El cervecero le dio paz a su vida tras la derrota en el clásico y renovó ilusiones redondeando dos buenas actuaciones este fin de semana. El viernes ante Independiente y anoche frente a Estudiantes de Bahía.
El partido fue parejo, muy luchado, y se resolvió promediando el último cuarto, de todos modos, la incertidumbre llegó hasta los minutos finales, mérito de Estudiantes que no se rindió. En líneas generales fue un partidazo, no sólo por la condición de paridad sino porque fue bien jugador por momentos y nunca exento de lucha, con mil condimentos para contar.
El primer tiempo fue propiedad de la paridad, de Jamaal Levy y de Maximiliano Maciel que jugó como para decir que no hay reemplazo posible en su puesto con un alero extranjero. Fueron dos cuartos parejos apoyados ambos en increíbles porcentajes de campo.
El cervecero comenzó mejor con Salles dominando los tiempos del partido y jugando muy bien contra la zona. Estudiantes cambiaba permanentemente su defensa de individual a una zona 2-3. Quilmes no se confundió, tuvo gol adentro (Dentis 4 y Reynolds 4) y afuera (3 triples).
Estudiantes sorteaba con suma facilidad la defensa individual que proponía Quilmes. Mitad por la escasa presión de la defensa y mitad porque Estudiantes estaba en una noche on fire. Terminó con 6/7 en triples en el primer tiempo, pero sus respuestas de rebote defensivo y ataque rápido con superioridad numérica eran constantes. Si había un equipo que corría en Once Unidos ese era Estudiantes.
Quilmes se olvidó de sacar ventajas donde en teoría tenía superioridad: su juego interior. Desde el 18-17 a favor Quilmes no vio nunca más hasta el final el tanteador adelante. Siempre corrió de atrás pero llegó igualado en 48 al cierre del primer tiempo por una buena ráfaga defensiva y por un nuevo triple de Maciel (6/8) y otro de Villares.
El tercer cuarto abrió con dos triples seguidos de Mariano Franco (8/9 Estudiantes en el partido hasta allí) Era imposible que el Albo sostuviera la victoria con un 88% en triples. En algún momento llegaría la sequía y debía buscar otras variantes. Finalmente la sequía llegó justamente a partir de ese momento: tiró 2/13 (15%) entre lo que restaba del tercer cuarto y el último parcial.
Quilmes también se apagó desde el perímetro (0/6 en triples en el tercer cuarto) pero encontró sus únicos dos triples del segundo tiempo en el momento justo de la mano de Salles. De todos modos tuvo la virtud de contar y abastecer a Antonio Reynolds y a Diego Romero, autor de un gran partido (13 pts y 5 reb en el segundo tiempo), apareciendo ambos cuando el partido se definía.
Guillermo López mantuvo mucho tiempo a Lawrence Wallace en el banco para el desenlace y fue otra clave. El base extranjero con sus penetraciones provocó mucho malestar en la defensa de Quilmes, y aunque lució algo apresurado y errático en el tiro (0/3 en triples) fue el motor de su equipo. Descansó casi todo el último cuarto y cuando ingresó el partido estaba decididamente en las manos de Quilmes (81-72) a falta de 4 minutos. Promediando el último cuarto Pedro Franco en un ingreso a la zona pintada choco con Diego Romero y se golpeo en un ojo. Tuvo que salir del partido y luego fue observado con un vendaje de protección de la zona retirándose del estadio antes que su equipo.
La defensa del segundo tiempo quilmeña fue la llave de la victoria. Jamaal Levy no pudo dañar más en la pintura y a medida que los tiradores de Estudiantes bajaron sus porcentajes ya no tuvieron respuestas. Salles manejó (como contra Independiente) los hilos del final y el tridente que formaron con Romero y Reynolds sentenció el partido.
Síntesis
Quilmes (92): Hernando Salles 20, Eduardo Villares 3, Maximiliano Maciel 19 (x), Antonio Reynolds 19 y Ezequiel Dentis 4 (FI); Selem Safar 3, Diego Romero 17, Nicolás Aguirre 7 y Sebastián Porta 0. DT: Oscar Sánchez
Estudiantes (BB) (84): Lawrence Wallace 14, José Muruaga 11, Mariano Franco 11, Jamaal Levy 18 y Juan Manuel Torres 4 (FI); Gerardo Barrera 5, Pablo Gil 16, Pedro Franco 5, Leonardo Cecchi 0, Javier Scheines 0 y Nicolás Paletta 0. DT: Guillermo López.
Parciales: 23-25, 48-48 y 65-65.
Árbitros: Alejandro Chiti-Juan Fernández.
Cancha: Estadio de Once Unidos (900 espectadores).
Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)
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