Desde el primer minuto, los dirigidos por Fernando Duró tuvieron la inesperada presión que los equipos sin extranjeros sacan a relucir en los momentos difíciles. Fue por eso que las presencias de Robert Mc Ann, Corey Allen y Deveraux no fuera gravitante, al igual que la presencia estelar de Héctor “Pichi” Campana que solo lució su rubio cabello en el banco de suplentes.
Los muchachos de Marcelo Richotti, tuvieron altas y bajas pero las primeras fueron más, con un defensa que partido a partido sigue mejorando y con una ofensiva que solo por momentos pierde efectividad.
Sin dudas que el tercer cuarto -lo ganó Gimnasia 16 a 7-, fue muy valioso por lo mostrado por todo el equipo pero en especial por lo aportado por Marcos Nóbile, quien bajó todos los rebotes y penetró una y otra la defensa de un Boca Juniors que amenazó con caerse.
UN MOMENTO DE DUDAS QUE COSTO CARO
Si bien el único tramo de Gimnasia que no lució a pleno, se dio en el último cuarto y costó muy caro, aunque el score final no refleje ni mucho menos lo que sucedió en un partido que restando minutos mostraba un tablero con cifras idénticas.
Luego de dos triples errados por Leonardo Diebold, la balanza se inclinó a favor de los porteños que desde la línea de libres le dieron a Boca un triunfo justo pero no del todo merecido. Este casillero sumó apuestas a favor de Gimnasia que no se dieron favorables, no al menos anoche. El futuro es otra historia.
Fuente “diario El patagónico”
Gimnasia y Esgrima 57: Diebold 2, Pedemonte 15, Nóbile 12, Ferrari 20 y Maglia 6 (fi) Eloy 2 y Bonzano 0 DT. Marcelo Richotti.
Boca Juniors 68: Stanic 7, Cocha 13, Deveraux 11, Sartorelli 10 y Mc Ann 12 (fi) Guaita 3, Calderón 5 y Allen 7 DT. Fernando Duró.
Parciales: 16-17, 26-34 y 42-41.
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