Mientras espera al uruguayo Juliano Rivera, Estudiantes había llegado a Pico con una sonrisa. Es que, por fin, jugadores y cuerpo técnico cobraron parte del dinero que le adeudaba la dirigencia (cheques a cobrar el 15 de febrero por un total de 50.000 pesos). Pero la alegría no fue completa.
Pico FC, un equipo bravo en el Parque Larrea, lo derrotó por 84-83 gracias a un fallo erróneo del árbitro Juan Quesada a 13s del cierre. El mendocino completó una noche muy mala de la dupla arbitral sancionando una falta inexistente de Logrippo sobre Lescano, que había perdido el balón. El duelo estaba 83 iguales cuando el cordobés embocó un libre y sentenció la reacción que había tenido el bicampeón.
En el arranque, Estudiantes sacó ventajas con su intensidad defensiva. Osella se lució secando al gigante Reinick en la pintura. En ataque, Paolo Quinteros era el arma ofensiva del Bataraz (19 puntos en la primera mitad). Pico se mantuvo a tiro por el oportunismo de Del Sol (12).
A 20s del final del segundo chico, tras una pérdida de Osella, el DT Sergio Hernández comenzó con su show de protestas, pero los árbitros no lo sancionaron. Los 1.200 hinchas del Decano estallaron de bronca y un plateísta le arrojó un objeto al asistente Ariel Amarillo, quien quiso subir a la tribuna. Sin embargo, fue detenido por Hernández. El Bata abandonó la cancha por un minuto para calmar el ambiente.
Cuando volvió, un triple de Quinteros, a un segundo, cerró el primer tiempo. Pico lo dio vuelta en el tercero, con la aparición de Lescano y la defensa de Martínez sobre Quinteros. Así llegó a los 4m finales con nueve de ventaja. Estudiantes no se resignó e igualó en 83 con un triple de Quinteros. Pero apareció Quesada y adiós hazaña.
Fuente: Gustavo Arias (Diario Olé)
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