• 24-11-2024
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A casa con las manos vacias

El primer tiempo fue esperanzador. Quilmes defendió impecablemente a lo
largo de los primeros veinte minutos para mantener un partido parejo ante
un rival con mucha calidad individual y poder de gol.

El equipo marplatense además, durante la mayor parte del juego, controló el
partido con un traslado seguro y pocas pérdidas. Se cerró cerca del canasto
para protegerse de los extranjeros sunchalenses. Y se benefició, gracias a
una buena dosis de fortuna, de la mala noche de los locales en los
lanzamientos de tres puntos (2/13 en el primer tiempo). Con aciertos de
tres puntos, repartidos entre Farabello, Cavaco y Ebong, Quilmes sacó una
leve luz de ventaja, que estiró a seis puntos (28-22) en los primeros
minutos del segundo parcial.

Pero Néstor García sacó un conejo de la galera. Lo mandó a la cancha a
Román González para cuidar a un Lamont Boozer, que había sido importante en
un primer momento. Así el conjunto local fortaleció su pintura.
El predominio de González cerca de los tableros, además, permitió que la
defensa se extendiera con mayor agresividad sobre los perimetrales. En
consecuencia, Quilmes vio mermada su capacidad ofensiva y Libertad emparejó
el marcador.

Tanto a tanto llegaron prácticamente al final de los primeros veinte
minutos. Con el marcador 41-39 en favor de Libertad, en los últimos
segundos de la etapa, Farabello asistió impecablemente a Boozer, quien
pretendió volcar el balón en lugar de depositar una bandeja. Pero el balón
rebotó increíblemente y, ante el asombro de los jugadores quilmeños,
Sebastián Acosta clavó un triple sobre el sonido de la chicharra. Esa
desconcentración final le dio a los locales una ventaja mentirosa con
relación al desarrollo del partido.

Ese mal cierre lo lamentó Oscar Sánchez en los primeros minutos del tercer
cuarto. Porque Libertad comenzó metiendo de tres puntos casi todo lo que
había fallado en la primera parte. Con tres aciertos -uno de Gray, dos de
Savoy-, sacó enseguida doce puntos de ventaja.

Pero reaccionó Quilmes. De la mano de una mejor defensa sobre el perímetro,
el equipo marplatense consiguió mermar el poder de gol exterior rival.
Pablo Gil comenzó a marcar el camino de la escalada con su decisión para ir
hacia el aro y Daniel Farabello lo apoyó con lanzamientos de tres puntos.
Así, promediando el parcial, Quilmes consiguió situarse a sólo dos puntos
(55-57).

Sin embargo, en el mejor momento quilmeño, dos tiros de tres puntos
exitosos de Sebastián Acosta le devolvieron a Libertad el control de la
situación. Y un triple de Gray, otra vez sobre el sonido de la chicharra,
desde la mitad de la cancha, le permitió irse al descanso corto al frente
por 70-59.

El golpe anímico fue mortal. Después de todo el desgaste realizado en los
tres primeros cuartos, tras sufrir enseguida la salida por faltas
personales a Ibarra y Cavaco, Quilmes perdió definitivamente el tren de
Libertad.

Facundo Sucatzky, por fin, manejó los ritmos del partido a su antojo y se
cansó de dar asistencias para que anotaran la mayoría de sus compañeros.
Los locales obtuvieron en muy poco tiempo una ventaja de veinte puntos y en
los últimos cinco minutos a Quilmes sólo le quedó luchar para decorar la
diferencia.

Fuente “diario La Capital”

Libertad (93): F. Sucatzky (9), M. Cerutti (16), E. Gray (20), P.
Savoy (17), E. Okenwa (6), formación inicial; R. González (5), S. Acosta
(20), E. Pérez, S. Boffelli, R. Busciglio, J. Benítez y L. Moggio.
DT: Néstor García.

Quilmes (81): D. Farabello (22), M. Ibarra (2), B. Ebong (15), L.
Boozer (19), D. Cavaco (5), formación inicial; P. Gil (16), J. Irigoyen y
M. Forrest (2). DT: Oscar Sánchez.

Cuartos: Libertad, 20-23; 44-39 y 70-59.

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