En líneas generales el partido fue malo. O de discreto nivel si se quiere ser comprensivo con las realidades de ambos. Pero entre los atenuantes fuertes vale esgrimir que Peñarol, anoche comenzó a rodar un equipo completamente nuevo. Y le falta partidos y entrenamientos para ensamblar su estructura de cara a los play offs.
También es necesario aclarar que no por mal jugado dejó de ser emotivo, e intenso. El partido se cerró en los últimos segundos, donde siempre deja la sensación de festejo doble.
El inicio fue muy parejo. Ninguno mandaba en el partido porque Ortega era absorbido por la marca y por que el tandem Diebold-Eloy Martin estaba desdibujado. Pero promediando el cuarto Alejandro Ferrari (10 pts) se cargó el equipo al hombro y por acciones individuales desequilibró a toda la defensa de Peñarol. Una mínima ventaja de tres (18-15) cerró el parcial a favor de la visita, que en el desarrollo había sido más.
En los segundos diez minutos Hernán Montenegro se hizo fuerte en los dos trapecios, dio juego y apoyado en Sánchez en el goleo el milrayitas se vino para arriba. En 4 minutos y medio metió un parcial 14-2 y pasó a ganar 29-20. El uruguayo Rostán, en su flojo debut marcó sus únicos cuatro puntos. Pero sobre el final se despertó Eloy Martin y Gimnasia estableció un parcial 9-2 para ponerse en juego. Peñarol en el hombre a hombre se encerró en su pintura y la visita atacó con 1/10 en triples, similar a Peñarol que le contestó con 1/9 desde los 6.25.
Todo el primer tiempo fue de bajo nivel, pero la sensación que dejó Peñarol es que cuando su defensa fue dura sacó ventajas. Y si no pudo correr fue porque el balance defensivo de los de Richotti fue muy bueno. Fernando Rodríguez tuvo su noche negra y su “ausencia” se sintió más que nunca.
El tercer cuarto fue una película de terror. El equipo del “Negro” Romano estuvo casi siete minutos sin convertir. Y en todo ese tiempo Gimnasia sólo hizo siete puntos. Es más, el partido estuvo mas de tres minutos con el marcador clavado en 34-40. Bostezos, sólo bostezos se veían en el poli.
Como Gimnasia le perdonó la vida, por impericias propias y porque lo único que medianamente funcionó en Peñarol fue la defensa, el local se decidió a ganar el partido. Otra vez Montenegro - Sánchez fueron las banderas. El “loco” fue un muro en su defensa que en el último cuarto pasó a una zona 1-2-2 que fue un jeroglífico para la visita. En tanto el “pibe” Sánchez con su movilidad en el uno contra uno, fabricó los espacios necesarios para sus compañeros. Sobre el final Gimnasia encontró dos triples que igualó el tanteador en 69. Pero Diebold equivocó el camino final y Peñarol festejó en un partido muy cerrado.
Pablo Tosal
Peñarol 72: F.Rodríguez 13, Ortega 2, Rostan 4, Olivares 14, Hedman 8 (fi),
Sánchez 15, Montenegro 14 y Canutti 2. DT: C. Romano.
Gimnasia 69: Diebold 2, Martin 13, Pedemonte 22, Ferrari 18, Maglia 6 (x) (fi), Roberson 4, Bonzano 0 y Williams 4. DT: M. Richotti.
Parciales: 15-18, 34-33 y 47-46.
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