Colorín colorado...

• 13/05/2007
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Mucho tuvo que esperar, a temperatura ambiente. Fueron 14 larguísimos años en que La Caldera neuquina pasó frío y amontonó sueños de un ansiado retorno. Y anoche, bien, llenita, volvió a hervir, como el jueves, para cocinar un festejo alocado, en el final de una serie que dejó a Independiente otra vez en la elite del básquet argentino. El Rojo derrotó a Pedro Echagüe por 81-60, se llevó la semifinal del TNA por 3 a 1 y jugará la temporada que viene, dentro de unos pocos meses, en la Liga Nacional.

Con Byron Johnson, lejos el mejor jugador del torneo, como estandarte, y un equipo que en los play off se hizo fuerte como nunca, dejando rivales en el camino al ascenso con desventaja de localía, el conjunto neuquino dejó muy atrás las críticas por su floja segunda fase. Y ahora festeja. Porque está entre los mejores.

Las cosas empezaron muy diferentes a la pelea del jueves. No hubo defensas asfixiantes, ni posesiones largas. Y sí ataques rápidos de los dos lados. Cada uno apostó en ese inicio a su arma principal. El Rojo por Byron Johnson y los visitantes por el uruguayo García Morales (cada uno aporó 12 puntos en ese cuarto).

El local aprovechó la lesión del neuquino Andrés García (no pudo ingresar) y marcó diferencia en el juego interno, con el americano y José Fabio (sumaron 18 de los 23 del equipo), pero falló en el perímetro, lo que le permitó a Pedro Echagüe mantenerse siempre a tiro. Y con un par de triples de Diego Eiguren y lo que hacía Ezequiel López se pudo ir arriba al descanso corto (25-23).

Los cambios que tuvo el Rojo en el segundo chico le dieron buen resultado. Aguirrezabala salió del banco y sumó 8 puntos, mientras que Luciano Zupanovich entró y cumplió su tarea: secar a García Morales. Con ellos, más un triple de Lauro, el conjunto neuquino pasó al frente en el marcador. Como respuesta, Boadaz mandó a la cancha a sus juveniles, obligado por la sumatoria de faltas de Pardal y Suárez. Y se las arregló para pelear y complicar al Rojo en defensa. Fue un doble sobre la chicharra de Fabio lo que marcó la distancia, en 10 minutos más friccionados.

Echagüe se recuperó rápido, con 5 puntos de Pardal pasó al frente, pero enseguida sumó su cuarta falta y cuando se fue al banco su equipo se quedó sin gol. Lo que el Rojo no dejó escapar como ventaja. El conjunto neuquino quebró a su rival, con el goleo de Johnson y la excelente conducción de Leo La Bella. Un triple del pibe Juan Levrino llevó la distancia a 12 a falta de un minuto para el cuarto final.

Que no le alcanzó al visitante, que entregó el resto pero no tuvo otra que observar el festejo anticipado de las más de dos mil personas que celebraron el ascenso, como hace casi 20 años. Concretado ya minutos antes con un triple de Esteban López y otro de La Bella que pusieron proa a una alegría interminable.

Y una noche se desató el carnaval infernal

En medio de la euforia, las corridas interminables, abrazos entre los propios protagonistas y la gente, los jugadores del Rojo tuvieron tiempo de expresar su alegría por esta victoria y el ascenso. Luciano Zupanovich, el neuqunio que ayer fue clave en la defensa del uruguayo García Morales (elegido MVP del torneo), alcanzó a decir mientras era llevado en andas: “gracias a Dios se nos dio. Creo que nos merecimos esto por el trabajo que realizamos día a día”.

Sebastián Chaine fue otro de los que no dudó en expresar con naturalidad su felicidad por el logro. “Este equipo se lo merece. Nos rompimos el orto y este es el premio. Cuando empezamos no había nadie en la cancha y hoy –por ayer- está repleta. Es increíble. Pase momentos difíciles y a todos los que me ayudaron les agradezco mucho”.

Leonardo La Bella con la emoción a flor de piel, señaló que “esto es espectacular. Este grupo siempre dio todo y eso hizo que cuando tuvimos algunos altibajos en el juego, pudiéramos salir adelante”.

Al borde de las lágrimas, el entrenador Mauricio Santángelo no paraba de agradecer a sus jugadores “porque fue un grupo genial que trabajo mucho para esto. Hay que tener en cuenta que Independiente es una institución muy grande que merece estar en el básquet de primera y hoy lo estamos logrando. Esto es lo más lindo que me tocó vivir como entrenador”.

A la hora de hablar de las virtudes de su equipo señaló: “la clave estuvo en que conformamos un grupo bárbaro. Nosotros sabíamos que esto se iba a dar porque trabajamos para eso. Pero esto no temina porque queremos el título”.

Leandro Lauro, otro de los neuquinos, dijo que “cuando me ofrecieron volver lo dudé porque no estaba bien físicamente, pero por suerte todo me salió bien. Ascender es increíble lo viví en Gimnasia, pero hacerlo en casa con mi gente tiene un sabor especial”.

Gastón Sobisch, presidente de Independiente, felicitó al plantel y recordó las épocas de gloria del básquet que “hoy por suerte podemos volver a tener. Esta noche –por ayer- cumplimos dos sueños, ascender y volver a tener La Caldera llena”.

Síntesis:

Independiente (81): Leonardo La Bella 13, Esteban López 6, Martín Melo 3, Byron Johnson 22 y José Fabio 7 (inicial); Luciano Zupanovich 3, Enrique Marina 6, Martín Aguirrezabala 13, Leandro Lauro 3 y César Chaine 2. DT: Mauricio Santángelo.

Pedro Echagüe (60): Diego Eiguren 14, Ezequiel López 2, Leandro García Morales 16 (X), Nicolás Suárez 4 (X) y Santiago González 9 (inicial); Alejandro Konsztadt 0, Juan Kelly 3, Bruno Mártire 5, Sebastián Pardal 7 y Alejandro Eiguren 0. DT: Juan Pablo Boadaz.

Parciales: 23 - 25 / 43 - 40 / 65 - 53.
Árbitros: J. Ibañez - Tosello - Fama.
Estadio: La Caldera.
Serie: Independiente, 3 - 1.
Crónica: La Mañana de Neuquén.
Foto: Gentileza Diario “La Mañana de Neuquén”.

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