con buena talla y fortalezas. En el mundial, en su posición de escolta podría sacar otra ventaja.
El nivel del torneo fue mediano. Canadá fue el segundo en discordia pero sin grandes luces, como le viene sucediendo últimamente. Argentina estuvo cerca de dar el impacto pero no tuvo en su mejor día ni a Prato ni a Kropp dependiendo de Minzer y el resto fuera de foco. No logró terminar en el podio cediendo en su peor juego defensivo y muy desajustado ante Puerto Rico, pero con el boleto en la mano y buenas sensaciones en potencial y todo lo que puede mejorar.
El U16 necesitará levantar vuelo en ofensiva. Si bien logró su clasificación con muchos pasajes defensivos en movilidad, cuenta con carencias que deberá trabajar seriamente (21% en triples y solo 56% en libres, el segundo peor). El tiro de tres, y no solo en eficacia sino en protagonistas que tomen ese tiro. Faltaron especialistas, hoy todos hacen de todo pero se perdió el dos en cancha con el tiro a pie firme que desborde con su tiro externo. Mayores variantes, jugadores más preparados para éste tipo de competencias y que puedan ayudar más allá de una buena talla.
El equipo es un modelo para armar, indagando por su mejor perfil, sostener el rastrillaje, si será con tiradores especialistas en cancha, o aleros que cubran la posición perimetral. Un elenco más abierto con una referencia, o bien con un cuatro y cinco intentando diferenciarse cerca del canasto. A la inversa de otras selecciones, ya cuenta con tres posiciones solventes (alero, ala pivot y sobre todo pivot), necesitará resolver su perímetro, empezar a jugar en otra velocidad, y con otra eficacia para lograr competir de lleno en el mundial que se avecina. . Aún en ese progreso a la búsqueda de su identidad total.
José Fiebig
@Josefiebig
Kebueno 21/06/2023
Muchas veces nos engañamos cuando algo ganamos en sudamerica....pero sudamerica no sirve para medirnos a nivel mundial y ahi nos damos cuenta que estamos lejos.
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