Sólo el título de campeón podía cambiar el destino que hacía varios meses estaba fijado. La eliminación en semifinales no solamente dejó sin ilusión a los que se habían entusiasmado tras ganar en Olavarría, sino que precipitó la toma de decisiones.
Néstor García, salvo un milagro, no será más el entrenador. Los dirigentes no quedaron conformes con su trabajo, entre otras cosas por cómo manejó el equipo y el protagonismo de sus principales figuras.
En defensa de García sólo se podrá decir que Campana fue un capricho de Orlando Salvestrini y no del entrenador, que ya lo había tenido en Peñarol.
Campana es el tema más candente de aquí en más. “Pichi” tiene un año más de contrato, con un monto muy alto, gran parte del cual es absorbido por la empresa Pago Fácil, que casualmente maneja Orlando Salvestrini.
Sin embargo, ya estarían negociando un arreglo un tanto complejo pero que dejaría contentos a varios: ¿arreglarán una rescisión por la mitad del dinero y Campana volverá a jugar en Atenas?
Para los cordobeses sería recuperar a un histórico por menos dinero (Campana podría hacerlo porque cobraría la mitad de su contrato con Boca), los xeneizes se sacarían un peso grande de encima y además hasta podrían, en la misma negociación, quedarse con un jugador que Atenas terminó desestimando y que interesa mucho: Wálter Hermann.
En cuanto a la desvinculación del entrenador, si es que se concreta esta opción, quedaría el camino liberado para el regreso de Julio Lamas, quien no tendría lugar si Campana sigue en el equipo (están peleados desde 1995, cuando el capitalino se fue de Olimpia, supuestamente por culpa del jugador).
Lamas tendría también que ajustarse al futuro presupuesto de Boca, más bajo que el habitual. En cualquier caso, la idea de los dirigentes es, de una vez por todas, darle lugar a los buenos jugadores menores que tiene el plantel como, entre otros, Boccia, Calderón, Guaita y Maciel, y además contratar tres extranjeros importantes.
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