Un cambio verdaderamente radical el de San Lorenzo de una temporada a otra jugando como visitante. El azulgrana, quien estuvo al límite y al borde del descenso en la 22-23, cuenta con un presente de sonrisas, prendido en la parte alta y habiéndose anotado una victoria épica ante el favorito Quimsa como visitante. ¿Tanto cambió en el camino para éste equipo?
Pocos esperaban semejante score en Santiago del Estero. Mucho menos luego del contundente 45 - 28 de Quimsa y tener todo encarrillado para la victoria 17 en forma consecutiva. Así y todo, San Lorenzo mostró sus armas, su experiencia y una confianza que comenzó a crecer con el correr de la segunda mitad. Recortó a solo ocho puntos el tercer cuarto y el partido comenzó a ser otro.
El azulgrana brilló en ambos costados, desenfocó por completo a un Quimsa que parecía tener todo controlado, y supo tener el temple y la consistencia suficiente para sentenciar semejante encuentro en una localía, hasta anoche, imposible para cualquiera. Fue un doble premio: Dejar sin invicto de local al puntero y sacarle el récord de 17 éxitos seguidos. Una locura.
¿Se acuerdan del San Lorenzo de la 22-23 jugando como visitante? El azulgrana solo ganó 8 partidos en la general y cerró la temporada con marca de 0-21 jugando afuera. Dependió totalmente de su localía para vencer a Atenas y seguir en la Liga. Apenas anotó 70.5 ppp y recibió 84.5 ppp en total.
Ésta temporada todo cambió. Lleva un 50% de victorias con una marca de 5-5, solo Quimsa, Olímpico, Obras, Boca e Instituto ganaron más partidos fuera de casa. Está en un lote de cuatro elencos con cinco victorias y 6° en mejor porcentaje junto a San Martín afuera. Apenas le anotan 73.9 ppp siendo el mejor. Una locura.
Si bien perdió a Rutemberg y Rodríguez, las presencias de Hernández y Basualdo le dieron otra referencia cerca del canasto. Pérez y Marín se mantuvieron como ejes, Lugo subió su nivel, Conrradi fue una apuesta exitosa más los impactos de Grun y Córdoba, ambos mejorando sus performances en diferentes apartados. Su clave es la intensidad defensiva, y lo que genera colectivamente. Sin brillo pero con pasajes que incomodan a varios.
Es cierto, no es ni cerca el súper San Lorenzo que no paraba de salir de campeón, pero al menos es un elenco sumamente competitivo y mejorado por completo de su apática y pobre versión del 22-23. Juega más, defiende más y compite mucho mejor ante los candidatos. Un elenco incómodo que ya se anotó una de las victorias del 2024. De no ganar afuera a dar el batacazo. El nuevo San Lorenzo.
José Fiebig
@Josefiebig
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