Hay jugadores que pasan a la historia no solo por lo que hicieron dentro de una cancha, sino también por sus ideales, y lo que generan fuera de ella. Es el caso de Dikembe Mutombo, el gigante congoleño que dejó su marca en la NBA y que falleció a sus 58 años debido a un cáncer cerebral con la cual batallando hace dos años. Un ícono del básquet africano pero también de las causas humanitarias.
Mutombo dejó su estampa en la NBA. Siempre pensó en los estudios como un factor clave en su vida para el futuro. Pudo haber sido un gran médico y terminó graduado en artes de la lingüística y diplomacia. Llegó a la universidad de Georgetown por recomendación de un agregado a la embajada americana. Ahí comienza su historia con el básquet.
Poco a poco, Mutombo, quien apenas hablaba inglés cuando llegó, mostró sus dotes defensivos y reboteros. Pasó a promediar doble-doble cada mes, sumado a su increíble capacidad de tapar rivales, algo que se fue convirtiendo en su emblema hasta su retiro. Su increíble envergadura más sus 2m18 y recursos/timming lo hicieron elegible en el draft, donde Denver Nuggets lo tomó en el cuarto puesto en 1991.
Su impacto fue inmediato. Terminó en el quinteto inicial de rookies con promedios de 16.6 ppp, 12.3 rpp, 2.2 app y 3.0 bpp. Si bien en el resto de las temporadas sus números ofensivos bajaron, lo suyo fue en defensa donde promedió siempre doble-doble en su carrera y en la 95.96 promedió 4.9 bloqueos por partido. Su marca con el dedo y el gesto de "no no" fue notable siempre que tapaba a un jugador.
En 1996 pasó como agente libre a Atlanta Hawks por cinco temporadas. Siempre fue All Star y metió al equipo en tres oportunidades a playoffs, incluyendo una semifinal, siempre en doble-doble y con valores de mejor defensor y taponador consecutivamente. De hecho, hasta recibió el premio IBM a la contribución de éxito del equipo. Luego pasó a Sixers en 2001 donde se metió en las finales junto a Iverson. Más tarde fichó en Nets y Knicks sin demasiado éxito y con muchos problemas de lesiones.
El interno llegó a Rockets, mejoró sus números para renovar su contrato, y hasta superó a Mark Eaton y el propio Kareem Abdul-Jabbar para ser el segundo máximo taponador de la historia de la NBA. En 2009 tuvo un choque muy duro de rodillas que obligó a operarse y posteriormente a dejar la actividad.
Mutombo fue el mejor taponador de la Liga por cinco temporadas consecutivas. Ganó cuatro veces el premio al mejor defensor, fue ocho veces All Star, y su dorsal 55 fue retirada por Atlanta Hawks y un año después por Denver Nuggets. En 2015 su nombre llegó al salón de la fama.. No solo eso, Mutombo tuvo un valor agregado fuera de la cancha. En 1997 creó la Fundación Dikembe Mutombo, cuya misión está en erradicar enfermedades infantiles que ahora son poco frecuentes en el mundo desarrollado pero que amenazan todavía a muchos niños en el Congo.
Mientras estuvo en los Hawks, Mutombo trabajó con el programa atlético de las Olimpiadas Especiales para jóvenes desventajados en su desarrollo. Dikembe estuvo muy activo en la organización de Baloncesto sin Fronteras, y particularmente en el desarrollo de la Basketball Africa League, que completó su segunda temporada en 2022.. USA Weekend nombró a Mutombo el Atleta Más Humanitario de 1999 por sus esfuerzos en recaudar dinero para ayudar a sostener programas contra el sida en Congo.
En 2006 se inauguró el Hospital Biamba Marie Mutombo. Es la primera instalación moderna en Kinshasa en cuarenta años. El nuevo centro, que lleva el nombre de la madre fallecida de Mutombo, es un hospital y centro de investigación de 29 millones de dólares que incluirá un área pediátrica especial, así como quirófanos y un centro para mujeres.
Adam Silver, comisionado de la NBA, habló sobre el deceso de Dikembe Mutombo y mencionó: "No había nadie más calificado que él para servir como embajador global de la NBA. Era humanitario por nacimiento. Amaba lo que hacía por el básquetbol para impactar de manera positiva en comunidades, especialmente en su nativa República Democrática del Congo". A lo que añadió: "Fue uno de los mejores jugadores defensivos de la historia".
El lema de Mutombo es "Dios nos da tiempo en el mundo. Tenemos la obligación de cumplir ese momento, para hacer una diferencia". Y vaya si lo hizo...
José Fiebig
@Josefiebig
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