Recién llegado al país, Andrés Nocioni dejó en claro en San Telmo por qué es sinónimo de entrega, coraje y pasión pura: “Si no juego a mi manera, prefiero no jugar al básquetbol. Yo no soy muy talentoso y tengo que prepararme para cada partido. Como algún día no voy a jugar más, veo cada partido en la NBA o en la Selección como el último de mi carrera”.
¿Cómo no entender su frustración por haberse arrastrado en los últimos partidos de los playoffs? ¿Cómo no compartir su tristeza por no poder vestir la camiseta argentina por esa fascitis plantar que lo hace llevar una bota especial en su pie derecho?
“En los primeros cuatro meses de la temporada había jugado mi mejor básquetbol en la NBA y me encaminaba a mi mejor año, pero la lesión me jugó en contra. En los playoffs no pude jugar a mi nivel. No podía seguir más así”.
Hace tres semanas lo acompaña la bota y aún le resta un mes más. Cambió su forma de correr en la cancha. “Un día me levanté y apareció esta fascitis plantar”, recordó Nocioni, para luego agregar que: “Si no se cura, analizaré el plan B: operar. Aunque exista un alto porcentaje de volver a lesionarme”.
El 30 de junio vence su contrato con Chicago. “Los Bulls me quieren, pero si tienen que perderme por un ala pivot con goleo, que es lo que necesitan, lo harán. Esto es un negocio. Todos estamos expuestos a un traspaso”, explicó Chapu.
¿Cómo reaccionarías si te toca a vos ser el traspasado?
Yo no me iría de Chicago porque me siento cómodo. Crecí viendo a Michael Jordan y Scottie Pippen y es un honor jugar ahí. Pero no me creo un salvador.
¿Te quedarás en Argentina hasta que se defina el futuro?
Esperaré acá salvo que algún equipo solicite que viaje. Me dedicaré a cazar y a pescar. Pescar es mi pasión, sea una mojarra o un tiburón. Es una manera de descansar la mente.
A diferencia de Emanuel Ginóbili y Fabricio Oberto, Chapu afirmó que los Bulls no lo presionaron para renunciar a la Selección. “Antes de los playoffs, no había dudas de que iba a jugar para Argentina. Jamás me recomendaron descansar”, aseguró.
¿Confiás en que en Las Vegas se conseguirá la clasificación a Beijing 2008?
Si bien no estarán nombres con prestigio y que imponen respeto, el equipo ganará sangre nueva con jugadores que tendrán el desafío de lograr un objetivo importante y un entrenador con más experiencia. Nos va a ir bien.
Admirador de Steve Nash, Tim Duncan y LeBron James, le encantaría ver a Cleveland en la final de la NBA, “aunque San Antonio está en un nivel altísimo, con Manu bárbaro y Fabricio como un jugador de rol que luchó para tener este presente”. Como lucha hoy Chapu para no arrancarse la bota y volver a jugar al deporte que ama.
Fuente: Hernán Sartori – Clarín
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