Toda una revolución causó Sudán Del Sur dentro de los Juegos Olímpicos. El cuadro africano mostró una sorprendente competitividad en su debut en semejante evento, sumado a sus chances concretas de llegar a la segunda fase. Venció a Puerto, Rico, tuvo dos partidos épicos ante Estados Unidos e hizo transpirar a Serbia, todo eso en unas simples semanas.
Sudán del Sur fue el mejor elenco africano en el Mundial 2024 terminando con un récord de 3-2. No pasó la primera ronda (paradójicamente se cruzó en el grupo con Serbia y Puerto Rico). Luego en la ronda del 17 al 32 ganando ambos compromisos ante Filipinas y Angola. De esa manera, obtuvo automáticamente su boleto a los Juegos Olímpicos. Si nos vamos mas atrás en el tiempo, en las eliminatorias africanas, Sudán del Sur cerró con marca de 11-1.
El equipo africano llenó los ojos tras el impactante amistoso ante Estados Unidos. Perdió 101 - 100 en la última bola, lo cual llamó la atención de todos. Comenzó ganando ante Puerto Rico 90 - 79, compitió de manera magnífica al enfrentarse de nuevo ante Estados Unidos (103 - 86) e hizo sufrir a Serbia 30 minutos y solamente cediendo 92 - 82. Terminó tercero y cerca de una clasificación histórica.
Muchos la confunden con Sudan, de hecho, en el juego inicial de París 2024, el himno que sonó fue el de Sudán y no Sudán del Sur, lo cual trajo la primera controversia. El país africano tiene apenas 13 años de independencia (9 de julio del 2011) luego de gran cantidad de conflictos étnicos que derivaron en dos guerras civiles sudanesas.
Tras años de enfrentamiento, el conflicto terminó oficialmente con la firma de un acuerdo de paz en enero de 2005 entre el gobierno de Sudán y el ejercito de liberación del Pueblo de Sudán (ELPS). El acuerdo restableció el gobierno autónomo sursudanés hasta por seis años, tras lo cual se realizaría un referendo sobre una posible secesión. Este referendo se realizó en enero de 2011 otorgando una abrumadora mayoría de un 98,83 % a la opción independentista.
Una de las figuras por excelencia es Luol Deng. El ex NBA que supo brillar en Chicago Bulls (del 2004 al 2014) para luego pasar por diferentes elencos como Cavs, Heat, Lakers y Timberwolves, se retiró a los 39 años y se inclinó por completo en explotar el potencial de su país a nivel deportivo. Pasó a presidir la federación de básquet y le entregó el cargo de entrenador a un viejo amigo que conoció en la Blair Academy, pasos previos a la NBA: Royal Ivey.
Ivey jugó en la NBA desde el 2024 donde fue seleccionado por Hawks, luego pasó por Bucks, Sixers, nuevamente Bucks, Thunder, Sixers en 12-13 y más tarde el Thunder. Llegó a ser entrenador de los elencos de G-League y asistente técnico en Thunder, Knicks, Nets y finalmente en Rockets hasta la pasada temporada. Deng confió en él y los resultados ya comienzan a verse desde lo táctico, posicional y competitivo.
Si bien su figura es Carlik Jones, MVP de la NBA G League, Sudán del Sur tiene entre sus filas al gigante de 2m21 de Phoenix Suns, Bol Bol, que por razones personales decidió bajarse de la lista para París. J Thor (21 años, 2m06) de Charlotte Hornets y Wenyen Gabriel (27 años, 2m06) con un extenso pasado NBA.
Un elenco físicamente imponente, rápido, disciplinado y con variantes logrando una tremenda evolución técnica y colectiva en muy poco tiempo. Un grupo armado, unido dentro y fuera de la cancha con juventud y varios diamantes a pulir.
Un equipo que no tiene canchas techadas, ni estructura como para entrenar como un verdadero seleccionado de elite. Así y todo, ha logrado una apertura al mundial increíble desde cero. Luol Deng, con su último contrato de Lakers (72 millones), ha costeado todo lo que tiene que ver con el mundo de Sudán del Sur dentro del básquet.
Viajes, hoteles, comidas y todo tipo de necesidades para embarcarlos en un nuevo mundo. Un futuro provisorio más allá de los conflictos bélicos, un país aún lleno de carencias y problemas, pero Deng y su grupo de refugiados parecen ser una luz y con el básquet como excusa.
José Fiebig
@Josefiebig
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