Las reglas enemigas en U13

• José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
• 25/09/2024
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Siempre pensamos y soñamos para que el desarrollo del juego en formativas sea el mejor posible. Un crecimiento individual y colectivo, donde tratar de realzar el juego y que todos converjan en cancha de una forma u otra. Es cierto, los que son buenos sacarán ventaja, tanto de lo físico o técnico, eso es irremediable, pero darles aún mayores ventajas para su progreso individual dejando de lado el resto y quitarle herramientas a la defensa ya suena a demasiado.

Estas situaciones puntuales se dan en la categoría U13, la de pleno aprendizaje, la primera en materia de competitividad (más allá del debatible Prefederal U12 que ya está en vigencia). ¿Qué es exactamente lo que sucede? En dicha categoría existen determinadas reglas que no están en otras, y que justamente no ayudan a un desarrollo pensando en el cambio que harán luego a U15 y ni hablemos cuando sigan creciendo.

En U13 se trata de que el 1x1 sea determinante, que los chicos aprendan sin ayudar, que sepan defender solamente a su rival, lo cual es bueno pensando a futuro (aunque todos terminan marcando zona o ajustando a destajo en los seleccionados de formativas). Esa regla no está mal, el problema es cuando un jugador U13 con diferencia física por su desarrollo, y que ya cuenta con recursos en dribbling o gol, saca extrema ventaja sin que el resto de sus compañeros toque la bola y él decida absolutamente todo, aprovechando que la defensa no puede ayudar luego.

Ya hemos repasado años atrás muchos ejemplos de situaciones donde un jugador en U13 anota una cantidad de puntos impactante justamente por estos datos y reglas. Dentro de esas reglas no se puede marcar zona (ni flotar en la defensa), tampoco atrapar en los costados pero sí marcar presión toda la cancha. La llamativo, es que tampoco se pueda ayudar cuando un jugador supera a su marca (sí podría desde el lado débil pero aún dando ventaja a la ofensiva). Queda casi a interpretación dentro de algo muy fino y que se entiende muy poco a la vista y a la regla.

Los chicos leen mucho más el juego a los 13 años, buscan más herramientas en youtube, realizan entrenamientos individuales, se interesan por tener más recursos desde el dribbling y el salto defensivo lo hacen instantáneo. En el Provincial U13 disputado en Bahía Blanca, fue totalmente molesto e irritante como cortaban los árbitros muchas acciones por la regla del 2x1, ayudas en rebotes ofensivos cuando no hay espacio o algún otro intento de ayudar o robar la bola. Irritó a los entrenadores, a los padres (situación aparte por los papelones que hacen) y los propios jugadores.

¿Es realmente necesario llevar al extremo una regla que no suma y solo genera problemas? ¿Para qué darle tantas herramientas al jugador ofensivo y el 1x1? Es cierto, el 1x1 hoy es esencial, pero más importante aún saber cuando desprenderse de la bola, jugar en equipo y ejecutar de diferentes formas con un movimiento sin bola (sabiendo que al pasar la mitad de cancha regresan los 24s), otro transcurrir de la ofensiva sin que sucedan estas situaciones grotescas que no invitan a que el juego prevalezca y menos la dinámica.

El problema no solo pasa por el hecho que ese jugador me gane por la diferencia física o técnica que haga casi en soledad. El problema pasará por los siguientes años, cuando en U15 y U17 haya ajustes de sobra, se emparejen los físicos, el resto de los jugadores mejore aún más en técnica y supere a ese jugador que en U13 sacaba grandes ventajas por una o dos reglas y ahora no lo puede hacer quedando estancado en su juego y sin evolucionar. Es darle el queso y que se conforme con ese queso sin buscar más.

Vamos a ponernos en la vereda de enfrente sin que existiera esa regla. Se puede presionar toda la cancha, no se puede atrapar ni tampoco marcar zona (más allá que algunos de los Dts lo hacen escondiendo las defensa de forma "audaz"), los cuales son buenas reglas para el aprendizaje además del 1x1 inicial. Hasta ahí todo iría acorde, y sumarle las ayudas cuando al jugador 1 lo superan lo cual obliga (en ciertos momentos) a desprenderse de la bola. Empezar a dar la vuelta en ofensiva, rotar, moverse sin la pelota, generar algo del lado opuesto, secuencia de pases y otra movilidad. ¿No suena más divertido y albergando un mayor aprendizaje y dinámica?

El jugador que es bueno sacará ventaja y anotará o hará jugar. Hoy a los 13 años los/as chicos/as ya muestran otra motricidad, físicos grandes, generación, movilidad y técnica que asombra por su desarrollo temprano, lo cual lo celebramos. Ahora bien, no nos quedemos con esos jugadores y festejemos sus 50, 60, 70 u 80 pts en un juego como una proeza maravillosa porque no suma para la categoría ni el desarrollo de un deporte colectivo. Hay que lograr que esos chicos/as desplieguen lo mejor en su desarrollo individual pero basándose en el colectivo y grupal.

Es solo pensar en el presente y no en el futuro ni en su desarrollo como jugador para los siguientes años. Es quitarle a la defensa recursos, y darle todo a la ofensiva para que resuelva y salgan partidos de 100 pts como agua. Es casi convertirse en un enemigo del colectivo, de la táctica y defensa. La ofensiva es clave, el saber resolver, el 1x1, son todas armas pero mayor aún el pase, moverse sin pelota, generar, y que todos resuelvan y ayuden sobre todo en una edad como 13 años. No dejan de ser chicos que quieren jugar, disfrutar y aprender. No hagamos aburrido algo que cada vez es más dinámico como el básquet. Seamos amigos, no enemigos.

José Fiebig

@Josefiebig