Claramente no es común que una serie que arranca 0-2 de repente esté 3-2, más allá de la paridad y la competitividad de ambos elencos. Lo cierto, es que Boca tuvo muchos méritos para encontrarse con tres victorias consecutivas más allá que la serie no está terminada e Instituto sigue con vida. La serie cambió y el xeneize tuvo mucho que ver en diferentes apartados para lograr semejante situación a favor.
La vuelta de Schattmann fue determinante. El maragato logró soltar en la ofensiva a Vildoza, ser clave dentro del juego, y cuando sumó minutos verdaderos fue clave. Subió la eficacia en el tiro externo, se convirtió en un problema para la defensa y obligando a diferentes cambios o step con los hombres grandes. Lleva 16.3 ppp y 3.3 app en los últimos tres juegos.
La defensa como bandera. Boca pasó de sufrir 93.0 ppp en los primeros dos juegos (hubo tres suplementarios) a un 70.3 ppp en los siguientes tres partidos. Mejoró en la primera línea, supo contener mejor con Vega y Mata, ganó su rebote e Instituto colaboró con sus porcentajes. La gloria con solo 7 de 26 en triples en el Juego 3, 39% en dobles en el Juego 4, y solamente 6 de 20 en triples en el Juego 5.
Boca cortó con varios virtudes de Instituto. La gloria pasó a tener menor velocidad en su ofensivas, dejó de lado la transición, todo en gran mérito del trabajo xeneize atrás. Tanto Pomoli como Lugarini pasaron a estar mejor escoltados, perdieron en el 5x5 forzando acciones en las cuales perdieron más de lo que ganaron. Leandro Vildoza sigue sin aparecer en su esplendor e Instituto necesita demasiado de Copello como uno en vez de dos.
La presencia del juego interno. Langston viene teniendo un protagonismo clave. Fue otro de los puntos altos del equipo xeneize en los últimos tres encuentros. Pasó a promediar 12.6 ppp con mejor eficacia, ganando el 1x1 y acompañando con 13 pts en el Juego 5. De hecho, entre él y Barber aportaron 24 pts y 8 rebotes superando los 14 pts y 5 rebotes solamente combinados por Saiz y Acuña. Ni hablar del pobre protagonismo de Jefferson.
Cambiaron los cierres. Boca pasó de tener dos muy malos cierres en los dos primeros encuentros a dominar dicha área. Un final de Juego 2 terrible luego de tener 13 pts de diferencia y caer en suplementario. En el juego 3 estuvo al límite 63 - 62 y generó un 9-0 para descontar. En el Juego 4 estuvo por debajo 62 - 58 y aparecieron los puntos en momentos decisivos con un 11-4 y Mata como punto esencial. En el juego 5 no perdió el liderazgo en toda la segunda mitad, Schattmann con un recupero y libres claves (80 - 77) para dar vuelta la serie.
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José Fiebig
@Josefiebig
DIEGO ROSSI 18/07/2024
cambio que cordoba es amarga como la fulera ojala se extingan estos equipos ayudados por los gobiernos de turno como en santigo del estero ( de las provincias mas pobres de la Argentina ) ni agua potable tienen, peña y na ma
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