• 25-11-2024
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Mundo Manu

Mundo Manu es una biografía que reconstruye la exitosa carrera de Emanuel Ginóbili con anécdotas y testimonios de todos los que lo rodearon en su camino a la fama.

Desde Bahía Blanca a Japón, pasando por La Rioja, Reggio Calabria, Bologna, Indianápolis, Atenas y San Antonio el relato sintetiza geográficamente el vertiginoso crecimiento del bahiense y la magnitud de sus logros en cada lugar por el que pasó.

El libro, que desanda las peripecias del más grande jugador del básquetbol Argentina tiene un anexo especial: Todos los rivales de zona en el Mundial de Japón tienen un punto de contacto con la carrera de Emanuel Ginóbili:

-El día del sorteo en Tokio, a la una de la mañana en San Antonio, se puso en la computadora al mismo tiempo que Sergio Hernández en Olavarría para conocer uno a uno a los rivales del grupo. “Ahora vamos a tener que ganarle a Tony Parker”, le dijo al Oveja por chat cuando los abanicos anunciaron que el campeón olímpico enfrentaba a Francia en el debut.

-Esta es la primera visita de Manu a Asia, pero en Líbano lo siguen hace rato. “Es uno de los más conocidos en nuestro país. Lo seguimos en la NBA por televisión”, asegura Joe Vogel, pivote estadounidense de origen y con padre libanés.

-En el Sudamericano Sub 22 del 96 en Vitoria, su debut absoluto con la camiseta argentina, Venezuela fue el primer rival. Y el bahiense hizo 19 puntos. “Me sorprendió en ese partido, porque entró desde el banco y se cargó el equipo al hombro. Me acuerdo de su desparpajo, tiros y penetraciones. Desde ese momento tuvo un crecimiento espectacular”, cuenta Rubén Magnano, técnico de ese equipo y también más tarde en el oro olímpico.

-Su debut en el Mundial de Grecia 98 fue en la victoria sobre Nigeria, con siete puntos y una volcada tremenda, después elegida como la mejor jugada del torneo. “Siempre se tuvo confianza. Era un caradura”, recuerda Alejandro Montecchia, compañero en esa Selección y también en el Reggio Calabria italiano.

-Imposible olvidar la definición ante Serbia y Montenegro en el comienzo de los Juegos Olímpicos, cuando recibió la pelota a dos décimas del final y ganó el partido con un tiro milagroso. “Fue el mejor de mi vida. Un zapato”, explicó Manu más tarde. La definición de Montecchia se llevó los aplausos: “Me sentí como Héctor Enrique cuando le dio la pelota a Maradona en el 86, en el segundo gol a Inglaterra, porque Manu ya es de la talla de Diego”.

Para seguir conociendo a quien cambió la vida de nuestro deporte, ya está a la venta “Mundo Manu”, un libro que seguirá rescribiéndose tanto como este fenómeno siga jugando.

www.pickandroll.com.ar

COMENTARIOS (1)

no sos el adoptado 05/11/2006

se nota que no sos tu hermano el adoptado que se muere dec elospor vos

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