• 07-09-2024
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San Martín: Lo que pudo haber sido y no fue

Culminó la duodécima temporada de San Martín en la Liga Nacional de Básquet, y la undécima en forma consecutiva. El equipo de Revidatti mantuvo una gran regularidad durante todo el torneo, de local solo cedió 5 juegos de 19 durante la primera etapa, pero falló en momentos claves donde pudo haber sido otra la historia. Pero vamos por partes.

Desde la dirigencia se confió el mando del equipo a un hombre de la casa, Gabriel Revidatti. El Gato finalizó la temporada anterior como asistente de Diego Vadell, luego de varias temporadas teniendo a su cargo también las juveniles del club. Las llegadas de refuerzos como Buendía, Pérez Tapia, Gargallo y Carabalí hacían ilusionar a su gente, sumado a la base del equipo que ya venía trabajando en el club, como García, Méndez y Vallejos.

Pero fueron distintas las realidades de cada pata del equipo durante el torneo, como pasa en todos los clubes. A Buendía lo aquejaron distintas lesiones en más de una oportunidad, lo que hizo que se pierda muchos partidos. Pérez Tapia se erigió varias veces como goleador del equipo, aunque en otras oportunidades le faltó ser más consistente. Gargallo siempre estuvo para aportar, pero por momentos le faltó un poco más de gallardía tal vez para ponerse el equipo al hombro –y tenía con qué para hacerlo-.

Quizás el que no llegó a explotar del todo su potencial como se esperaba fue Bryan Carabalí, quien junto a Garello eran los internos de sanma. Al ecuatoriano le costó hacer pie durante varios partidos de la temporada, razón por la cual el equipo terminó siendo mayoritariamente mucho más dependiente del trabajo de sus perimetrales.

En cuanto a sus números en la temporada, el rojinegro finalizó con 24 victorias y 18 derrotas, cosechando 66 puntos en total. Pudo cantar victoria en los dos clásicos correntinos de la temporada, siendo histórico el primero en cancha de Regatas por dos condimentos: Revidatti era el primer correntino en dirigir un partido entre el fantasma y el rojinegro por Liga Nacional, y además era el partido N° 500 de San Martín en la LN.

Llegó a hilvanar, además, cinco victorias consecutivas –en el medio, agónica victoria ante Quimsa sobre la chicharra-, como también las buenas victorias en los dos juegos de temporada que afrontó ante Instituto y Olímpico, protagonistas de la presente 23/24. Las caídas que más dolieron al equipo del barrio La Cruz fueron ante rivales, a priori, de menor jerarquía en la actualidad; como Independiente de Oliva, por la mínima ante Riachuelo, dos traspiés ante Ferro y por la mínima ante Unión.

Y párrafo aparte merece la derrota clave como local ante Boca en la última jornada de la fase regular, donde si bien se podía esperar una caída, era el momento de mostrar verdadera fortaleza pues estaba en juego nada menos el último boleto para instalarse directamente en cuartos de final, y no luchar en reclasificación. La caída ante el xeneize decantó otro camino para un San Martín que llegó incluso, en los tramos finales de la regular, a instalarse momentáneamente en el 2° puesto de la tabla.

En cuanto a derrotas consecutivas, solo en dos oportunidades conoció las tres caídas en fila, pero la segunda de ellas terminó decretando el fin de temporada para el rojinegro. La reclasificación lo terminó emparejando ante un Peñarol que entró por la ventana, y por esta razón no parecía tener equipo para hacerle frente a un combinado que estuvo a nada de meterse directamente entre los ocho mejores de la Liga.

Pero siempre se dice, y es así, que los partidos hay que jugarlos, y pese a cualquier diferencia en el roster y en los números de sus individualidades, el milrayitas se robó la localía en el segundo juego de la serie para terminar de rematar la serie en su casa, donde se adueñó de los dos partidos en el Polideportivo. Revidatti no le encontró la vuelta a los juegos en Mar del Plata, y de esta manera un serio candidato a ser, incluso, semifinalista de la competencia, terminó haciendo las valijas antes de lo planeado.

Si hablamos de las individualidades y los puntos altos que tuvo el San Martín versión 2023/24 hay que resaltar la labor de García, Pérez Tapia y, durante varios juegos de la temporada, Méndez. El base supo llevar el hilo conductor de cada triunfo rojinegro, mientras que Pérez Tapia terminó siendo el mejor refuerzo que tuvo el equipo, respondiendo con creces en más de una ocasión –y siendo determinante hasta el último segundo, por ejemplo, en la victoria ante Quimsa-. En cuanto al escolta correntino, se cargó el equipo al hombro en más de una ocasión, jugando hasta con cierto desparpajo pero con un poder de daño notable, progresivamente va dejando atrás su costado juvenil para ya ser un puesto fijo como mayor y tomando mayores responsabilidades.

Párrafo aparte merece el gran trabajo realizado por Gabriel Revidatti en la conducción técnica. El entrenador correntino fue una de las grandes revelaciones entre los coachs de la Liga, y su joven edad no fue impedimento para trasladar sus ideas a sus jugadores. Es verdad que mucho ayudó ser asistente de Vadell, pero eso no lo es todo. Revidatti impregnó frescura en sus dirigidos, juegos abiertos, buscar la mejor opción siempre y la confianza para que cada uno se sintiera importante en el equipo. Detectar falencias en el rival para atacar, y ser precavidos a la hora de defender.

Y en cuanto a las claves que caracterizaron al juego del equipo se marca la rotación, el goleo repartido y el trabajo perimetral. Revidatti tuvo que recurrir muchos partidos al juvenil Burgos en búsqueda de mejores variantes ofensivas para los internos, con las limitaciones esperables en un jugador que todavía no tiene tantos minutos asentados en la máxima competición. Si bien no es un dato al que se suele prestar atención, San Martín pudo escalar una posición en la tabla histórica de la Liga y colocarse 18°, dejando atrás a Estudiantes de Olavarría, y quedando a tiro de meterse en el Top 15 en la próxima temporada.

Momento de poner la cabeza fría para San Martín, reflexiones y autocríticas para entender el porqué de la pronta eliminación, más allá que volvió a meterse en post temporada luego que la campaña anterior se quedara en las puertas de los play-offs. Barajar y dar de nuevo, tanto para el cuerpo técnico como para la dirigencia. No fue para nada malo el trabajo realizado.

Si miramos en perspectiva el equipo fue de menor a mayor, a mediados de la fase regular ya demostró con creces estar luchando para ser protagonistas de la competencia, pero la pronta eliminación ante el último equipo de la reclasificación dejó a todo el público rojinegro bastante desorientado.

Esteban Fernández

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