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Un antes y un después

La ventaja que los historiadores tienen, por uso y práctica, es la cualidad de ver los macro tiempos de los sucesos, en vez de mirar (como nosotros) los micro tiempos donde estamos involucrados con la cotidianidad de la vida. Se abstraen del “ahora” y pueden ver que significará lo que está pasando.

Con Emanuel Ginóbili corresponde (dentro de lo posible) guardar la serpentina y la corneta por un momento, sólo por un momento, y pensar seriamente que significa este logro.

Ya se ha dicho hasta el cansancio que Manu se sienta como uno más a la mesa de Mozón, Vilas, Fangio y Maradona. Pero en el plano internacional ¿Dónde entra? Y aún mejor ¿Qué significa?


El Tema MVP


Para la cultura de los Estados Unidos la película siempre necesita un héroe. Pero dentro los cánones impuestos, existe el sentido profesional del tema; vale decir, poderoso caballero es don dinero. Y cada franquicia en la NBA empieza su armado sabiendo que tendrán un hombre que se destaque sobre el resto. El famoso jugador “franquicia”. El que venda las entradas por su sola presencia y al mismo tiempo, el jugador más caro del plantel.

A esta altura del profesionalismo, la NBA ya entiende de memoria como es el juego de venta de publicidad y marketing. Por eso, la última vez que la NBA permitió que un jugador NO franquicia fuera elegido MVP de las finales se remonta a la temporada 87-88, cuando los Angeles Lakers de Pat Riley eran comandados en la cancha por el inolvidable Magic Johnson. En el juego siete de la final los Lakers superaron a los Pistons 108-105 con un triple doble de James Worthy que se llevó el premio de MVP de las finales.

Una temporada después pasaría algo similar con los Detroit Pistons que superaron a Los Angeles Lakers 4-0 en la final y fue Joe Dumars el MVP siendo Isiah Thomas el jugador franquicia, pero aquí la diferencia no era tan determinante entre uno y otro. Desde allí pasaron 17 temporadas donde el jugador más caro del plantel es el mejor al final de la liga. Punto y aparte.

Se podrá discutir la injerencia que Manu tuvo en el título y sobre todo en las finales. Para quien esto escribe, Manu fue el mejor de las siete finales, pero Duncan lo fue del 7mo partido. A partir de lo que Duncan genera, juegan todos. Manu toma los que espacios y atribuciones que otros no. Pero Duncan fue el faro que guía en la oscuridad. El juego del básquetbol es bastante más que meter puntos.

Por último, en lo que a MVP se refiere, sería interesante que la NBA replantee el hecho de la entrega del MVP. Ellos necesitan si o si una figura. En el caso de las finales 04/05 no hubo duda, si lo ganaba Detroit sería Chauncey Billups el mejor, pero con el trofeo en manos de San Antonio el premio debió ser compartido. Ni Duncan, ni Ginóbili: Ambos.

Los “Internacionales” de la NBA.

Nunca antes en la historia un jugador que no ostente una carta de ciudadanía norteamericana ha tenido tanta injerencia en las finales de la NBA como lo hizo Emanuel Ginóbili. Se dirá que Tim Duncan es nativo de Islas Vírgenes pero es más norteamericano que Mc Donald´s y también se pone la mano en el pecho al oír el himno.

El fallecido croata Drazen Petrovic abrió el camino al resto de los jugadores que provenía de Europa al ser elegido en tercera ronda del draft por los Pórtland en 1986. Tiempo después el lituano Arvydas Sabonis fue por siete años seguidos un estandarte de los Portland Trail Blazers pero siquiera llegó a jugar una final. Por caso aparece también Toni Kukoc, el croata que acompañó a Jordan en triple corona de la NBA desde el 95/96 al 97/98. Fue declarado mejor sexto hombre del año 95/96, pero muy lejos de lo que Manu es hoy para San Antonio.

Más acá en el tiempo aparece el serbio-montenegrino Peja Stojakovic en Sacramento Kings, el alemán Dirk Nowitzki en Dallas Mavericks o el español Pau Gasol en Memphis Grizzlies, todos ellos excelentes jugadores en el rubro individual pero aún sin los logros de Ginóbili.

Quizás el aporte anotador en ofensiva de los nombrados confundan el concepto de importancia de uno y otro, pero el propio compañero de “Manu”, Brent Barry, lo definió correctamente: “En otro equipo haría 35 puntos por partido. Acá da todo”. Queda en la cuenta el francés Tony Parker, también bi-campeón, pero todo lo que aquí se diga sobre él es redundante.

Sin estridencias, con perfil bajo y acaso sin proponérselo Emanuel Ginóbili se convirtió en el jugador FIBA más importante del mundo.

El hecho más emblemático en la consideración final de sus logros es que la NBA ya admite que en “tierra prohíbida” también son los de “afuera” los que llenan de gloria sus partidos, y la puerta, a través de “Manu”, quedó definitivamente abierta. Es Emanuel David Ginóbili el primero que la historia recordará en el tiempo como el extranjero, que sin ponerse de rodillas ante la condición de norteamericanos, recibió los privilegios de súper estrella.


Barras y estrellas


En la continuidad de la vida como jugador profesional de la NBA para Manu Ginóbili habrá más obstáculos y desafíos. La apertura comercial de la NBA, su proceso de expansión mundial, ve con muy buenos ojos que un chico de fronteras distantes, latino, y humilde de corazón sea figura de su liga, pero ello no alcanza para vender el producto puertas adentro. Aún así la remera de Ginóbili es las más vendida actualmente en la NBA. Sin embargo, el carisma completo de los San Antonio Spurs (con Duncan como estandarte) hizo que las finales en los Estados Unidos se vean casi un 30% menos que las finales del año pasado cuando estaban los Lakers.

Emanuel Ginóbili le cambió la cara a los Spurs, le adosó el vibrante ritmo latino, le dio la espectacularidad que no tenían, fue principal protagonista de las finales, no es norteamericano y es el primero que llegando del básquetbol FIBA tiene un suceso semejante.

Manu Ginóbili es mucho más que un pedazo grande de sentimiento que los argentinos tenemos. A partir de ahora la historia lo tomará para si y lo pondrá en el sitio que se merece, en el olimpo que se le reserva a los que se tutean con la gloria.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

COMENTARIOS (3)

Emiliano 25/06/2005

La verdad q me parece cuaqlueira q en una nota en donde TODOS LOS ARGENTINOS, sean bahienses, marplatenses, porteños o lo q sea, se esten peliando por q cuidad sabe ams de basquet,.....este foro tendria q hablar nada mas del orgullo q deben tener todos los argentinos, sea de donde sean, por lo logrado por emanuel ginobili, quin es ARGENTINO, mas alla de ser bahiense...

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tomy 26/06/2005

Pablo, creo que la nota esta buena, desde el punto de vista de un fan. Pero no estas hablando del porque realmente no le dieron el mvp a Manu. Hoy en Estados Unidos se dice que el racismo ya no existe ya esta superado, pero es mentira, ellos jamas van aceptar que un argentino (en este caso sea el mejor en su tierra). Sin ir mas lejos te podes fijarque las encuestas estan hechas a gente latina, por decirte el estado de Texas esta compuesto en su mayoria por inmigrantes, por latinos. Ese es uno de los mayores motivos por el cual Manu es tan querido aca, es el sueno de todo latino, poder triunfa, poder llegar y poder mostrar la garra que tenemos y a ellos (yanquis) les falta. Te pido que te informes con respecto a eso, si realmente queres dar a conocer la verdad porque Manu no es ni va a ser un MVP ni el ni nadie que no sea americano.

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pablo 26/06/2005

La nota es buena, opero se olvidaron de un extranjero que es figura y que fue el mvp de la fase regualr, steve nash, es canadiense. Manu es induscutido para mi el mvp de las finales y me llena de orgullo que sea argentino.

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