La transformación tiene que ver con el estilo de juego y la preponderancia que tomó Juan Ignacio Sánchez, el “cerebro” del equipo, el “gran estratego”, o, como lo define el entrenador, Sergio Hernández, “el líder silencioso”. No por nada entre tantas estrellas el base bahiense fue distinguido con la condición de capitán. Un halago que jamás había recibido.
La Argentina pretendió ensayar durante la gira un estilo más rápido que el que ponía en práctica con Rubén Magnano, más intenso y vertiginoso, tratando de correr en todas las ofensivas, pero por una cosa u otra se debió corregir o ajustar esa propuesta. Hubo muchas derrotas abultadas. Puede hacer incidido el problema físico, por los viajes y el cansancio; no importa. Lo cierto es que la Argentina, en los partidos difíciles del Mundial, contra rivales de alto nivel como Francia, Serbia y Montenegro y Nueva Zelanda, tuvo que volver al viejo libreto. Aquel de ataques estacionados más prolongados, con mayor tiempo de control del balón y mucha serenidad para ejecutar en el momento propicio. Algo que Pepe Sánchez maneja con asombrosa maestría y que lo hace sentirse muy confiado.
Los jugadores fueron consultados sobre el cambio y ninguno lo avaló. Todos dijeron que no existe tal variante. “A mí me gustaría correr aún más, tocar más el balón”, dijo Fabricio Oberto. “Es que en el básquetbol mundial ya nadie juega control; todos, cuando pueden, intentan correr”, señaló Emanuel Ginóbili. Da la sensación de que no quieren entrar en el ríspido terreno de las comparaciones entre Hernández y Magnano. Tema que –vale aclararlo– no es la intención de este análisis.
No se trata de enfrentar la ofensiva rápida que siempre caracterizó a los equipos de Sergio Hernández con la propuesta más paciente que puso en práctica Magnano en su ciclo olímpico. No se trata de una puja o una comparación; simplemente lo que se quiere señalar es que este grupo de jugadores se encuentra adaptado y tiene las condiciones físicas e intelectuales como para destacarse más en un juego ordenado y de estrategias que en el otro del ida y vuelta constante.
Quedó demostrado durante la gira: correr por correr le significó al seleccionado albiceleste retroceder mal hacia la defensa, sin orden, y pagar muy caro el frenesí de hacer todo velozmente. Cuando los ataques son ordenados y manejados con la paciencia y el criterio de Pepe Sánchez, todo luce mejor y más contundente. Es probable que si Hernández hubiese tenido más tiempo de trabajo, su intención hubiese quedado reflejada en este Mundial. Suponemos que no pudo. Por ahora, la Argentina volvió a jugar a la vieja usanza, que es el mejor método para medirse con rivales que son de la otra escuela, como Turquía, España y el seleccionado norteamericano, que parecen volar en la cancha. Nada mejor para neutralizar ese estilo que enfriar la pelota, bajar dos cambios y ensayar el juego de pases que hizo famoso al básquetbol argentino y que cuenta con la mejor batuta que existe en este certamen: la del bahiense Pepe Sánchez.
Por Miguel A. Romano - Diario Lla Nación
La verdad me parece totalmente tendensioso la nota. Y realmente me extraña de esta pagina. Realmente hay gente que piensa que Hernandez llego a dirigir esta seleccion por casualidad? Mas alla de la opinion sobre basket que tengan, creo qeu Hernandez es un tipo inteligente y ademas con esa cuota de picardia necesaria, lo que en el barrio llamariamos “Un bicho” en el buen sentido. Esta mas que demostrado, y no solo hablando de basket, sino en cualquier disciplina que los extremos y fanatismos son perjudiciales. Hernandez sabe que estos jugadores tiene una forma de juego, que ya dio resultado... Lo creen tan ingenuo para tratar de cambiar eso? Los buenos entrenadores son los que se adaptan al material qeu tiene (jugadores) y reslatan sus fortalezas y esconden su debilidades. Realmente me parece ingenuo pensar que el Oveja no se iba a dar cuenta de que forma le podia sacar mayor provecho a su equipo. Creo, igualmente, que durante los amistosos estuvo en periodo de prueba, y como tal,. intento hacer cosas nuevas, y logicamente, se quedo con lo que demostro que da mejor resultado al equipo. Esperemos que la receta siga funcionando... y que podamos suérar el fuerte escollo que propone Turquia. Pero por favor, con todo respeto, terminemos con las notas tendenciosas y apoyemos a este equipo.
ResponderEs un placer increíble ver jugar a Pepe Sanchez. Para los que verdaderamente amamos este juego, es maravilloso el juego cuando el puede manejar a su gusto los hilos del equipo...
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lucho 27/08/2006
Que comentario idiota.....<BR/>Al basquet se juega de dos formas, bien o mal, jaja. Si el equipo puede correr para anotar canastos fáciles no creo que lo deseche y si no puede correr, no le quedará más remedio que jugar las ofensivas hasta que puede conseguir la mejor situación para anotar.<BR/>Me parece que estan buscando polémicas al pedo y absurdas. Se nota que la mayoría de los que comenta basquet son de Bs. As. y no saben nada, es evidente que el desarrollo de nuestro basquet se ha debido solamente a que hemos podido juntar una camada de jugadores de inmenso talento que consiguió su maduración fuera de nuestro país por que lamentablemente no se puede decir que el mismo desarrollo lo hayan conseguido los dirigentes y los periodistas (como los que comentan los partidos del mundial por Tv.) Un papelón.
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