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La gloria eterna de Atenas 2004

¿Cómo no emocionarse con semejante hito? Un momento imborrable, único y que llena de recuerdos y alegrías a todos los amantes y seguidores del básquet. Un 28 de agosto de 2004, Argentina se coronó campeón olímpico al vencer a Italia en Grecia pero antes habiendo vencido a un combinado norteamericano de figuras NBA por primera vez. Ni hablar los cuartos de final ante el local, ni hablar la palomita de Manu. Un torneo de película con el final más feliz posible.

Todo lo que sucedió hasta llegar al memorable 28 de agosto fue realmente de película. Nunca mejor dicho que realidad superó a la ficción con lo realizado por la generación dorada y su camino en Atenas, que justamente no fue de rosas, sino de diversas adversidades que fueron superando como grupo, y sacando lo mejor de sí mismo para combatir cada escollo y superarlo de manera épica hasta la batalla final por el oro olímpico.

Un comienzo increíble hasta un cierre de felicidad extrema. Derribar a Serbia y Montenegro tras el recuerdo de Indianápolis 2002 con la palomita de Manu en un final que a ningún directo de Netflix ni de Hollywood se le hubiese ocurrido. Una dura caída ante España, una solvente victoria ante la China de Yao Ming, un duro éxito ante los neocelandeses y finalmente una caída por la mínima ante Italia que dejó a Argentina tercero (3-2) y la obligación de jugar ante el local en cuartos.

Ante Grecia fue una batalla de titanes. Los recuerdos de un partido físico, trabado, sin gol, defensivo y Argentina frustrada por sus malos rendimientos. Grecia se llevó la primera mitad, estiró a +11 hasta que apareció Walter Herrmann en cancha. El santafesino cambió el juego, motorizó la ofensiva con su calidad e inconsciencia mareando la defensa local. De repente Argentina pasó a estar 59 - 53 al frente, hubo un doble clave de Montecchia (65 - 61), otro doble de Manu y los libres para un éxito de altísimo renombre.

Llegó el momento de enfrentar a Estados Unidos. Lo que parecía imposible se volvió posible y real en la cancha y el resultado. Argentina se impuso 89 - 81 en un encuentro inolvidable y que dejó a los norteamericanos sin el oro olímpico cortando su racha de éxitos. La primera caída de un elenco conformados por jugadores NBA (Marbury, Iverson, Duncan, Odom, Marion, Boozer, Jefferson y reciente drafteados James, Wade, Anthony). El nivel de disciplina de juego, de concentración, de defensa y de ejecución fue extraordinario de parte del seleccionado de Magnano. Rozando lo ideal.

¿Qué decir del cierre? El rival era el sorprendente Italia (venía de dejar fuera a Lituania) y que había vencido, inclusive, a Argentina en la etapa de grupos por la mínima para ocupar la segunda posición. Argentina entró con el cuchillo entre los dientes, sumamente afilado, veloz mentalmente para jugar y tener renta de 23 - 16.

Si bien mantuvo su dominio, Italia mejoró en defensa, en agresividad atrás, embarró el partido y de buenas a primeras todo quedó apenas 61 - 59.Montecchia fue un estandarte clave. Un triple primero, luego un doble , otro bombazo clutch (71 - 60) más un volcadón de Wolkowisky y el cierre entre Pepe y luifa. Todo de película, todo soñado, todo dorado. Una locura maravillosa y perfecta. 20 años de ese momento cumbre, único, hermoso, épico para nuestro básquet.

José Fiebig

@Josefiebig

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