Durante las finales del Este podía palparse cierto malestar alrededor de los Celtics. En una competencia de elite como lo es la NBA, y sobre todo en las instancias antes mencionadas, las probabilidades deportivas pueden terminar en el tacho de basura de manera repentina. No obstante, las maneras siempre serán evaluadas.
Boston parecía arrastrase por la cancha durante los primeros tres juegos, ante un Miami Heat que no mostraba la imagen de ser el número ocho preclasificado. El lenguaje corporal del equipo de Joe Mazzulla era el de uno sin cohesión, fuerzas ni recursos para alcanzar el gran objetivo que se habían propuesto al principio de la temporada.
Sin embargo, la serie cambió de mando, a tal punto de que los Celtics estuvieron a punto de ser los primeros en la historia de la NBA en levantar una desventaja de 0-3; pero el Heat prevaleció sin dejar dudas en el séptimo y decisivo encuentro, nada menos que en el Garden.
Ante esta situación, en Boston decidieron que a partir de la próxima temporada era necesario un cambio radical, y vaya si pegaron un volantazo: La franquicia de Massachusetts cerró un trade a tres bandas en el que envían nada menos que a Marcus Smart a los Memphis Grizzlies, y obtienen a Kristaps Porzings de los Washington Wizards.
Si, uno de los máximos símbolos celtas de los últimos tiempos se va del equipo, y esto no puede significar otra cosa más que un cimbronazo. Aquel que lleva el pelo del mismo color de la camiseta, el que supo ser no solamente líder basquetbolístico, sino también espiritual; el mejor defensor de la temporada 2021/22 dice adiós.
En la operación, los Celtics también obtienen el pick 25 (Memphis) y un pick de primera ronda de 2024 (Warriors). Por su parte, los Washington Wizards se hacen de los servicios de Mike Muscala y Danilo Gallinari (Boston), el pick número 35 (Boston) y la ficha del base Tyus Jones (Memphis).
Porzingis llega para darle un salto de calidad a la ofensiva de Boston desde la pintura, y por qué no también con tu puntería a larga distancia (viene de tirar para un 38.5% en triples). El letón terminó quizás la mejor temporada de su carrera al promediar 23.2 puntos, 8.4 rebotes 2.7 asistencias y 1.5 tapas en 32.6 minutos. Además, lanzó para un 49.89% de cancha (la más alta de su carrera).
Durante este año, Boston volverá a la carga por el tan ansiado anillo de campeón, ese que se le viene negando desde 2008. La búsqueda lo ha llevado a realizar un cambio significativo en su roster, y puede que no sea el último. Todo sea por alcanzar la gloria.
Sebastián Ciano
www.pickandroll.com.ar
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