Habría que buscar al nostradamus que apostó por Alemania para la consagración. Quizás, quien se animó a soñar con una consagración del teutón no adivinó, sino que vio algo que ya estaba forjándose y era cuestión de ponerlo en cancha y potenciarlo al máximo como terminó sucediendo. Alemania terminó siendo un campeón inesperado pero no hay magia, hay construcción, trabajo, liderazgos y saber cuales caminos tomar en pos de un éxito deportivo.
Posiblemente con el diario del lunes es muy fácil hablar de todo lo que hizo Alemania en cancha. Ahora bien, lo del elenco europeo viene siendo una construcción con nombres que se repiten y ya son conocidos sumado a una nueva camada con tintes NBA que le dio al equipo el pincelazo de calidad y que necesitaba para soñar un poco más alto. Alemania está rankeada 11° a nivel mundial y viene de hacer podio en el último Eurobasket. Sumado a eso, su torneo interno viene en franco ascenso y la idea en formativas con buenos resultados.
La cabeza del grupo lo es todo y la impronta de su entrenador se hizo sentir. Gordon Herbert asumió en 2021 como head coach de Alemania sumando su experiencia y su mix de baloncesto FIBA y NBA para impulsar al equipo. Nacido en Canadá y con nacionalidad finlandesa, ha recorrido el básquet europeo en toda su dimensión (Georgia, Francia, Alemania, Finlandia, Rusia) hasta convertirse en asistente de Nick Nurse en Toronto Raptors y en el seleccionado canadiense. Ese cúmulo de experiencia y desarrollo lo volcó en la nueva Alemania.
Alemania mostró ese caudal de experiencia y básquet en toda su dimensión. Hace tiempo que el seleccionado teutón desarrolló una versatilidad de la cual supo sacar el jugo. Aleros de calidad y mucha talla, internos que salen a tirar y saben defender internos con de la misma manera, roles definidos, jugadores con experiencia más los NBA que lograron una adaptación rápida al juego y la táctica. Los hermanos Wagner fueron ese pincelazo necesario para ilusionarse, el ascenso de varios por Europa y lógicamente la presencia de Schroder como líder y emblema.
El torneo de Alemania fue realmente impactante. Cerró invicto, se cargó inicialmente a Australia, goleo a Finlandia, Georgia y Eslovenia con un rating defensivo notable además de dos monumentales encuentros ante Letonia y el histórico encuentro ante Estados Unidos. Cerró con 93.0 ppp, sumado a su 38% en triples, cuarto en eficacia y cuarto en porcentajes de campo, además de cinco jugadores en doble dígito en la general.
Encontró en Schroder el líder y eje para la consagración. Un rebelde, difícil de manejar en materia de carácter, con idas y venidas en la NBA pero a la hora de colocarse la camiseta de Alemania va al frente y el equipo lo sigue. Fue clutch ante Serbia, MVP del torneo (19.1 ppp, 6.2 app, 2.1 app y 17.6 en eficiencia) y demostrando su valor en energía y velocidad. Cuando Schroder decayó, hubo siempre alguien que tomó la posta (De eso se trata un equipo también). Franz Wagner jugó la mitad del mundial por lesión, pero volvió en el momento justo. Cerró con 16.8 ppp, 6.5 rpp, 3.0 app y supo acompañar como segunda espada cuando Schroder no encontró el aro.
Lo de Alemania fue impactante en recursos. Ya hablamos de la versatilidad para defender a un alero grande o como los internos actuaron en detrimento de cada encuentro. Voigtmann-Bonga-Thiemann con una eficacia formidable considerando que jugaron menos de 20 minutos. Aportaron en defensa con excelentes porcentajes (la mayoría rematadores) y saliendo con éxito de la llave (41.5% en triples entre los tres). Theis, siendo un interno más definido, se impuso atrás, cerró con 10.9 ppp y un notable 14.3 de eficacia.
Si queda alguna duda de lo que generó Alemania como equipo y en materia de soluciones, Andreas Obst es otro de los ejemplos. En el partido más importante de la historia (hasta Serbia), el escolta brilló con una calidad notable para derrumbar a Estados Unidos. Aprovechar al que mejor está y respaldarlo cuando es necesario. Obst fue el goleador y figura sumado al triple del campeonato para colocarse 111-107 a pura sangre fría con 1m17s. Era su momento y fue bien aprovechado sin que los líderes tomando la posta, aún teniendo un buen juego.
Así se fue dando todo para que Alemania llegue adonde llegó finalmente. Como equipo, como defensa, con variantes, con una banca sustentable, líderes en diferentes tramos y apoyados cuando la situación lo ameritaba. Así obtuvo un premio a la construcción, al juego, al básquet FIBA, al superar límites y ponerse en modo NBA si era necesario e ir para adelante todos de la mano. No todo es color de rosa, ni lo fue ni lo será, pero el equipo estuvo antes que todo, así como los objetivos y su accionar.
José Fiebig
@josefiebig
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